Fitch elevó la calificación de deuda pues considera que se mantendrá la estabilidad
No inquietan a calificadoras de EU las elecciones de 2006 en México
López Obrador no es Chávez ni Lula, destaca la agencia Standard and Poor's
Nueva York, 7 de diciembre. La agencia Fitch elevó este miércoles las calificaciones de deuda de México, argumentando que el país mantendrá la estabilidad macroeconómica sin importar el resultado de los comicios presidenciales del próximo año.
A su vez, la calificadora Standard and Poor's calificó de ''pragmática'' a la izquierda política en México, y dijo que si el ex jefe de gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador, gana la Presidencia de la República, se continuará con esa postura. En un amplio reporte, desestimó las comparaciones que se llegan a hacer entre el candidato presidencial López Obrador y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. ''Se pueden obtener más lecciones estudiando la rica historia de México que haciendo comparaciones (de López Obrador'' con los presidentes Chávez o (Luiz Inacio) Lula (da Silva, de Brasil)''.
López Obrador, abundó Standard and Poor's, claramente no comparte la línea de pensamiento económico representada por los ex presidentes Ernesto Zedillo o Carlos Salinas o por el presidente Vicente Fox. Sin embargo, López Obrador tiene puntos de vista más cercanos a los de líderes políticos que se opusieron a ese modelo o de quienes prefieren el modelo de desarrollo anterior. La pregunta es cómo trabajar con la realidad actual, dice el reporte, en el que no se manifiestan puntos de inquietud ante un posible triunfo electoral de la izquierda mexicana.
Mientras, Shelly Shetty, directora del grupo soberano de Fitch, dijo que ''existe un consenso básico sobre la estabilidad macroeconómica; esa es la razón por la que nos sentimos cómodos al mejorar la calificación de México ocho meses antes de las elecciones''.
Fitch elevó la calificación de la deuda mexicana en moneda extranjera a BBB desde BBB-. También subió el techo soberano de México y su calificación en moneda local a BBB+ desde BBB, pero mantuvo las notas en moneda extranjera y local de Petróleos Mexicanos en BBB- y BBB, respectivamente. El panorama de las calificaciones es estable, señaló la agencia.
''También nos sentimos cómodos con la afianzada posición de liquidez de México, su régimen cambiario flotante, su estrategia de deuda y de prefinanciamiento, lo que podría actuar como un importante absorbente en caso de una sacudida política'', consideró Shetty.
Enfocándose únicamente en López Obrador, Standard and Poor's señaló que el ex jefe de gobierno de Distrito Federal no es Hugo Chávez, presidente de Venezuela, ni tampoco Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil. ''Cada país tiene sus propias circunstancias, tradiciones e instituciones. Así, México no es Venezuela ni Brasil'', señaló la firma.
México ha transitado ''dramáticamente'' en las últimas décadas de un modelo económico cerrado a uno de apertura comercial. La izquierda en México es en ocasiones más nostálgica que revolucionaria y ha estado en el poder con el PRI, que cuenta con un segmento duro orientado a la izquierda, señala la firma.
Standard and Poor's concluye que ''la izquierda ha sido pragmática cuando ha estado en gobiernos estatales o locales y podría suceder lo mismo de ganar la Presidencia'', por lo que además descartó un regreso al ''viejo modelo económico''.
Esto significa que cualquier análisis sobre una calificación a México tendrá que concretarse en los detalles, observar si el pragmatismo resulta en políticas que sustenten la inversión y el crecimiento.
Un eventual gobierno encabezado por López Obrador no influirá directamente en la calificación crediticia de México. ''Ello dependerá de lo que el nuevo presidente realice o cómo su administración reaccionará ante los retos económicos de México'', indicó Standard and Poor's.
Descartó afectaciones a la calificación de México durante las campañas, dado que el país mantiene una política monetaria cambiaria flexible y un entorno fiscal estable; el enfoque no se centrará en la retórica de la elección, sino en las políticas a futuro.