Recital de Gabriela Jiménez con la OFCM

''Muchas posibilidades de la marimba están por conocerse''

ANGEL VARGAS

La marimba tiene especial significado en la vida de Gabriela Jiménez, una de las virtuosas timbalistas en el país. Ni más ni menos a tal instrumento se debe el hecho de que decidiera ser percusionista.

De allí el especial cariño que la lleva a retomarla cada vez que se presenta la oportunidad, como es el caso de su participación este fin de semana como solista en el programa de clausura de la Temporada de Otoño de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), de la que es la percusionista principal desde hace casi 15 años.

Jiménez interpretará el Concierto para marimba y orquesta del brasileño Ney Rosauro, obra que ha tocado ya con anterioridad y la cual, señala, resulta bastante grata para el ejecutante y el escucha.

Para la docente e integrante también de la Sinfónica de Minería, es curioso que aún sea novedoso apreciar un concierto de orquesta y cualquiera de los instrumentos de la amplia familia de las percusiones.

''Las percusiones son instrumentos cuyas posibilidades comenzaron a ser exploradas y explotadas apenas a partir del siglo pasado. Como solistas, su vida es muy reciente. No creo que se deba a desdén, sino al arraigo que el violín y el piano tienen entre programadores y público.

''Aún están por conocerse muchas de sus posibilidades. Por ser eminentemente rítmicos, no se les considera musicales, y creo que es justamente al revés. Siendo un instrumento sin melodía, el percusionista logra música a partir de las cualidades propias del mismo. Entonces, la tarea del percusionista es ir mucho más allá en expresividad y emotividad."