Con esa propuesta el Estado quedaría muy restringido, señala Ana Esther Ceceña
Reprueban analistas de la UNAM plan para garantizar la política neoliberal
Lo preocupante es el rumbo de la economía, dice Guillermo Ramírez, profesor emérito
La iniciativa por la que se pretende hacer reformas constitucionales para mantener un control transexenal de la economía es muy peligrosa para la nación, porque se crearían organismos autónomos del Estado, coincidieron en afirmar economistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Si así se dan bandazos, porque no se tiene una dirección unificada, con esta propuesta vamos a tener más problemas", advirtió el profesor emérito de la Facultad de Economía Guillermo Ramírez, mientras la experta del Instituto de Investigaciones Económicas Ana Esther Ceceña sintetizó: "Esta es otra vía para quedarse sin país, porque las reglas del juego no las pondrían los mexicanos".
En esta semana, los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Verde Ecologista y Convergencia pretenden aprobar modificaciones a los artículos 25 y 31 de la Constitución, mediante las cuales el presidente Vicente Fox designaría a quienes serían los titulares del Servicio de Administración Tributaria, y de las comisiones nacionales Bancaria y de Valores, del Sistema de Ahorro para el Retiro, y de la de Seguros y Fianzas el próximo sexenio. El propósito de esta iniciativa, según se dice en sus argumentos, es "dotar de autonomía" al sistema financiero nacional.
Sin embargo, la investigadora Ana Esther Ceceña advirtió que la autonomía de estos organismos financieros implicaría tener "una especie de gobiernos paralelos" mediante los que el Estado quedaría muy restringido para el manejo de sus recursos y, por tanto, con muy pocas herramientas para cumplir con su función.
Es decir, añadió, se pierde soberanía sobre los asuntos de la nación, porque la relación de estas instancias es mayor con las esferas internacionales que con el gobierno nacional. Lo anterior, implica un Estado "debilitado, desmembrado y expuesto a todo tipo de movimientos y de capitales internacionales que pasan por encima de la autoridad del Estado".
Con esta iniciativa se busca garantizar que los organismos internacionales dicten las políticas financieras del país, enfatizó. En otras palabras, dijo, es una manera de garantizar el proyecto neoliberal, en marcha desde hace más de dos décadas.
Por otra parte, de aprobarse esta propuesta, quedaría un "presidente débil" en la próxima administración, aunque si el candidato que resulte ganador comparte estos planteamientos, "simplemente se reforzaría" la visión neoliberal, apuntó.
En el terreno político, dijo, con esta iniciativa se toman precauciones contra un posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador y contra cualquier iniciativa popular que provenga de la sociedad, porque al existir distintos interlocutores, la ciudadanía quedaría un tanto desarmada al desconocer en quién está la responsabilidad final.
De manera que este proyecto es muy peligroso, no sólo por sus implicaciones en términos de los gobernantes, sino de la soberanía del Estado. Preocupa mucho que estas propuestas avancen porque "te quedas sin país". La economista destacó que los proyectos que impliquen cambios estructurales deben ser sometidos a la consulta de la ciudadanía.
Por su parte, el profesor emérito y ex director de la Facultad de Economía, Guillermo Ramírez, destacó que, más allá de las cuestiones coyunturales, lo preocupante es el rumbo de la política económica del país. Con el actual esquema, expresó, el Banco de México "hace lo que quiere". Por ello, agregó, habría que preguntar quién va a coordinar a estos organismos que, al ser dotados de una autonomía en el ejercicio de sus funciones y de su administración, podrían hacer lo que quieran.
Ejemplificó: "Para manejar una cuadrilla de caballos, se requiere de una gran habilidad porque cada uno sigue su propio camino, pero el que la maneja debe ser un buen conductor". Por tal razón, es muy peligroso para el manejo integral de la economía esta iniciativa, porque se crearían organismos independientes "que el Estado no va a poder controlar para tener una política sana".