El país cambiará por el camino de la concordia y respetando a todos, sostiene

No tengan miedo; no habrá venganza, dice López Obrador a sus adversarios

Reitera que no vivirá en Los Pinos: dejarán mala vibra y ni con una limpia se supera

ENRIQUE MENDEZ

A sus opositores del PRI y del PAN, el precandidato presidencial de la Alianza por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, les anticipó que su eventual gobierno no será de venganzas ni establecerá un mandato autoritario. "Vamos a garantizar las libertades, respetaremos a los que no piensan como nosotros. Sólo en las dictaduras hay pensamientos únicos, pero en una democracia hay pluralidad", expresó.

Durante su segundo día de gira por el Distrito Federal, también envió un mensaje al sistema económico: "vamos a estar pendientes del déficit fiscal, que no haya inflación, que tanto les preocupa a los tecnócratas, a los que se les tiene muchas consideraciones. Vamos a vigilar que haya equilibrio macroeconómico, no estoy chiflado. No se debe gastar más de lo que se tiene, pero la prioridad la van a tener los pobres. Cuando hay inflación, al que se perjudica más es al pueblo".

Ayer, López Obrador concentró sus actividades en las plazas de las delegaciones Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan y Coyoacán, y a lo largo del día insistió en sus críticas a la reforma que PRI y PAN en la Cámara de Diputados pretendían realizar a los artículos 25 y 31 de la Constitución para darle "autonomía" a los organismos financieros, fiscales y de ahorro del país.

"Se rajó el PAN. Y dijo Felipe Calderón que no querían hacerme el caldo gordo. Pero él sabe perfectamente que no me iba a quedar callado. Hay que recordar que cuando él fue presidente del PAN aprobaron el Fobaproa. Y ahora (los panistas) tuvieron que recular y está muy enojado por eso", dijo.

Falló la intentona de establecer
un nuevo poder financiero

Como ha denunciado en días recientes, refirió que esos partidos pretendían establecer un cuarto poder, de carácter financiero, pero se les olvida que la única fuente de poder es el pueblo. "¿Por qué no se esperan a que el pueblo elija, no sólo al jefe del Ejecutivo, sino al proyecto de nación?"

Celebró nuevamente que priístas y panistas hayan rectificado, pero advirtió que estará pendiente por si quieren repetir "la intentona", que fue, dijo, una argucia más del ex presidente Carlos Salinas.

"Una persona me preguntó por qué menciono tanto a Salinas. Y cómo no, si es el jefe del PRIAN, y Vicente Fox se entregó en sus brazos. A Salinas lo acabo de ver con mucha claridad en esa intentona de reforma, y su principal promotor era Francisco Rojas Gutiérrez, nada más que el PAN se les rajó", sostuvo.

Por la tarde, en Tlalpan -donde acudió al mitin el general Francisco Gallardo, quien sería postulado por el PRD como candidato a la jefatura delegacional- dio un paso más en la forma en que ha logrado interactuar con sus simpatizantes, mediante pausas en el discurso que permiten a la gente gritar palabras que complementan sus frases.

Así, al dar respuesta al gobernador del Banco de México, quien pidió a los candidatos ofrecer respuestas sobre cómo sacar adelante al país, dijo sarcástico: "Por ahí anda un señor que nos pregunta a los candidatos cómo le vamos a hacer..."

La pausa deliberada de López Obrador prendió. "¡Ortiz!", gritó un hombre desde el gentío. "¡Guillermo Ortiz!" Con una sonrisa, López Obrador continuó: "¿Ortiz? ¿Así se llama? ¡Ja! Bueno, pues ese señor Ortiz fue subsecretario de Hacienda en la época de Carlos Salinas y privatizó los bancos, se los entregó a Carlos Cabal Peniche y a El Divino, y como secretario de Hacienda con Ernesto Zedillo los rescató. Usted, señor Ortiz, fue el del Fobaproa. ¿Y usted nos pregunta cómo le vamos a hacer? Lo inexplicable es que siga ocupando un cargo. Ese señor Ortiz nos ha costado al país más de 100 mil millones de dólares".

Al inicio de la gira, en Cuajimalpa, el tabasqueño definió el eje de su discurso para este miércoles.

López Obrador planteó que a sus adversarios y los voceros de éstos "les decimos que no tengan miedo, que no es mi fuerte la venganza, que no soy como ellos. El país va a cambiar por el camino de la concordia, respetando a todos. Que no hagan tanto coraje, no pasará nada. Sólo que el pueblo elegirá al presidente el próximo año".

Por la tarde, luego de comer con sus hijos, reforzó su planteamiento de que será presidente de la República. "No les gusta que se los diga, pero les vamos a ganar a los que se creen amos y señores de México", expuso.

Pero, acotó, no habrá autoritarismo, se garantizarán las libertades, se respetará a los librepensadores, se resguardará la libertad de expresión, de manifestación, de prensa y la religiosa. "No se verá la venganza, no voy a actuar de mala fe, vamos a respetar el derecho a disentir", ofreció.

También, entre los compromisos que ejercería a partir de su eventual mandato, insistió en que tendrá su residencia en Palacio Nacional, y no en Los Pinos, para que ésta forme parte de las áreas públicas del bosque de Chapultepec. "No voy a vivir en Los Pinos. Ahí van a dejar muchas malas vibras, y ni con una buena limpia se resolverá eso", ironizó.