Esta actividad, la de más bajo rango social: Thais
Niñas y adolescentes, 99% de las trabajadoras domésticas en el DF
El trabajo doméstico es considerado el de más bajo rango social, menos regulado y peor remunerado, mientras que 99 por ciento de las trabajadoras domésticas son niñas y adolescentes, cuya situación de vulnerabilidad las hace particularmente "presas de abuso sexual".
Lo anterior se establece en un primer informe sobre trabajo adolescente doméstico en hogares de terceros en el Distrito Federal, realizado por la asociación Thais, Desarrollo Social, y presentado ayer ante diputados de la Comisión de Asuntos Laborales y Previsión Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
En las conclusiones se puntualiza que las niñas y adolescentes que trabajan de "planta" en la mayoría de los casos viven en la casa de los patrones, tienen poco contacto con sus familiares y escasas oportunidades de hacer amigos o convivir con personas de su edad.
Se advierte además que no hay un horario, ni definición de las tareas específicas que deben realizar, por lo que la inmensa mayoría no asiste a la escuela.
Durante la presentación se hizo mención al caso de Rosario, de 16 años, quien describió: " A las 6:30 tengo que estar para poner los lonches de los niños para que se vayan a la escuela, hacer algún desayuno para mis jefes y luego se van y yo recojo la cocina, luego subo a tender las camas, sacudo, lavo los baños, a eso de las 11 de la mañana desayuno poco y después lavo la ropa...".
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Asuntos Laborales y Previsión, Claudia Esqueda, reconoció que pese a que la Ley del Trabajo prohíbe la contratación de menores de 14 años, a diario miles de niños y niñas son explotados.
En tanto que la encargada del área de protección a la infancia de la UNICEF en México, María Pérez García, precisó que la explotación laboral de niñas repercute de forma negativa en su desarrollo físico, cognoscitivo, social, moral y, sobre todo, emocional, ya que no tienen tiempo libre para descansar, tener acceso a juegos recreativos, a la cultura, a la educación, y mucho menos para estar con sus familias.
"...Pues haz de cuenta que luego si me siento triste, porque no tengo con quién platicar o salir con una amiga, no puedo y me siento sola...", comentó Rosalía, de 15 años.
Por lo que la asociación advierte que "por su naturaleza el trabajo infantil doméstico es susceptible de ser una de las peores formas de trabajo o de convertirse en ello. No sólo muchos de los niños que ejercen esta labor son muy pequeños, sino que las tareas que realizan son difíciles de regular o controlar".