El oficialismo obtiene mayoría absoluta en el Parlamento, escrutada 80% de la votación
Abstencionismo de 75% en las elecciones legislativas venezolanas
Reitera Hugo Chávez las acusaciones contra Washington por "alentar" el boicot a los comicios
Opositores festejan la escasa participación y sostienen que hay menos democracia en el país
Ampliar la imagen Una votante solitaria en Caracas, ayer, en los comicios para elegir a 167 miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela, en una jornada que tuvo un elevado �ice de abstencionismo FOTO Ap Foto: Ap
Caracas, 4 de diciembre. Con una abstención de 75 por ciento, mucho más alta del 60 pronosticado por el gobierno y los partidos que lo respaldan, los venezolanos eligieron hoy a los 167 miembros de la Asamblea Nacional.
Según el primer boletín oficial del Consejo Nacional Electoral, escrutado 80 por ciento de los votos, las fuerzas chavistas obtuvieron cerca de 150 escaños, tal como lo anunciaba la mayoría de los pronósticos.
Tras conocerse los primeros resultados, el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, reiteró la tesis de que hubo un plan foráneo para boicotear la jornada. Istúriz atribuyó la baja votación a una campaña terrorista previa, así como a la lluvia que abatió a todo el territorio nacional durante el día, y al retiro de la mayoría de los partidos de oposición.
Tanto el ministro como el actual presidente del Parlamento, Nicolás Maduro, desestimaron la afirmación de sectores opositores sobre la ilegitimidad del órgano legislativo y llamaron a "celebrar el triunfo" con una caravana hacia el Palacio de Miraflores, sede del gobierno.
Por su parte, voceros de la oposición celebraron el resultado como una victoria, al tiempo que declararon ilegítima a la Asamblea Nacional. "Con estos resultados hay menos democracia en Venezuela, hay un Parlamento unipartidista, la Asamblea está herida de ilegitimidad", aseguró María Corina Machado, de la organización Súmate. Representantes del socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei, los dos principales partidos de oposición -que se retiraron de la contienda a pocos días de los comicios- coincidieron en calificar los resultados como un fracaso para el gobierno. "Fue una jornada memorable", dijo Henry Ramos, dirigente de Acción Democrática.
Los niveles de participación en las elecciones no difieren en gran medida del 27 por ciento de votantes que concurrió a las urnas en las anteriores elecciones legislativas, en 2000.
Asamblea a la medida
Según analistas locales, más allá de los porcentajes, el presidente Hugo Chávez consolidó su poder político tras la victoria electoral de las fuerzas que lo apoyan, lo cual le permitirá poner en marcha la anunciada "profundización del proceso revolucionario".
Las elecciones transcurrieron en total normalidad, según el parte ofrecido a las 5 de la tarde por el presidente del Consejo Nacional Electoral, Jorge Rodríguez. La lluvia, especialmente en Caracas, dificultó el acceso de los votantes a las urnas, que se veían desoladas en diversos puestos electorales de la capital.
El enviado de La Jornada pudo constatar en varios recorridos por los puestos de votación, que la abstención sería el rasgo principal de la contienda.
Un gris día de contrastes
En medio de un día gris y lluvioso, el escenario electoral ofrecía numerosos contrastes. En los barrios populares se podía percibir no solamente una gran afluencia de votantes, sino muestras de entusiasmo y manifestaciones de apoyo al gobierno. Mientras tanto, en las elegantes calles de la zona Este de la ciudad reinaban la desolación y la apatía.
En la iglesia de San Juan Bosco, una de las escogidas por los opositores para convocar a una "jornada de abstención y oración por la paz de la patria", muchos feligreses se sintieron incómodos con el hecho de que se usaran los templos con fines políticos. "Vinimos aquí como todos los domingos y no vemos por qué hay que mezclar la misa con las elecciones", protestó Luz Rodríguez, una señora de avanzada edad acompañada de su esposo. Los dos tenían la intención de votar, pero sus candidatos -del opositor Primero Justicia- se retiraron días antes de las elecciones.
Aunque la mayoría de los medios locales informó que 90 por ciento de las fuerzas de oposición retiró su candidatura, el gobierno insistió que esta cifra no llegó a 50 por ciento. De cualquier forma, en la Asamblea Nacional elegida hoy, no estarán presentes durante los próximos cinco años los dos partidos históricos del país: Acción Democrática y Copei. Tampoco habrá representantes de Primero Justicia, una de las agrupaciones opositoras que más espacio había ganado en los últimos años.
Voceros de la oposición acusaron a las fuerzas oficialistas de presionar indebidamente a los funcionarios públicos, luego de que la diputada Iris Varela instigara por la televisión a "botar de sus puestos de trabajo a todos los funcionarios públicos que no salgan a votar".
El presidente Hugo Chávez, quien sufragó hacia el medio día en el barrio 23 de Enero, considerado uno de los bastiones revolucionarios de la capital, volvió a acusar a Washington de estimular un boicot electoral con el retiro de los partidos opositores.
Por su parte, el vicepresidente de la república, José Vicente Rangel, llamó a todos los sectores políticos a una mesa de diálogo para recomponer la convivencia y evitar el desarrollo de "posiciones irracionales".
Tras declarar que con la salida de Acción Democrática y Copei del escenario legislativo "se acabó un ciclo político en Venezuela", el ministro del Interior, Jesse Chacón, advirtió que en el país "hay sectores empeñados en el camino de la violencia".
Chacón se refirió a la voladura -la noche del sábado- de un tramo de oleoducto en la costa oriental del Lago Maracaibo, así como a la detención en el estado Zulia, de personas que portaban explosivos, y al estallido de bombas de bajo poder en el centro de Caracas. El presidente de Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, reveló que fueron abortados otros cuatro intentos de afectar el transporte de petróleo.
Según el analista Alberto Garrido, uno de los temas que más preocupación debe despertar en la sociedad venezolana es el de la aparición -cada vez con mayor frecuencia- de síntomas de violencia. "Hay señales de rompimiento de la paz social", advirtió.
Garrido opinó que tras la victoria de las fuerzas chavistas -compuestas por más de una decena de partidos y movimientos- es factible que se desarrollen disidencias internas, pues muchas de ellas exigen una radicalización del proceso revolucionario que otras no comparten.