Se cumplió la maldición del superlíder; 5-4 global

Tigres devoró 4-1 al América y se enfrenta a Rayados en semifinales

Goles de Peralta, Gaitán (2) y Santos dieron el pase a los de la UANL

El tanto definitivo, al minuto 89

Kléber descontó por las Aguilas

JORGE SEPULVEDA

Una vez más el maleficio se cumplió. El superlíder del torneo no disputará el juego final... ni siquiera llegará a las semifinales. En lo que parecía un juego de mero trámite, América fue derrotado 4-1 (global 5-4) por Tigres, que vino a esta capital no a ver qué podía hacer, sino llegó decidido a demostrar que seguía en la lucha y ahora enfrentará en el clásico del norte al cuadro de Rayados.

Los autores de los goles fueron Sixto Peralta, Walter Gaitán (en dos ocasiones) y Julio César Santos; por los anfitriones el único tanto fue del brasileño Kléber Boas.

Animados, los regiomontanos, con sencillo toque de balón, sin mayores complicaciones y poca floritura, lograron al minuto 17 abrir el marcador gracias a un disparo cruzado de Peralta, quien dejó sin posibilidad de movimiento alguno al portero Guillermo Ochoa.

Cuatro minutos después los felinos del norte, sin claro dominio de las acciones, recetaron la misma dosis a los de Coapa cuando en una jugada iniciada desde su propia zona defensiva enviaron el balón hasta el área del América, donde Carlos Morales se acomodó el esférico y sirvió un pase preciso a Walter Gaitán, quien escribió el 2-0, y además puso a sudar frío a los anfitriones.

Ni el "Vamos América" en la poblada trinchera de las porras brindó la confianza que requerían los de amarillo, pese a que creaban jugadas de peligro, como el remate de Kléber al minuto 31, que el portero Edgar Hernández alcanzó a echar afuera con la punta de los dedos.

Del color amarillo pasó la alerta al rojo encendido cuando cayó el 3-0 para los visitantes, quienes sin ningún respeto para el superlíder trabajaron la llegada de Carlos Morales; éste habilitó con precisión milimétrica a Gaitán para que apuntara su segundo de la tarde-noche.

Luego, Claudio López, nervioso, envió el balón fuera de la portería, y más tarde Germán Villa intentó fusilar a Hernández, pero éste desvió apuradamente a tiro de esquina; fueron algunos de los intentos que todavía hicieron los de Coapa.

Luego de 11 minutos de estar fuera de la liguilla por el 3-0 en contra, América se fue al descanso con una pesada losa en la espalda, tan pesada que se la pudo quitar por un momento, pero luego acabó por aplastar sus esperanzas, y ahí quedaron enterradas en el coloso de Santa Ursula.

Para la segunda parte, los cánticos de las porras locales amenizaron el ambiente en las tribunas, mientras en la cancha Kléber reaccionó y logró, en jugada solitaria, el primero y único tanto de su equipo, que se convertiría en un auténtico tanque de oxígeno que lo ponía de vuelta en las semifinales en el papel, por el criterio desempate, mas no por lo que estaba haciendo en la cancha.

Los olés y las silbatinas americanistas no pararon, pero los felinos no bajaron los brazos ni escondieron las garras, pese a que los recogebalones también le entraron al quite al esconder las pelotas o poner en el terreno de juego hasta dos, eventualmente para ganar tiempo.

De nada sirvieron los trucos extracancha. Tigres armó una última llegada y al minuto 89 le clavó el cuarto zarpazo al América, esta vez gracias a Julio César Santos.

El presidente Vicente Fox Quesada asistió al estadio y observó el partido en compañía de Emilio Azcárraga Jean, propietario de Televisa.