Usted está aquí: sábado 24 de diciembre de 2005 Opinión Pierre Cardin merodea el ISSSTE

Gustavo Leal F.*

Pierre Cardin merodea el ISSSTE

La esposa del Presidente, que ahora viste Pierre Cardin con modelitos que pueden alcanzar hasta 6 mil dólares -quien antes atendió a Brigitte Bardot y María Félix-, llegó al hospital Dario Fernández del ISSSTE en punto de las 11 de la mañana de ese memorable lunes 14 de noviembre.

Todo, absolutamente todo, estaba preparado y en su lugar. El acto -en la que estuvo flanqueada por Benjamín González Roaro, Reyes Tamez y, por supuesto, Julio Frenk- fue propicio para que la bien ataviada señora conociera, "de cerca", cómo opera el "fundamental" Programa Sigamos Aprendiendo en el Hospital. Toda estaba en su lugar y bien, muy bien preparado. Puede decirse que tan, tan bien preparado, que el hospital (General "B", de segundo nivel y referencia nacional, con 14 especialidades quirúrgicas, cuatro básicas y ocho subespecialidades) fue casi paralizado, y los pacientes, virtualmente abandonados a su suerte.

Para esta visita "de lujo", por ejemplo, el Estado Mayor Presidencial tomó la instalaciones desde la 6 horas y cerró las puertas a las 11. Los usuarios debieron entrar por la puerta trasera (área de urgencias) y recibir la noticia de que no habría egresos hasta las tres de la tarde. Todas las consultas se vinieron abajo.

Los tradicionales custodios del portón principal fueron sustituidos. Dos integrantes del Estado Mayor Presidencial, portando inmaculadas batas blancas completamente nuevas, aunque sin identificación, se encargaron de controlar el acceso. Los derechohabientes se transformaron en un santiamén en "personas sospechosas". Tres días antes, pacientes, familiares y personal fueron objeto de minuciosas revisiones, interrogatorios y trato duro: "fue como un secuestro, nos trataron como terroristas. Como hubo cambio de guardias, no podíamos salir", denunció el familiar de una mujer recién intervenida.

Simultáneamente arribaban al hospital un millar de trabajadores que, de inmediato, pusieron mano a la obra: pulieron las aceras, arreglaron las persianas y dieron lustre a todos los puntos del recorrido que habría de realizar Marta Sahagún.

Y mientras una paciente reclamaba "no es justo, porque las citas te las dan cada dos o tres meses y ahora voy a tener que esperar nuevamente a que me den otra y lo malo es que vengo desde Tlaxcala", la Señora conocía "a fondo" la escuela que tiene 20 computadoras, platicaba con los enfermos sobre sus estudios, visitaba el área de hemodiálisis donde los niños pueden tener acceso -vía una lap-top- al Programa Encicomedia o a las materiales del INEA y Edusat. ¡Claro que, de paso, entregó certificados de secundaria a varios pacientes!

Dichosa a más no poder, afirmó: este programa "sí es noticia, porque tiene que ver y refleja los tiempos nuevos que está viviendo nuestro país; tiempos de trabajar en equipo, donde el gobierno no lo puede todo y la sociedad no puede sola". ¡Zas!

Y es que los diseños exclusivos que ahora viste pueden definirse como elegantes, de alta costura y con un cierto toque "minimalista": han arropado hasta a la célebre Jeanne Moreau. Aunque, ciertamente, en el ISSSTE las necesidades urgentes correspondan a un concepto un tanto cuanto diferente.

Según Manuel Urbina, subdirector general médico del ISSSTE, el déficit del fondo médico asciende a más de 8 mil millones de pesos que deberían destinarse a la renovación de 25 mil equipos obsoletos y la ampliación de la infraestructura. Además, se requiere la contratación de 12 mil trabajadores (médicos, enfermeras, paramédicos y personal de apoyo en salud), de los cuales 900 se ubicarían en las clínicas de primer nivel que operan de manera precaria por falta de personal.

La infraestructura de clínicas y hospitales carece de capacidad para atender la demanda y el promedio de antigüedad del equipo es de 18 años. Su sustitución y compra sumaría 3 mil 800 millones de pesos, cuando en 2004 apenas se dispuso de 457 millones de pesos, de los cuales 12.6 se canalizaron a la reposición.

Urge fortalecer el primer nivel de atención debido a que por las carencias, las clínicas están imposibilitadas de resolver los padecimientos de los pacientes, lo que, a su vez, ocasiona la saturación de los hospitales de segundo y tercer niveles.

De las mil 122 clínicas familiares, sólo 440 pertenecen al ISSSTE: 52 son rentadas, 203 son subrogadas y 417 corresponden al rubro "otras". Urbina calcula que para "hacer mejor uso de los recursos" y sustituir 30 por ciento de las ahora subrogadas, se deberían edificar y equiparse adecuadamente 187 unidades de medicina familiar, así como el cien por ciento de las que hoy día se rentan.

Y aunque se cuenta con mil 778 camas hospitalarias para el segundo y tercer niveles, faltan otras mil 364. Las delegaciones de la zona metropolitana de la ciudad de México cubren 40 por ciento de los afiliados con un déficit de 971 camas.

Pero, ese día, la esposa del Presidente -quien también encabeza la afamada fundación Vamos México- iba muy bien vestida y lucía rebosante. Y, por fortuna, todo, todo estuvo en su lugar, muy, muy bien preparado. ¡Fue un exitazo! Hasta la directora del nosocomio, Luz María Goti, reconoció que las batas blancas que portaban dos miembros del Estado Mayor Presidencial "son decisiones exclusivas de la Presidencia". Lamentablemente, las prendas de Pierre Cardin están lejos del alcance de los derechohabientes del ISSSTE.

* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

 
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