La cero tolerancia empezó ayer
La cero tolerancia contra el comercio informal en las calles remodeladas del centro, anunciada por el gobierno capitalino, se inició ayer. Un grupo de trabajadores de vía pública de la delegación Cuauhtémoc, escoltados por granaderos, arremetió contra los ambulantes que no lograron levantar su mercancía en la calle Corregidora, de Pino Suárez a Erasmo Castellanos.
Los gritos de desesperación de sus compañeros para que no se llevaran a un hombre de unos 35 años que cargaba una bolsa de plástico negra con sus cinturones, molestó a los uniformados, que formaron una valla frente a dos camionetas blancas, una sin placas ni logotipo oficial, en las que subieron la mercancía decomisada y al infractor.
La advertencia de "chinguen a su madre, culeros, no nos van a amedrentar", proferida por un hombre que se encontraba arriba de la camioneta, vestido de azul marino, con una placa metálica en el pecho con el logotipo de la delegación, caldeó los ánimos y provocó que los comerciantes se fueran contra la unidad placas 808 RPF. Una anciana alcanzó a golpearlo con un palo, pero de inmediato fue aventada por los uniformados.
Jovita Cruz, líder de los ambulantes de la calle Corregidora y Erasmo Castellanos, exigió que cesaran las agresiones contra las mujeres y los niños que rodeaban las camionetas y liberaran a su compañero. La respuesta fue replegarlas hacia la banqueta. "Ya jefa, no se enoje, mejor arrejuntése, de todos modos ya se lo van a llevar", le dijo uno de lo granaderos mientras aprovechaba para echar un ojo a los cinturones que acababan de incautar.
Un trabajador de la delegación trató de calmarla: "Al rato regresamos a Güicho, no ves que hubo órdenes de quitarlos, y po´s les tocó". Sin embargo, el operativo no fue parejo, porque no se aplicó contra los ambulantes que ocupan las calles de 20 de Noviembre, Tacuba, 16 de Septiembre, Palma y Venustiano Carranza.