Descalificar encuestas es signo de nerviosismo, asegura
A AMLO se le apareció el diablo: yo, dice Calderón
La descalificación de Andrés Manuel López Obrador a los sondeos que le son desfavorables es ''signo de nerviosismo''; al perredista "se le apareció el diablo: yo mero'', externó el virtual candidato presidencial blanquiazul, Felipe Calderón Hinojosa, en alusión a lo que expresó el tabasqueño la víspera: ''¡Al diablo con esas encuestas!'' que declaran virtual empate entre PRD y PAN.
Dispuesto a erigirse como "un candidato y futuro presidente de mayorías", el panista expresó después en Veracruz que no le importa ser satanizado por pactar un acuerdo amplio con la directiva del magisterio que "sería muy útil para construir mayorías ahora (en las elecciones) o después (en el Congreso de la Unión)".
Se declaró dispuesto a dialogar con militantes priístas, pero aclaró que no buscará reunirse ni pactar con el presidente Carlos Salinas de Gortari, por ser ''una persona del pasado y totalmente desacreditada''.
Encuentro con el Doctor Simi
En la estrategia panista para ganar votos entró ayer hasta el Doctor Simi.
Calderón Hinojosa se reunió por espacio de hora y media con Víctor González Torres, dueño de Farmacias Similares, a quien le pidió su opinión sobre los problemas de salud en el país.
''Al Doctor Simi lo respeto. Me llama la atención el trabajo que ha realizado entre la gente, y me interesa conocer lo que opina de temas de salud", explicó después de desayunar con el empresario farmacéutico en el hotel Four Seasons.
Luego bromeó con las quejas de López Obrador sobre la manipulación de las recientes encuestas que declaran virtual empate técnico entre los aspirantes de PRD y PAN.
''Cuando las encuestas le beneficiaban estaba contento y estaba bien, y ahora las manda al diablo. Es signo de nerviosismo porque se le apareció el diablo: yo mero", dijo sonriente el aspirante presidencial.
Llamado al PVEM y Convergencia
En plena negociación para conformar una alianza, el michoacano también reiteró en Veracruz su llamado a los partidos Verde Ecologista de México y Convergencia para sumarse a un proyecto integral.
Sin nombrar directamente a la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, el panista también aseveró que no lo asusta ni le importa ser satanizado por buscar un acuerdo con el magisterio, al que definió como "la parte educativa" tanto en el periodo electoral como en el Congreso de la Unión.
''Por más que espanten, me digan o me satanicen, a mí sí me interesa un acuerdo con los maestros; nada más son un millón 200 mil y además son líderes en las comunidades de México y tienen una fuerza política tal que me pudiera dar mayoría, si no ahorita, sí después''.
Hizo un nuevo llamado al candidato del PVEM, Bernardo de la Garza, para considerar una suma de esfuerzos y proyectos con el PAN y apeló a la congruencia del joven político para desistirse de una alianza con el tricolor.
''Bernardo representa genuinos y positivos intereses; valoro el mensaje exitoso donde habla que si tener experiencia es robar pues no tiene, pero habrá que preguntar qué va a decir (la gente del partido) si se une a los que tienen más experiencia para robar''.
-Dice que va a negociar y pactar con todos, incluidos priístas. ¿También con Carlos Salinas? -cuestionaron los reporteros.
-No, francamente no; ese hombre es de la pelea pasada y está totalmente desacreditado.
Durante su visita a Veracruz también se reunió con dirigentes, alcaldes y militantes panistas que lo apoyaron durante el proceso de precampaña, y ahora son sujetos a persecución y amonestaciones por el Comité Directivo Estatal, que encabeza Alejandro Vázquez Cuevas, en su momento promotor de Santiago Creel.
El candidato panista dijo conocer el conflicto por el rechazo a la relección de Vázquez Cuevas, la renuncia de algunos militantes y la amenaza del alcalde de Veracruz, Julen Rementería, para renunciar junto con decenas de militantes por el conflicto suscitado.
Por ello, llamó al presidente del CEN, Manuel Espino, a "trabajar intensamente para reunificar al partido en Veracruz", y se ofreció como mediador para distender el conflicto y conjurar el riesgo de un cisma.