Presentan el catálogo Foto Re.Cre.Arte, producto de talleres para menores marginados
Falta conciencia sobre la importancia de la educación visual, señala experta
A pesar de que la actual es considerada la época de la imagen, ante la importancia y el predominio que ésta ejerce en todos los rubros de la vida cotidiana, hasta la fecha existe poca conciencia sobre la importancia de impulsar una educación visual.
Esta, sostiene la socióloga Patricia Priego, permite una valoración más sensible y crítica de la avalancha indiscriminada de información y basura visuales a la que se ve expuesta la mirada de todos los individuos, sin importar su edad.
Fue a partir de esa consideración que la especialista desarrolló un proyecto de corte social y artístico que tiene a la fotografía como principal herramienta y cuyo objetivo fundamental consistió en que niños y jóvenes de la ciudad de México en riesgo de calle reflexionaran sobre sí mismos y su entorno, con el ánimo de valorarse y evitar así incurrir en drogadicción, pandillerismo o vagancia, entre otras problemáticas.
Bajo el nombre de Programa Foto.Re. Cre.Arte, la iniciativa se desarrolló durante ocho meses, de abril a diciembre de 2004, con dos diferentes grupos, integrado cada uno por 30 niños y jóvenes de entre siete y 20 años que habitan en dos barrios populares de la capital de la República.
El primero de ellos pertenece a la organización Ednica, IAP (educación con el niño callejero), en su centro Matlapa de la colonia Morelos, aledaña a Tepito, mientras el segundo a Dinamismo Juvenil, AC, en la colonia La Pastora, en Cuautepec.
La dinámica, explica en entrevista Priego, consistió en un taller fotográfico -con duración de cuatro meses para cada uno de los grupos- en el que los participantes, más que abrevar en aspectos técnicos, trabajaron en desarrollar su capacidad de expresión.
"Fue un taller en el que lo social y lo artístico se imbricaron de manera natural", indica la socióloga educativa. "Lo social consistió en promover la autoestima y la unión familiar, ante las características de la zona, a través de la expresión creativa".
La experiencia artística, en tanto, tuvo su punto de partida en la educación visual, en el análisis y la reflexión de lo que ven y perciben mediante la mirada, el proceso que está detrás de cada imagen, la forma de construirlas y el fin que persigue cada una de ellas, agrega.
De igual manera, se trabajó en el autoconocimiento de la persona y el entorno familiar y social de cada participante, y el desarrollo de su capacidad y sensibilidad para expresarlos mediante imágenes fotográficas.
"La idea no fue hacer reportaje, es decir, ver problemas como el de la drogadicción y la basura como algo ajeno, sino que cada niño y joven comenzará por reflejarse a sí mismo; describirse a través de la lente: qué le gusta, qué le desagrada, qué sueña, que piensa", continúa.
"Después de mostrarse a sí mismos, retratar a los demás y lo que los rodea; salir a la calle y plasmar ya con un idea y un propósito claro lo que les es familiar. En síntesis: el propósito fue partir de lo íntimo hasta lo público."
Como resultado de ambos talleres, además de sendas exposiciones que se montaron el año pasado en el Teatro Julio Castillo de la Unidad Cultural del Bosque y el Museo de Arte Moderno, acaba de publicarse un catálogo en el que se recoge una selección de los mejores gráficas logradas por esos niños y jóvenes.
Intitulado Foto Re.Cre.Arte, este material -auspiciado por la fundación neoyorkina Daniele Agostino, la Universidad de Cuautitlán Izcalli, y las dos organizaciones sociales antes mencionadas- fue presentado ayer en el Museo Tamayo, en una sesión donde los participantes de los talleres compartieron sus experiencias en los mismos.
Quienes deseen obtener el catálogo, pueden escribir al correo electrónico [email protected], misma dirección en la que puede obtenerse información sobre el taller de fotografía impartido por Patricia Priego, enfocado a niños.