SEXTA CUMBRE DE LA OMC
Entrampan EU-UE negociaciones comerciales en Hong Kong
El primero insta a fijar fecha para terminar con subsidios a exportaciones, mientras los europeos piden que reforme su programa de alimentos
Productores de plátano amenazan con bloqueo
Ampliar la imagen Activistas antiglobalizadores protestan en las calles de Hong Kong contra la OMC, enarbolando efigies del comisionado de Comercio europeo, Peter Mandelson; del presidente estadunidense George Bush y del primer ministro japon� Junichiro Koizumi FOTO Reuters Foto: Reuters
Hong Kong, 14 de diciembre. La primera ronda de negociaciones de un grupo de 36 países representativos de diversos bloques y regiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), reunidos para despejar el camino de la ronda de Doha, terminó en fracaso la madrugada de este jueves, al culminar cuatro horas de discusiones, informó el canciller brasileño Celso Amorim. Con pocas perspectivas de avanzar en el tema del acceso a los mercados de los bienes agrícolas, los 149 países de la organización se han centrado en proponer paquetes de ayudas comerciales para los países pobres.
El temor es que pueda repetirse lo que sucedió en la última reunión ministerial del organismo celebrada hace dos años en Cancún, cuando los países en desarrollo paralizaron las conversaciones antes de que empezaran siquiera las negociaciones sobre agricultura. En esta ocasión, las dos superpotencias económicas, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), están enfrentadas en el tema agrícola y se acusan mutuamente sobre la ayuda alimentaria que traba las negociaciones. Estados Unidos instó a que se fije una fecha para terminar con los subsidios a las exportaciones de productos del campo, principalmente utilizados por la UE. Esta, a su vez, insistió a Washington que reforme su programa de ayuda alimentaria.
Las negociaciones se entramparon más por la amenaza de los productores latinoamericanos de plátano de bloquear la ronda de Doha si la Unión Europea no da marcha atrás en su intento por aplicar un nuevo régimen de importaciones del fruto, y por el tema de las ayudas alimentarias y los subsidios agrícolas.
El algodón, que ya fue una de las causas del fracaso de la reunión ministerial de Cancún en 2003, amenaza con deparar la misma suerte a Hong Kong, a menos que los países industrializados, con Estados Unidos a la cabeza, se comprometan a reducir los subsidios a los productores que socavan sus exportaciones. Los delegados de Burkina Faso, junto con los de Chad y Benin advirtieron: los países del norte deben eliminar en el más breve plazo las subvenciones que otorgan a sus productores de algodón. Caso contrario llevarán hasta 20 millones de agricultores africanos a la ruina.
Apenas es el segundo día del encuentro en Hong Kong y ya se plantea la necesidad de una nueva reunión a comienzos de 2006, como externaron por separado el canciller brasileño y la representación estadunidense en la mesa de negociaciones.
Indignadas por las presiones que sufren los países pobres para que abran sus mercados a los más ricos, las organizaciones no gubernamentales (ONG) gritan en coro en Hong Kong que más vale un fracaso que un ''mal acuerdo'' en las negociaciones de la OMC.
En el encuentro ministerial hubo discrepancias a la hora de fijar una fecha para poner fin a las subvenciones al comercio, gesto que reclaman Brasil e India, líderes del G-20, para no dar por perdida totalmente esta conferencia de Hong Kong.
La Unión Europea y Suiza votaron en contra, por lo que ''no hubo conclusión porque aquí las condiciones son todas por consenso'', admitió Amorim, quien minimizó este desencuentro y consideró que ''hubo avance por el hecho de que la mayoría de los países se pronunciaron a favor'' de fijar una fecha para acabar con estos subsidios que perjudican a los países en desarrollo.
En esta primera reunión las delegaciones también abordaron el acceso a los mercados para los productos industriales, sobre la base de una carta firmada por 11 países enviada al presidente del consejo, en la que se reclama que se negocie sobre la base de ''las preocupaciones que tenemos, que son parecidas a las del G-20 y a otros países''.
''Nada nuevo, para decir la verdad. Se reiteraron las posiciones sin ninguna conclusión'', declaró Amorim.
En esta primera ronda de negociación propiamente dicha también abordaron el ''paquete de desarrollo'' para los países menos adelantados (PMA), que suscita algunos problemas, por lo ''que volveremos a hablar mañana'', aseguró.
Estados Unidos advirtió a sus socios comerciales que el mundo volvería al proteccionismo si no se logran progresos en las conversaciones mundiales para reformar el comercio, lo que está impidiendo el crecimiento y perjudicando a los pobres.
El representante comercial de Estados Unidos, Rob Portman, instó en particular a la Unión Europea a aceptar una ''fórmula global'' para abrir los mercados agrícolas protegidos, en el segundo día de la cumbre de la OMC.
El estancamiento en el capítulo agrícola por la negativa de la UE a abrir más sus mercados a estas importaciones ha frustrado las esperanzas de que en la cumbre se llegue a un acuerdo sobre un borrador para un tratado comercial en 2006, que liberaría los sectores agrícolas y en bienes industriales y de servicios.
''Creo que avanzamos o nos arriesgamos a ir marcha atrás hacia el proteccionismo, que impedirá el crecimiento económico y perjudicará principalmente al mundo en desarrollo'', advirtió Portman en la conferencia.
Reaccionando a la petición de Estados Unidos, la comisaria de Agricultura de la UE, Mariann Fischer Boel, dijo que Bruselas está dispuesta a discutir el tema, pero primero sería necesario hablar de asuntos paralelos, como los créditos a la exportación y las compañías estatales de comercio, que actúan también como formas de subsidios.
La Unión Europea insiste en que Estados Unidos y Japón deben seguir el ejemplo europeo y abrir sus mercados a los productos de los países más pobres, sin aranceles ni cupos de importación. Washington ofreció una reducción de las tarifas aduaneras para productos agrícolas de 55 a 90 por ciento, la UE de 35 a 60 por ciento, aseguró.
Esta sexta reunión ministerial habrá visto el alineamiento del mundo en desarrollo para defender sus intereses por variados que puedan parecer, una vez más por iniciativa de Brasil y del G-20, que ha reunido a los diferentes bloques que los representan y que, como recordó el ministro de Comercio indio Kamal Nath, suponen ''cuatro quintos'' de la población, un claro mensaje para el norte minoritario.
Un norte que no sabe qué hacer para ganárselos a su causa. Después de la propuesta de la UE con el ''paquete del desarrollo'' y del aumento progresivo de la ayuda para infraestructura a los países más pobres a 2 mil millones de dólares para 2010, el miércoles fue el turno de Estados Unidos.
Las ofertas a los emergentes
El representante comercial de Estados Unidos, Rob Portman, ofreció aumentar de mil 300 millones de dólares aportados en 2005, a 2 mil 700 millones para 2010 la ayuda para comercio a los países pobres, aunque no será gratuita. La condición es que vaya acompañada ''de un mayor acceso a los mercados'' (de los países que se beneficien).
En tanto, la Unión Europea ofrece reducir las barreras al comercio con un recorte medio de 46 por ciento de los aranceles agrícolas, la que calificó de no tener ''equivalente de parte de otros miembros de la OMC'', declaró Peter Mandelson, comisionado europeo de Comercio.