Usted está aquí: martes 6 de diciembre de 2005 Economía Laptops para pobres: gran negocio para ricos

Laptops para pobres: gran negocio para ricos

Desarrollada por investigadores del MIT, la laptop de 100 dólares promete otorgar acceso a los niños de países en desarollo a las herramientas de aprendizaje y juego que son cosa diaria en los países ricos

Economist Intelligence Unit /The Economist

Ampliar la imagen Imagen de una laptop de 100 d�es presentada en la Cumbre Mundial de Naciones Unidas sobre Sociedad de la Informaci�en T�FOTO Ap Foto: Ap

¿Pueden ayudar las computadoras a terminar con la pobreza? Un ambicioso plan para llevar laptops de 100 dólares a los niños de países en desarrollo podría ser el remedio práctico. Sin embargo, las compañías de tecnología serían las verdaderas ganadoras.

La Cumbre Mundial de Naciones Unidas sobre Sociedad de la Información, celebrada la semana pasada en Túnez, será recordada por la demostración de un prototipo de laptop con costo de 100 dólares. Desarrollada por investigadores del Laboratorio de Medios de Comunicación del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, como es más conocido), el dispositivo promete otorgar acceso a los niños de países en desarrollo a las herramientas de aprendizaje y juego que para los niños de países ricos son cosa de todos los días. Pero aunque el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, recordó a las delegaciones de 150 países el papel plural que la tecnología podría jugar en ayudar a los niños del mundo a desarrollar su potencial, es seguro que los ejecutivos de los gigantes mundiales de la tecnología seguían las sesiones con una mirada mucho más fría.

No hay que culparlos. Los mercados de las PC tradicionales en el mundo desarrollado oscilan de estables a saturados, así que los mercados de computadoras deben encontrar nuevas vías de crecimiento. Aún cuando las computadoras de 100 dólares no están, por sí mismas, diseñadas para lograr las ganancias que generan los superordenadores, las potenciales economías de escala son seductoras para este producto. Nicholas Negroponte, presidente fundador de Media Lab, espera que para finales de año se hayan manufacturado 100 millones de estos aparatos de bajo costo, y eso es sólo para empezar.

El crecimiento potencial de Internet no es menos vacilante. Hoy, sólo 14% de la población mundial tiene acceso a él -comparado con 62% en EU-, pero Naciones Unidas ha hecho un llamado para que todas las poblaciones estén conectadas para 2015. La buena noticia para los proveedores de sistemas y equipos de comunicación es que los 5 billones de dólares que se han gastado hasta este momento en instalar cables de fibra óptica alrededor del planeta apenas si han arañado la superficie. En realidad, las posibles ganancias para el sector de tecnologías de la información y computación son incalculables, ya que actualmente gran parte del mundo está excluido del mercado.

Hablar de la necesidad de ''acortar la brecha digital'' entre ''los ricos y los pobres informáticos'' no es nada nuevo. Pero las medidas para impulsar el desarrollo tecnológico han fallado de manera singular. Un Fondo de Solidaridad Digital, establecido para cooperar en el financiamiento de proyectos tecnológicos en países en desarrollo, ha reunido hasta ahora el insignificante monto de 6 millones 400 mil dólares, que para muchas de las millonarias empresas punto com es sólo morralla. La llegada de las laptops de 100 dólares podría proporcionar a los gobiernos y a las compañías tecnológicas el ímpetu que necesitan para hacer algo al respecto.

¿Cómo lo hacen?

La viabilidad de las laptops baratas depende de varios desarrollos claves. El monitor costará casi 35 dólares, una reducción dramática debida a innovaciones en la tecnología LCD, no muy diferente a la usada en los reproductores DVD más económicos. El sistema operativo estará basado en el lenguaje de fuente abierta de Linux, el cual no sólo es más barato, sino facilita a terceros desarrollar sus propias aplicaciones de software. Se espera que los niños sean capaces de capitalizar el modelo de fuente abierta y desarrollar su propio software por medio de aprendizaje conjunto o de ''compañero a compañero''.

Como medida para recortar costos, los equipos sólo serán cargados con el software esencial. ''Las laptops actuales son obesas'', dice Negroponte. ''Dos tercios de su software se usa para administrar el otro tercio, el cual casi siempre hace la misma función de diferentes maneras."

La importancia de la eficiencia energética no se ha dejado de lado. ''En una aldea de Camboya donde trabajamos no había electricidad, en consecuencia la laptop es, entre otras cosas, la fuente de luz más brillante en la casa'', dice Negroponte. Un dispositivo hecho a mano que se mueve con manivela generará la energía suficiente para operar cada laptop. En otra medida práctica, las laptops de 100 dólares se conectarán una con otra a través de lo que se ha llamado un sistema de malla. Esto significa que todas las máquinas de un salón de clases podrían unirse usando una sola computadora que tenga tecnología WiFI o un módem de Internet de tercera generación. También se investigan varios métodos de bajo costo para conectar los equipos a la médula de Internet.

