Más de 20 millones de personas consumen alcohol
Polémica en Inglaterra por la ampliación del horario para beber
Londres, 25 de noviembre. Un verdado terremoto en la cultura y costumbres británicas se produjo a las cero horas de este jueves, cuando se pudo disfrutar de un trago en un pub pasadas las 11 de la noche, gracias a una nueva ley que ha desatado una fuerte polémica y el rechazo de la mayoría de la población.
Pese a la oposición de 55 por ciento de la población, más de 60 mil pubs en Inglaterra y Gales pueden servir alcohol después de las 11 de la noche, gracias a la abolición de una legislación adoptada en 1915 para luchar contra el alcoholismo entre los trabajadores de la industria del armamento.
Los críticos de la nueva ley afirman que la ampliación de los horarios de los pubs va a disparar el binge drinking, el fenómeno de beber hasta intoxicarse, que todos reconocen ser "la enfermedad británica", y que golpea severamente la economía, a la altura de 35 mil millones de dólares.
Lo que es seguro es que como los pubs forman parte intrínsica del estilo de vida de este país -una buena parte de los británicos consideran a los pubs como su segunda casa, y declaran que su pasatiempo favorito es "ir al pub"-, los nuevos horarios representan una revolución en la vida nocturna de Gran Bretaña.
La noche del miércoles -cuando regían aún los anteriores horarios- los pubs tocaron, poco antes de las 11 de la noche, la tradicional campanada anunciando la última ronda, lo que provocó las aceleradas carreras a la barra de siempre.
Pero algunos pocos abrieron nuevamente sus puertas una hora después, a las 00:01 horas, cuando entraron en vigor los nuevos horarios para los establecimientos que obtuvieron autorización para servir alcohol pasadas las 11 de la noche.
Calma en la primera noche
La primera noche tras la entrada en vigor de la nueva ley se pasó en calma, confirmo la policía.
"Todo tranquilo en el frente occidental", resumió el Evening Standard del jueves, indicando que solamente algunos pubs volvieron a abrir sus puertas a las cero horas.
Pero la prueba de fuego será este fin de semana, cuando una tercera parte de los pubs en Inglaterra y Gales abrirán sus puertas después de las 11 de la noche.
Algunos sólo abrirán una o dos horas más, otros tres horas más, y una fracción de los establecimientos que venden bebidas alcohólicas -mil 121 de los aproximadamente 180 mil que existen en el país-, servirá alcohol durante las 24 horas.
La mayoría de los que permanecerán abiertos día y noche son supermercados y gasolineras, y sólo 359 son pubs o clubs.
Un 75 de la población ha expresado su inquietud, por temores de que la ley provocará un incremento del vandalismo y de las trifulcas y desórdenes que suelen producirse en las calles de las ciudades británicas, a la hora del cierre de los pubs.
Según tres cuartas partes de la población, el mayor consumo de alcohol provocado por los nuevos horarios significará un aumento del trabajo de la policía.
En cambio, el gobierno alega que el horario más flexible, como el que rige en Europa continental, reducirá el binge drinking.
Según estadísticas del gobierno, 25 por ciento de la población -es decir, 8 millones de personas- beben demasiado, 11 millones de personas incurren en el binge drinking y un millón son oficialmente "dependientes del alcohol".
Según el profesor Nick Heath, especialista de alcohol de la Universidad de Northumbria, "es claro que el problema principal en este país es la manera como se bebe, en exceso, hasta emborracharse. Y eso va a tomar décadas para cambiar", dijo.
El presidente de la Asociación Británica de Medicina de Emergencia, Martin Shalley, recordó, por su parte, la oposición de la asociación a la ley.
"Ya vemos mucha gente golpeada o herida porque bebieron en exceso. Y creo que esto va a ocurrir más ahora", dijo.
Incluso Tony Booth, el suegro de Tony Blair, calificó la ley de "peligrosa", afirmando que los británicos no son una nación sofisticada, que goza una copa de tinto, como los mediterráneos.
"En este país no bebemos de esa forma. Bebemos de forma más primitiva y espantosa, de una forma anglosajona. Bebemos para embriagarnos", resumió el padre de Cherie Blair en declaraciones al Daily Mail.
Es una medida "equivocada, y terriblemente peligrosa", alertó Booth, descartando que la ley pueda convertir de repente a Gran Bretaña en una nación de gente que sabe saborear una buena copa de vino.