Se lleva los aplausos de la clase empresarial de EU

Calderón apoya proyecto de Bush para migrantes

Propone inversión privada en la exploración de petróleo

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Con un discurso en favor de la inversión privada en la exploración de petróleo en aguas profundas así como en el sector eléctrico, de respaldo al programa de trabajadores huéspedes impulsado por George W. Bush y del refuerzo de la seguridad en la frontera con Estados Unidos, el aspirante presidencial del PAN, Felipe Calderón, se ganó los aplausos de empresarios estadunidenses.

El abanderado blanquiazul no tuvo dificultades para echarse a la bolsa a los inversionistas que se reunieron en la Convención Nacional de la American Chamber of Commerce-México.

Les prometió que de ganar los comicios de julio de 2006 será un presidente de "mano firme" y de iniciativas para depurar el aparato de jueces y magistrados, que buscará cobrar una tasa única de impuesto sobre la renta (flat tax, en términos de Calderón) y colocará consejeros empresariales en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), porque "el petróleo no es propiedad del sindicato, es de los mexicanos".

Ofreció que la relación con Estados Unidos será constructiva y sin demagogia, y que dará su respaldo a los acuerdos vigentes: el Tratado de Libre Comercio para América del Norte y la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad. También planteó avanzar en la integración de un mercado libre en comercio y trabajo.

La de ayer fue la primera pasarela donde coincidieron los candidatos de PRI, PAN y PRD, que dio la oportunidad de confrontar los diferentes proyectos de país. La oferta del michoacano fue por la continuidad del proyecto del presidente Vicente Fox, sólo que con algunos cambios, por ejemplo en la integración de un verdadero gobierno de coalición.

El abanderado panista fue el segundo en desfilar ante los integrantes de esta poderosa organización (agrupa miles de empresas y 15 mil ejecutivos que invierten 100 mil millones de pesos en México). Antes que él compareció el priísta Roberto Madrazo y después el perredista Andrés Manuel López Obrador.

Cuidadosos, los organizadores sincronizaron tiempos y lugares de llegada y partida para evitar que los tres aspirantes presidenciales se encontraran. Ese detalle no evitó que a su salida, el michoacano se regresara y buscara ver al perredista, pero éste ya había subido al foro. "Ahi me lo saludan", comentó Calderón.

Ante cientos de empresarios reunidos en un hotel de Polanco, Calderón se dio tiempo para bromear en varias ocasiones con el ex embajador de Estados Unidos Jeffrey Davidow, quien fungió como moderador. A la afirmación del abanderado de que en la Presidencia buscará cabildear desde temprana hora con miembros del Congreso, el ex diplomático señaló que ni a un enemigo le desearía desayunar con 10 legisladores mexicanos.

Una propuesta que agradó a los empresarios fue que sin privatizar la CFE se permita producir electricidad más barata. Y propugnó que haya inversión pública y privada para producir gasolina, diesel, gas LP y combustóleo más barato.

Como los integrantes de la American Chamber quisieron mayor precisión, le preguntaron si aceptaría inversión privada en exploración y producción de petróleo. Calderón respondió con ambigüedad:

"Soy partidario de que se revise la posibilidad de hacer alianzas estratégicas no con otro propósito, sino evitar que México entre en un periodo de agotamiento de sus reservas petroleras y particularmente los yacimientos fronterizos".

Su argumento para permitir la inversión privada es que las reservas petroleras del país se están agotando (dijo que alcanzan para 12 años) y se requiere tecnología para explorar a 3 mil metros de profundidad en el Golfo de México.

Se ganó la ovación más larga cuando se manifestó en favor de que haya consejeros independientes en Pemex y la CFE, argumentando que los accionistas de esas dos paraestatales "somos los mexicanos y no el sindicato".

Calderón aseguró que apoya la propuesta de Bush en el sentido de lograr un acuerdo de trabajadores huéspedes, pero no aclaró si también respalda el endurecimiento de la política migratoria.

Se mostró partidario de tener avances graduales para que los mexicanos puedan trabajar en Estados Unidos de manera temporal sin claudicar en la idea de tener un acuerdo migratorio.

Dijo que se debe reforzar la seguridad en la frontera, porque esa franja "es de los dos y los problemas migratorios son de los dos", y prometió definir una relación constructiva con Estados Unidos pero "sin demagogia".