Alvarez Bravo, en el origen de Eternidad
Ampliar la imagen Primac�de la materia sobre la mente, de Man Ray, data de 1929
La exposición Eternidad fugitiva tiene su origen en la colección formada por Manuel Alvarez Bravo entre 1980 y 1986 para la empresa Televisa. En ese sentido la muestra del Museo del Palacio de Bellas Artes asume la propuesta de don Manuel de formar un Museo de la Fotografía en México. Es decir, no sólo como acopio de imágenes relevantes por su valor histórico y artístico, sino dar la oportunidad de hacer distintas "lecturas sobre lecturas", de modo que el acervo permitiera una revisitación constante con el objeto de actualizarla, expresa el investigador Alfonso Morales.
Cerrado el proyecto del Museo de la Fotografía, finiquitado el Centro Cultural Arte Contemporáneo, la Fundación Televisa, heredera de la Fundación Cultural Televisa, experimenta un tercer aire en el área de artes visuales bajo la dirección de Mauricio Mallé. Existe la vocación de retomar el concepto del museo de la fotografía, afirma Morales.
Si exposiciones como Eternidad fugitiva llaman la atención sobre el valor de las colecciones de la fundación, también pretenden poco a poco incorporar nuevas piezas y de algún modo revalorar la imagen de la fotografía en sus aportaciones contemporáneas, en el entendido de que, hasta donde se quedó el acopio, hay por lo menos dos décadas en las cuales la fotografía ha cambiado muchísimo. La fotografía "ya no está en el lugar donde Alvarez Bravo la conoció", asegura Morales.
Aproximarse a ese gran acervo desde una lectura contemporánea debe incluir, entre otras cosas, el cambio de paradigma que tiene la fotografía. Ahora, con la aparición de la tecnología digital y la posibilidad de fusión de los géneros, la imagen se ha vuelto "veleidosa, cambiante, promiscua". Hay una nueva dialéctica entre lo fijo de la imagen fotográfica y la capacidad de transformación que permiten las nuevas tecnologías. Hay nuevos géneros. Quizá una de las definiciones principales del nuevo comercio iconográfico es la capacidad de pasar de un medio a otro con una facilidad enorme, apunta Morales.
Desde hace dos décadas, gracias al trabajo de muchos historiadores y críticos, se ha podido recuperar el pasado de la fotografía mexicana.
Merry MacMasters