Usted está aquí: domingo 18 de diciembre de 2005 Cultura La lucha antiglobalización será eficaz sólo si se reinicia dentro de los estados

Leo Panitch: error, desdeñar a partidos locales por considerar que carecen de poder

La lucha antiglobalización será eficaz sólo si se reinicia dentro de los estados

Ingenuo, pensar que caerá pronto el imperio americano, dice el director de Socialist Register

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Los estados no pueden verse como víctimas de la globalización, por el contrario, son sus creadores, y las fuerzas que se oponen a esa integración deben comprender que nada pueden hacer en contra de la misma fuera de los estados, sino que los cambios deben ser desde dentro, afirma el investigador Leo Panitch, editor desde hace 20 años de la revista anual Socialist Register, que por segundo año consecutivo se publica en español.

Los dos volúmenes más recientes, de 2004 y de 2005, titulados El nuevo desafío imperial y El imperio recargado, respectivamente, se encaminan a analizar el "imperio americano", qué significan esas dos palabras en el nuevo siglo, quién lo maneja, cómo trabaja y qué tanto hay de cierto en su estabilidad o en su declive.

"Imperio", señala Panitch, es una palabra fuera de moda, que remite a nociones desarrolladas a principios del siglo XX. Por ello, agrega, es necesaria una reformulación de lo que es el imperialismo para el siglo XXI y sus relaciones con los demás estados dentro de la globalización y el movimiento internacional de capital.

Respecto del anunciado declive del "imperio estadunidense", el profesor de la Universidad York de Toronto subraya en entrevista vía telefónica que "señalar algo como la guerra en Irak o los problemas que tiene Estados Unidos para pagar sus deudas, no significa necesariamente que sea un imperio débil o en declive; eso sería no tomar en serio el tamaño de su poder económico, cultural y militar".

Hay que recordar que grandes imperios, como el romano, pese a sus problemas, tardaron siglos en caer y difícilmente puede imaginarse que el "imperio americano" colapse en poco tiempo.

En este momento "tenemos que entender el nuevo imperialismo de una manera muy diferente al viejo imperialismo. Muchos creen que Alemania, Japón o Europa en general va a desafiar al imperio americano, o incluso China, pero la realidad es que eso ocurrirá dentro de años".

Es cierto que dentro de ese imperio existen contradicciones y fracturas, pero las capacidades y fuerzas que están ahí son muy débiles aún y lo que debemos hacer es comprometernos a desarrollar esas capacidades y fuerzas, pero es un proceso muy lento. "Sería ingenio pensar que será fácil deshacer ese poder".

Aclarar malentendidos

Algo similar ocurre con la globalización. "Si sólo la vemos como algo que ocurre fuera de los estados o los gobiernos nacionales, como si fuera un monstruo que camina alrededor de ellos, perderíamos de vista el significado, es decir, que los estados, por supuesto dirigidos por el imperio americano, han estado involucrados en la hechura de la globalización, en su manejo, sus regularizaciones, codificación y legislación".

Sí se puede hacer algo contra la globalización, añade, pero no se puede hacer rodeando a los estados, sino dentro de ellos, y no se pueden cambiar sin modificar las fuerzas sociales dentro de los propios estados. "Esto tiene grandes implicaciones para los movimientos antiglobalización, que a menudo piensan en términos de 'si el capitalismo es global e internacional, los movimientos sociales y políticos también tienen que ser internacionales', pero ignoran a los partidos locales porque estiman que carecen de poder.

"Eso es un error; los cambios tienen que ser dentro y a través de los estados, y después hay que trabajar en la internacionalización de los movimientos que se oponen a la globalización."

En este contexto, no se puede ser tan emotivo como para decir que el papel de los intelectuales es central porque las fuerzas que necesitan reorganizarse son las políticas. Sin embargo, "como intelectuales, en las universidades o en los periódicos, sí podemos tener un impacto enorme en términos de clarificar qué es la globalización y terminar con las confusiones comenzando por estas dos creencias de que es algo que pasa fuera de los estados o es sólo el resultado de un proceso tecnológico".

Tal vez aclarando los malentendidos "las personas puedan ver mejor qué hacer; y si se dan cuenta de que la globalización no es un proceso externo será muy importante, pero eso sólo podrá ocurrir si las fuerzas internas los invitan y utilizan para establecer estrategias".

 
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