Usted está aquí: sábado 24 de diciembre de 2005 Sociedad y Justicia La lucha por sobrevivir, sin tregua en Navidad

La cena de hoy, un lujo que muchos no pueden darse

La lucha por sobrevivir, sin tregua en Navidad

Centros comerciales ofrecen platillos a la clase media

El precio de los menús en restaurantes sobrepasa los mil pesos

GABRIEL LEON ZARAGOZA

Ampliar la imagen Compras de �o momento en los centros comerciales FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz

Para un buen número de capitalinos la Navidad significa la espera de 365 días para celebrar las posadas y una gran cena familiar, donde la mesa se viste de ricas, costosas e inusuales viandas; sin embargo, para la gran mayoría de habitantes -la de asalariados y desempleados- es la continuidad de la lucha cotidiana por obtener alimento que llevarse a la boca y hoy, pese a ser un día especial, esta vitualla no podría dejar de serlo.

Aquellos cuyo aumento salarial fue de 4 por ciento, que se mantienen de algún oficio en la calle o como pedigüeños, tendrán que lidiar solos. Afuera de las tiendas, rodeados de decenas de vehículos último modelo, grupos de infantes y prestadores de diversos servicios "ocasionales" pedían trabajo o unas monedas para comer.

La tarde de ayer, Federico, un pequeño de 11 años y talla siete, vendía borregos de la fortuna. Vive en San Andrés, "por allá donde terminan de pasar los troles". Dijo que afortunadamente sí cenará esta noche: "Mi mamá prepara ya frijoles, y beberemos refrescos Jarrito".

De igual forma, el señor Antonio, que acostumbra trabajar en estacionamientos de las tiendas departamentales, se ofrece para reparar muebles con bejuco, palma o tule. Alrededor de las 15 horas de ayer no había conseguido nada en el día y en la semana. "Con 100 pesos me conformo para sacar lo de la cena", dijo. Si tiene algo especial para comer esta Nochebuena, será guajolote con mole y beberá pulque. "Al fin que cuesta cinco pesos el litro".

Restaurantes exclusivos

Considerada una fecha de guardar en casa con la familia, "por lo que el comportamiento del mercado no registra gran demanda de servicio como sucede el 31 de este mes", sólo algunos restaurantes exclusivos de la ciudad recibirán esta noche a cientos de comensales que acudirán porque se encuentran solos en la ciudad, por motivos de trabajo o porque conforman familias de pocos integrantes. Para todos habrá paquetes de bacalao, pierna o lomo.

Entre los restaurantes de buena calidad y precios prácticamente inalcanzables para la mayoría de los capitalinos se encuentran el Amici (ubicado dentro del hotel Isabel Sheraton), la Hacienda de Los Morales y La Antigua Hacienda de Tlalpan; esta última, por 650 pesos por adulto y 300 por niño, ofrece cena-baile, excepto bebidas y propinas, y una carta de cuatro tiempos. En los tres sitios, hasta ayer había lugares disponibles.

Los 14 salones de La Hacienda de los Morales están disponibles para aquellos que deseen tener cenas compartidas o exclusivas, y que puedan reservar y hacer el pago del servicio con tarjeta de crédito, que brinda la opción de saldar la deuda en pagos mensuales sin intereses.

Entre los escasos sitios que abrirán se encuentran el Amici, del hotel María Isabel Sheraton, y su destacada cocina europea, que hoy por la noche incluirá dos menús: el de 780 pesos, con coctel de bienvenida y cuatro tiempos de servicio (sopa, platillo de Génova -verdura con pescado-, rabioles rellenos de langosta o medallones de ternera en salsa de limón, y de postre crocante de ajonjolí con mandarinas caramelizadas), así como música instrumental en vivo; además está el menú de mil 80 pesos, que, sumado a lo anterior, comprende conejo deshuesado a las finas hiervas y filete de robalo con canelones. El servicio no incluye bebidas y propinas, sólo estacionamiento.

De acuerdo con los especialistas, un servicio de calidad media, pero caro, se brindará en los salones del hotel Nikko, que en esta ocasión ofrece un bufete de cena-baile en el Lobby Bar. De las 21 a la una horas se cobrarán 800 pesos por adulto y 350 por niño. No se incluyen bebidas, aunque sí seis horas de estacionamiento gratis.

Otros de los pocos espacios que abrirán sus puertas son el Olea (primer piso del hotel Warriot), el hotel de Cortés, Hostería las Quintas, el Dallas Rest-Bar y el Celtics Loreto (dentro de Plaza Loreto).

La clase media también festeja y lo hace acudiendo a las cadenas de autoservicio o a los restaurantes de las tiendas departamentales, donde puede armar sus menús familiares con 300 pesos, si son pocos los miembros o, cuando mucho, con 2 mil pesos, pero ya es hablar de cantidades exorbitantes, aunque, en realidad, el gasto se distribuye "entre todo el clan".

Hasta ayer, previo anticipo, cadenas como Chedraui y Comercial Mexicana ofrecían productos a granel ya preparados, listos para llevar y ser consumidos, como piernas mechadas por 138.90 pesos, romeritos a 89.90 el kilo, pierna al horno por 129.90 el kilo, bacalao (150 pesos), ensalada de manzana (70 pesos), chamorros (70 pesos), lomo de Navidad (160), pavo al horno (94) e inclusive lechón (220 pesos el kilo). Además de pastas, sopas, postres y todo tipo de bebidas.

Wal-Mart ofreció paquetes de pavo relleno por 679 pesos, con espagueti, ensalada de codito y duraznos exóticos; costilla especial (cuatro kilos), cuyo costo es de 620 pesos, e incluía sopa de pasta, ensalada brasileña y duraznos. El paquete más caro fue de 784 pesos, estimado para 12 personas (cuatro kilos de lomo de cerdo relleno en salsa de ciruela, un kilo de pasta, ensalada y otro de chongos navideños).

Como opción puso ensaladas de entre 40 y 65 pesos el kilo y especialidades como romeritos (90 pesos) y bacalao a la vizcaína en 156 pesos el kilo.

En casas con ingresos menores el menú variará entre pollos rostizados, romeritos, tamales, pozole, mole, guajolote en caldo, sándwiches, sopas de fideos o de codito, frijoles y, si se puede, bacalao, que en todos lados se cotizaba por encima de 100 pesos el kilo.

En tanto, especialistas del IPN recomendaron que para bajar "esos kilitos de más" ganados en la temporada navideña se debe hacer ejercicio regularmente y no sólo en vacaciones, pues se corre el riesgo de sufrir graves lesiones musculares. Debido a las inversiones térmicas se recomienda realizar alguna actividad en espacios cerrados y bajo orientación de profesionales.

 
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