Usted está aquí: jueves 22 de diciembre de 2005 Cultura Espacio para el conocimiento y la diversión

MUSEOS DE MEXICO

Espacio para el conocimiento y la diversión

MONICA MATEOS-VEGA

Ampliar la imagen Universum est�ntegrado por 14 salas, un auditorio, un observatorio, un teatro-laboratorio y una biblioteca FOTO Yazm�Ortega Cort� Foto: Yazm�Ortega Cort�

Los museos de las ciencias mexicanos datan de los años 70, cuando fue inaugurado el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad en Chapultepec, Distrito Federal. A finales de esa década se abrió en la ciudad de Monterrey el Centro Cultural Alfa, recinto dedicado a las ciencias, totalmente interactivo.

Luego siguió el Centro de Ciencias de Sinaloa y, finalmente, en noviembre de 1992, Universum, el Museo de Ciencias de la UNAM, en el cual se invirtieron 30 mil millones de pesos.

Al frente del proyecto estuvo Jorge Flores Valdés, entonces director del Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia, quien detalló en esa época que Universum sería ''una casa abierta a la imaginación y al conocimiento, en el que la ciencia se muestre como algo divertido y no como una disciplina rígida''.

El entonces rector José Sarukhán Kermez afirmó el día de la inauguración que frente al hecho real de que la ciencia no forma parte de la cultura general del mexicano, Universum, con sede en las antiguas instalaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), buscaba ser ''un camino más para mostrar y enseñar cómo el hombre ha desarrollado la ciencia y utilizado el conocimiento científico para transformar su medio ambiente''.

El museo ocupa una superficie de 23 mil metros cuadrados. Desde el principio se pensó construir también un gran planetario, pero hasta el momento no se ha contado con los recursos económicos necesarios.

En 2001 la astrónoma Julieta Fierro (entonces responsable del recinto) señaló a La Jornada que más que crear un planetario, que implicaría utilizar ''una tecnología de hace 100 años, me gustaría impulsar una pantalla omnimax'', pues ''con la ayuda de una computadora no sólo se pueden proyectar las estrellas, sino un corazón, células, bosques, el torrente sanguíneo o la savia de una planta, pero para eso se necesitan 70 millones de pesos que no tenemos''.

En el país existen casi dos docenas de recintos para la divulgación de la ciencia, agrupados en la Asociación Mexicana de Museos y Centros de Ciencia y Tecnología.

Universum está integrado por 14 salas, un auditorio, un observatorio, un teatro-laboratorio, la biblioteca (herencia del Conacyt, considerada la más importante en lo referente a literatura científica), así como distintos espacios en el exterior, como La casita de las ciencias.

Recientemente se construyó una bóveda para un miniplanetario y se abrió un acogedor espacio infantil, además de la sala dedicada a exposiciones temáticas, la cual alberga una sobre satélites de comunicaciones.

En los próximos meses se tiene planeada la creación de un Centro del Espacio, que contará, por fin, con un gran planetario y un virtuarium electrónico, una sala con lo más moderno para la proyección de películas panorámicas.

Como una extensión de Universum, en el ex templo de San Pedro y San Pablo (que albergaba a la Hemeroteca Nacional), en el Centro Histórico, se inauguró en 1996 el Museo de la Luz, que hasta la fecha brinda a miles de vecinos de esa zona la oportunidad de aproximarse a las ciencias. El recinto permanecerá cerrado por vacaciones en lo que resta del mes y reanudará labores el 7 de enero.

 
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