Usted está aquí: jueves 8 de diciembre de 2005 Cultura El reto es evitar que la fama me convierta en monumento

Entrevista a EUGENIO BARBA, DIRECTOR ESCENICO

El reto es evitar que la fama me convierta en monumento

Mi rebeldía: crear un teatro lejos de la cultura dominante

Ampliar la imagen Eugenio Barba, quien visit�xico para impartir un taller y dictar una conferencia magistral en Cuernavaca, adelanta pormenores del montaje Ur-Hamlet, que pondr�n Dinamarca en 2006 FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz

El autor de la teoría de la antropología teatral propone que ésta no pugna por hallar principios universalmente verdaderos, sino indicaciones útiles para el comportamiento fisiológico y sociocultural de las personas

CARLOS PAUL ENVIADO

Cuernavaca, Mor. Los problemas de mestizaje que surgen en Europa, como el caso reciente en Francia, donde jóvenes franceses de padres inmigrantes salieron a las calles para protestar, no son como los que se viven o vivieron en Latinoamérica.

''Allá sobre todo son cuestiones de índole social", explicó en entrevista Eugenio Barba (Brindisi, Italia, 1936), director del Odin Teatret, de Dinamarca, y fundador en 1979 de la Escuela Internacional de Antropología Teatral.

El reconocido creador escénico, quien visitó México para impartir un taller y una conferencia a los alumnos e integrantes del grupo La Rueca, encabezado por Susana Frank, cuya sede es el Centro Cultural El Dragón de Jade, de Cuernavaca, en charla con La Jornada habla de sus actuales retos como persona y creador, del mestizaje europeo, así como de su teoría denominada antropología teatral y de su próximo montaje, Ur-Hamlet, el cual integrará más de 80 intérpretes de diversas nacionalidades, entre actores, bailarines y músicos.

En Francia, explicó el autor de Anatomía del actor, ''las revueltas que se dieron recientemente son rebeliones sociales de jóvenes que objetivamente están discriminados a escala social y económica. Es evidente que existe también un aspecto cultural. El hecho de que en Europa se hable de valores democráticos y se diga que se tiene que respetar cada cultura hace que de pronto surjan determinadas cuestiones".

Un ejemplo se puede ver en Dinamarca, ''donde mujeres musulmanas que trabajan en los supermercados rechazan vender comida de cerdo, licores o tener contacto con otros hombres que no sean sus maridos, porque su propia cultura, el Corán, no les permite relacionarse. Eso crea una situación extraordinaria a la que los políticos europeos no están acostumbrados a solucionar".

Entonces, señala Barba, ''por un lado están los principios democráticos de respeto a las culturas y por otro situaciones como ésas, que aparentemente son pequeñas, pero en el fondo son un problema social, pues los inmigrantes no sólo de Dinamarca, sino de otros países, son discriminados respecto de lo que es, por ejemplo, el empleo".

Para el autor de Las islas flotantes, ''mi manera de rebeldía es crear un teatro, un ambiente casi como una ecología del teatro que se separe -mediante su práctica y forma de pensar y de actuar- de lo que son los cánones dominantes de su propia cultura. Es una paradoja, es decir: tú no debes interpretar los valores de tu cultura, tienes que alejarte de ellos, porque sólo de esa manera puedes construir lo que es una cultura alternativa".

Ambición por individualizar

En El arte secreto del actor, Eugenio Barba apunta: ''La antropología teatral no busca principios universalmente verdaderos, sino indicaciones útiles. No tiene la humildad de una ciencia, sino la ambición de individualizar los conocimientos útiles para el trabajo del actor. No quiere descubrir 'leyes', sino estudiar reglas de comportamiento. Originalmente se entendía por antropología el estudio del comportamiento del ser humano no solamente a nivel sociocultural, sino también fisiológico.

''La antropología teatral, por consiguiente, estudia el comportamiento fisiológico y sociocultural del ser humano en una situación de representación."

Dicha propuesta, comentó, ''sigue vigente al 100 por ciento, mejor dicho al 101 por ciento".

Respecto de sus actuales retos destaca: ''Nunca se envejece bien; en ese sentido, el reto más grande que tengo es intentar envejecer lo menos mal que se pueda, no a nivel físico, sino a nivel profesional.

''El hecho de haber trabajado más de 40 años -confiesa Barba- hace que uno este saturado de experiencias. Mi más grande deseo es poder continuar con la misma motivación y compromiso de antes, como el primer día. Cada día que me despierto tengo como un terror; tal vez esa motivación desapareció, y eso es un reto.

''Otro es cómo mantener vivo un grupo como el Odin Teatret, que tiene más de 41 años. Cómo inventar nuevas maneras que permitan revitalizar las dinámicas internas, los objetivos prácticos, técnicos, artísticos que puedan estimular a actores que han vivido de todo, que tienen el prestigio que se puede tener. Esos son los grandes retos: cómo romper, cómo no dejar que el prestigio te encierre o transforme en monumento. Cómo nunca estar donde las personas te ponen. Cómo escapar a las definiciones que los demás dan."

Un Hamlet original

Para agosto de 2006, Eugenio Barba pondrá en escena, en un castillo de Dinamarca, ''el texto en el cual se inspiró Shakespeare para escribir su célebre obra Hamlet". Se trata, adelanta a La Jornada el creador escénico, de Ur-Hamlet, del escritor danés Saxo Gramaticus. Ur, explica, significa original.

''Saxo escribió aproximadamente en el año 1200, en latín, la historia de un rey de Dinamarca que es asesinado por su hermano, y que según las conductas de aquel entonces también tenía que matar a su familia para escapar a la venganza. Para no ser asesinado, Hamlet se finge loco y el hermano usurpador no puede -porque perdería prestigio ante el pueblo- matar a un loco.

''Todos los acontecimientos que se tienen en Shakespeare -comentó Barba- están también escritos por Saxo Gramaticus, a excepción del fantasma. Por supuesto, añade, el personaje que inventó el dramaturgo inglés es el primer personaje moderno, que piensa y reflexiona, mientras el Hamlet de Saxo es sólo un poderoso que se finge loco para matar a su adversario y después ocupar el trono y oprimir a su pueblo."

Este espectáculo ''estará integrado por 80 intérpretes, entre actores-bailarines y músicos de distintas partes del mundo, como de Balí, Japón, India, Africa y los propios actores del Odin Teatret''.

El montaje, ''que se ha ido integrando por etapas, durante cuatro años", se presentará en un castillo de Dinamarca, en el contexto de un festival dedicado a presentar obras sobre Hamlet.

También el año próximo, pero en julio, Barba presentará Don Giovani al infierno, ''pero no el de Mozart; quizá sí con su música, pero es completamente otra obra. A los actores del Odin Teatret se integraran un grupo de músicos hindúes y una orquesta de cámara que tocará la música de Mozart".

Barba ofreció el pasado martes, a instancias del Centro Cultural El Dragón de Jade, en Cuernavaca, la conferencia magistral titulada La historia subterránea del teatro, y la actriz Julia Varley hizo una demostración escénica, con la que los asistentes tuvieron oportunidad de conocer parte de las propuestas escénicas de Eugenio Barba.

 
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