Los equipos estarán diseñados para soportar condiciones muy diferentes del medio ambiente acogedor de la casa o la oficina. En la jerga de la industria, serán de ''trato rudo'': revestidos de caucho para mayor durabilidad; los adaptadores de corriente alterna serán dobles, así como las correas para cargarlos. Tendrán un procesador de 500MHZ y en lugar de un disco duro, que tiene delicadas partes articuladas, usará una memoria flash para almacenar información.

Empujar por una posición

El laboratorio de medios del MIT ha permanecido largo tiempo en el filo de la navaja -generó la "inteligencia artificial"-, pero la laptop de 100 dólares podría resultar su más tangible legado. En razón de su potencial humanitario y comercial, no es sorprendente que la lista de partidarios contenga grandes nombres. Entre los patrocinadores iniciales del grupo: Una Laptop para Cada Niño, fundado por Negroponte para vender las máquinas a los gobiernos, están AMD, fabricante de chips; Brightstar, especialista en aplicación de industria vertical; Google, buscador de Internet; News Corporation y Red Hat, gigantes de los medios que iniciaron la programación comercial de Linux.

Otros se agregan a la fila, pero los contratos aún están por firmarse. El jefe de Apple, Steve Jobs, ofreció proveer a cada equipo con una copia gratis de Mac Os X, pero su propuesta se rechazó porque es un sistema patentado, lo que significa que el código de la fuente no puede alterarse. Sin duda Jobs tenía buenas intenciones, pero él conoce tan bien como cualquiera el poder de la lealtad a una marca y su potencial para fascinar a los consumidores. El sistema operativo de Microsoft ha sido desechado porque también es tecnología patentada, pero Bill Gates se ha reunido con Negroponte para analizar la manera en que la empresa más grande de software en el mundo podría involucrarse en el programa.

No son sólo las principales trasnacionales las que esperan beneficiarse. Las laptops baratas podrían espolear el tipo de inversión privada -quizá empresas "tutoras" más ricas- que las naciones desarrolladas insisten en que los países en desarrollo deben tener por objetivo. La necesidad de programas y contenidos de software con lenguaje local debe ser un incentivo para los diseñadores de software locales, quienes se ven en dificultades para impactar en el escenario internacional, pero pueden capitalizar la plataforma de fuente abierta para desarrollar sus mercados domésticos.

El mercado llamado de ''localización'' de software y servicios -que implica tomar un producto y hacerlo cultural y lingüísticamente apropiado al escenario objetivo- está valorado en 15 mil mdd al año, de acuerdo con la Asociación de Normas Industriales de Localización (LISA, por sus siglas en inglés). También es grande el potencial para la ''internacionalización'' -proceso de diseño e implementación de un producto que es cultural y técnicamente ''neutral''-, y puede adaptarse a una cultura o culturas específicas.

Desafíos

Para tener éxito, el plan depende de la colaboración entre los fabricantes de hardware y software, ONG, gobiernos y comunidades locales. ''El mayor obstáculo será fabricar 100 millones de nada'', dice Negroponte. No es sólo, señala, un problema de cadena de suministros, sino un desafío de diseño. Nadie verá funcionando un modelo hasta febrero próximo, cuando menos, y la fabricación sólo comenzará cuando se hayan ordenado y pagado por anticipado de 5 a 10 millones de unidades.

El MIT ha trabajado en seis países, entre ellos Brasil, Tailandia y China. Economías en desarrollo, sí, pero no las más pobres entre las pobres; muchas naciones podrían encontrar difícil conseguir los recursos financieros y logísticos para llegar a las cifras necesarias. Sólo se aceptarán pedidos de un millón de máquinas en adelante, así que el pedido mínimo valdrá 100 mdd.

Es inevitable que los consumidores en los mercados más adinerados pregunten por qué no pueden tener también una laptop de 100 dólares. El MIT ha comenzado ya pláticas con los fabricantes interesados en hacer que la computadora esté disponible para un mercado más amplio, innovación que no agradará a todos los actores.

Negroponte admite que existe el riesgo de un mercado negro, pero si los artículos son distribuidos por los ministerios de Educación -como los libros de texto- serán tan ubicuos que no ocasionarán problema. Aún más, la tecnología utilizada inhabilitará el equipo si no se conecta a la red después de unos días. Aun así, será necesaria la ''presión comunitaria'' para evitar su venta. Esto podría ser complicado si una familia considera que no tiene otra opción que vender la computadora con el fin de reunir dinero para comida.

El escenario más feliz: la laptop se convierte en un foco constructivo y de diversión para familias enteras. Aunque las máquinas no estarán habilitadas para almacenar grandes cantidades de información, también pueden usarse como consolas de juegos e incluso como televisores, y los partidarios esperan que los padres deseen ponerse en línea también. Hay un precedente: los campesinos del oeste de Estados Unidos se apresuraron a usar Internet para tener acceso a información actualizada sobre el desarrollo de la industria y sus precios. El primer paso será la nada insignificante tarea de construir las laptops y distribuirlas entre las familias que más las necesiten.

FUENTE: EIU

 
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