La popularidad del ex presidente no es sinónimo de aceptación, como lo comprueban el hecho de que siete de cada diez personas en el país tiene una mala imagen de él, y el número de quienes no lo ven con agrado es mayor cuando se pregunta a habitantes de la Ciudad de México.

Los mexicanos que tienen una opinión positiva de Salinas de Gortari representaron apenas el 10%, tanto a nivel nacional como en el Distrito Federal.

A pesar de que dejó la presidencia de la República hace más de 10 años, para una buena parte de la población la influencia de Carlos Salinas de Gortari en la vida política nacional se mantiene.

Al menos así lo percibe la gente en cuanto se refiere a su poder en el PRI y en el gobierno federal, ya que 71% de los mexicanos cree que Salinas de Gortari todavía tiene una fuerte injerencia en el PRI, y 55% considera que influye mucho o algo en la administración del presidente Vicente Fox.

Una pregunta que flota en el ambiente electoral es: ¿hasta dónde esta situación puede perjudicar al PRI y al gobierno de Fox? Es difícil precisarlo, pero está claro que cuando a una institución se le asocia con figuras que no son muy bien vistas por la sociedad esto tiene un costo político. Habrá que esperar para ver cuál es el saldo para ambas instituciones y si se deslindan o no de este controvertido personaje.