Revela Castro que la Unión Soviética presionó a la isla y le causó "dolores de cabeza"
Conmemora Cuba 30 años del inicio de su campaña internacionalista en Angola
La Habana, 2 de diciembre. El presidente Fidel Castro reveló hoy que los consejos militares de la Unión Soviética a la dirigencia de Angola en la guerra regional sudafricana de los años setenta causaron "no pocos dolores de cabeza" al gobierno cubano.
Castro habló ante veteranos de esa guerra y otros altos oficiales, al conmemorar el 30 aniversario del inicio de la participación cubana en el conflicto que siguió a la declaración de independencia de Angola en 1975, uno de los episodios de la guerra fría con más activa participación de la isla.
La Unión Soviética presionó "fuertemente" para que Cuba se retirara de Angola, "preocupado por las posibles reacciones" de Estados Unidos, dijo Castro. "Me imagino que se hablaron de gran potencia a gran potencia".
Aunque la posición soviética en el caso es conocida en medios académicos, no ha sido habitual que el gobierno cubano ofrezca en público detalles de ese tipo.
La Unión Soviética, entonces el principal aliado estratégico de Cuba, no fue consultada sobre la decisión cubana de enviar tropas a Angola, confirmó Castro.
Sin embargo, precisó que no daría detalles por ahora sobre las "diferencias de concepciones de estrategia y de táctica entre cubanos y soviéticos".
"Nosotros formamos a decenas de miles de soldados angolanos y asesoramos en la instrucción en los combates a las tropas de ese país", reseñó Castro. "Los soviéticos asesoraban a la alta dirección militar y suministraban generosamente a las fuerzas armadas angolanas las armas necesarias."
Pero "acciones originadas en el asesoramiento superior nos ocasionaron no pocos dolores de cabeza. Eran cuestiones de concepción".
A pesar de las discrepancias, "siempre prevaleció entre cubanos y soviéticos un gran respeto y profundo sentimiento de solidaridad y comprensión".
El mandatario dijo que esa fue la "más justa, prolongada, masiva y exitosa campaña internacionalista" de la isla, bautizada como Operación Carlota, en memoria de una cubana que encabezó dos alzamientos de esclavos en el siglo XIX.
Castro leyó su discurso pero hizo abundantes acotaciones con anécdotas, datos comparativos y detalles de combates de la época.
Durante sus tramos improvisados, el mandatario dialogó con algunos de los veteranos de aquella campaña, que hoy ocupan altos cargos en las fuerzas armadas cubanas.
Se dirigió personalmente, por ejemplo, al ministro del Interior, Abelardo Colomé; a los jefes de los ejércitos Occidental y Oriental, Leopoldo Cintras Frías y Ramón Espinosa, respectivamente, y al ministro del Azúcar, Ulises Rosales del Toro.
Las fuerzas cubanas se retiraron tras firmar un acuerdo multilateral en 1988.