LOS DE ABAJO
POR LA CRIMINALIZACION de la protesta Uruguay tiene hoy cuatro presos políticos. Se trata de Lilián, Fiorella, Claudio e Ignacio, detenidos el pasado 4 de noviembre durante la represión contra una manifestación organizada en rechazo de la Cumbre de las Américas, la presencia de George W. Bush en América Latina, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el Tratado Bilateral de Inversiones (BIT), que justo ese día firmaron en Mar del Plata los gobiernos de Estados Unidos y Uruguay.
LA MANIFESTACION en la Ciudad Vieja de Montevideo terminó con una salvaje represión policial que dejó un saldo de varios heridos y la arbitraria detención de 16 personas, cuatro de ellas actualmente en prisión procesadas por el delito de sedición, cargo eminentemente político, que contempla condenas de dos a seis años de prisión, sin posibilidad de excarcelación.
EL GALPON DE CORRALES, espacio autogestionado que albergó la campaña zapatista El fuego y la palabra, y al cual pertenece Fiorella, una de las detenidas (joven de 21 años), advierte que "no es casualidad que el responsable directo de esta acusación sea el juez Juan Carlos Fernández Lecchini, el mismo que archivó el caso de asesinato y desaparición forzada de la maestra Elena Quinteros, secuestrada en la embajada de Venezuela durante la dictadura; y también del caso de María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman".
DESDE LA ARBITRARIA detención de estos luchadores uruguayos se empezó a organizar una campaña mundial por su liberación, considerando que la aplicación del delito de sedición es algo insólito en este país recientemente gobernado por un presidente supuestamente de izquierda. Asimismo, la parte jurídica es insostenible, pues no hay prueba alguna que los inculpe y sólo se están valiendo del testimonio de la policía que los reprimió, además de que no se respetaron los plazos jurídicos, e incluso se impidió la declaración de testigos a favor.
LOS DETENIDOS SON Claudio Piñeyro, de 24 años, alumno y activista del Instituto de Profesores Artigas y militante del Sindicato del Taxi; Ignacio Corrales, de 20 años, militante estudiantil; Lilián Bogado, de 50 años, militante sindical, y Fiorella González, activista de El Galpón de Corrales.
LA MOVILIZACION por su liberación ha provocado la presión y el hostigamiento contra los presos. En la cárcel de mujeres suprimieron las visitas a las demás presas, con el fin de ponerlas en contra de Fiorella y Lilián, y en el reclusorio de hombres la policía les advirtió que de seguir con las movilizaciones serán trasladados a una cárcel en peores condiciones de aislamiento.
LA RESPUESTA de los de abajo ha sido fortalecer la campaña mediante el envío de mensajes individuales o colectivos que exijan la inmediata liberación de los cuatro presos políticos a estos correos:
Y una copia a: