Usted está aquí: sábado 26 de noviembre de 2005 Cultura Estreno en México de la versión íntegra de partitura de Piazzolla

El bandoneón está en vías de extinción: César Olguín

Estreno en México de la versión íntegra de partitura de Piazzolla

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen C�r Olguin, bandoneonista argentino, durante un ensayo con la filarm�a de la ciudad FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

El estreno en México de Las cuatro estaciones porteñas, de Astor Piazzolla, en su versión íntegra para orquesta, constituye el atractivo principal del último programa de la Temporada de Otoño de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM).

Los conciertos tendrán lugar hoy a las 18 horas en la sala Silvestre Revueltas del centro Cultural Ollin Yoliztli y mañana en la Isleta del Bosque de Chapultepec, a las 12:30 horas, con entrada libre este último.

Esta obra de Piazzolla está integrada por cuatro piezas, a la manera del conocido concierto de Vivaldi, aunque sin ningún vínculo ni referencia a esa partitura. Consta de la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno porteños, escritos por el fallecido compositor argentino originalmente para su quinteto. Ya habían sido tocadas en el país, aunque nunca de manera conjunta.

La transcripción para orquesta, tomada de una versión grabada que el propio autor hizo para bandoneón y cuerdas en los albores de los años 80, se debe al bandoneonista de origen argentino César Olguín, quien radica en México y actuará como solista en el estreno, al lado de la agrupación capitalina, bajo la batuta de Enrique Barrios.

''Más allá de estas discusiones absurdas que plantean a veces los fundamentalistas y los ortodoxos del tango, creo que sin lugar a dudas es una serie de obras que pinta el paisaje de Buenos Aires, cuando menos el de los años 60 y 70.

''Están ligadas a esa imagen musical que Astor Piazzolla vio de la capital argentina. Cada una tiene profundas raíces en el espíritu tanguero; es decir, puede percibirse en ellas ese olor y sabor del tango."

El tango sabe esperar

La presencia del tango y el bandoneón en las salas de concierto es todavía muy poco común, expresa Olguín, intérprete, compositor y arreglista. No obstante, lo hecho por Piazzolla para consolidarlos como un género y un instrumento muy por encima de lo popular, agrega, existen reticencias por parte de ciertos programadores y directores de orquesta.

A lo anterior se suman las discusiones y polémicas que se suscitan entre ''los ultraconservadores" del tango, quienes ven como una traición que esta música sea sacada de su ámbito y de sus instrumentos convencionales.

''Hay una frase que dice: el tango sabe esperar. Es, entonces, una música que está allí y está para quien la quiere; o te gusta o no, o la sientes o no, independientemente si suena en una sala de concierto, en un café o un bar, o si es cantado", indica.

''Me parecen estériles esas discusiones. Todos los movimientos artísticos se caracterizan por ser libres y tener la capacidad de permearse de otras expresiones. Parece olvidarse que el tango es un crisol de culturas y expresiones."

El bandoneón, advierte Olguín, ''es un instrumento en vías de extinción", lo mismo en Argentina como en las demás partes del mundo. Como testimonio, destaca que no lo fabrican desde los años 40 del siglo XX, a excepción de unos experimentos que los japoneses hicieron utilizando plástico, así como una empresa alemana que los hace por pedido. Fuera de ello, inclusive las refacciones deben tomarse de instrumentos viejos.

 
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