Se invadió la competencia del Ejecutivo federal, señala

Prohíbe la Corte al GDF recargar mantos freáticos

Se trata de garantizar el futuro hídrico de los capitalinos, expresaron los ministros que votaron en contra

JESUS ARANDA Y BERTHA TERESA RAMIREZ

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó ayer, por nueve votos contra dos, la Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-003-AGUA-2002, que autorizaba al gobierno capitalino a inyectar directamente agua residual tratada al acuífero de la zona metropolitana.

La mayoría consideró que la Federación tiene facultad exclusiva en uso y aprovechamiento de las aguas nacionales, con lo que rechazó el planteamiento de Genaro Góngora Pimentel y Olga Sánchez Cordero de que la recarga de las aguas subterráneas tiene que ver con la protección ambiental y que, por tanto, la definición de normas para la inyección de agua residual tratada era de materia "concurrente" entre la Federación y las entidades federativas.

La SCJN determinó que al emitir la Secretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal el 26 de marzo de 2004 la citada norma, el gobierno capitalino invadió la esfera de competencia del Ejecutivo federal y del Congreso de la Unión, pues el artículo 27 constitucional es claro en señalar que las aguas nacionales son propiedad de la nación y, por ende, su manejo debe ser regulado por el gobierno federal.

Al resolver la controversia constitucional 57/2004, interpuesta por el Presidente de la República contra la Asamblea Legislativa y el Gobierno del Distrito Federal, los ministros de la mayoría consideraron también que existe desde 1997 una norma oficial mexicana en la materia, y que convalidar una regulación adicional generaría inseguridad jurídica entre los ciudadanos.

Sergio Salvador Aguirre Anguiano agregó que de permitirse que cada municipio o entidad emitiera normas propias en el manejo del líquido "sería caótico y una rebatinga".

Por su parte, Góngora Pimentel y Sánchez Cordero pusieron énfasis en que la intención del Gobierno del Distrito Federal era recargar los mantos freáticos y garantizar a futuro que los capitalinos cuenten con líquido suficiente y de calidad para cubrir sus necesidades.

Góngora llamó la atención sobre que la capital del país enfrenta un déficit hídrico superior a 969 millones de litros cúbicos y "la reinyección de agua tratada es una necesidad imperiosa".

Destacó que la norma ambiental capitalina tiene incluso parámetros de calidad mayores que la federal; además recordó a los de la mayoría que la Ley de Aguas Nacionales señala que la Comisión Nacional del Agua debe autorizar la descarga de aguas tratadas, lo que fortalece el control del agua que se inyecte al subsuelo.

Sánchez Cordero coincidió con Góngora en que el artículo 27 constitucional se refiere a uso y aprovechamiento de las aguas nacionales, pero "no es lo mismo usar y aprovechar las aguas que procurar las medidas que tiendan a garantizar la conservación de éstas, a procurar el medio ambiente y que el acuífero mantenga su nivel o lo incremente".

Las atribuciones del Gobierno del DF en ecología, subrayó, no pueden reducirse al control de emisiones contaminantes, sino que son más amplias, además de que el agua es un derecho fundamental, individual y colectivo, protector de las generaciones futuras y, como tal, tenían que haber analizado los ministros este asunto desde esa perspectiva, y no simplemente señalar que el tema es de competencia federal.

Tras la resolución de la SCJN la secretaria del Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum, señaló que la administración local respeta la decisión de la Corte y la acatará; sin embargo, consideró que no fue valorada en su dimensión ambiental la norma que dio origen a la controvesria constitucional.

La resolución de la SCJN dice que la Federación es la encargada de expedir la norma técnica que determine los parámetros de calidad del agua para ser inyectada al acuífero. La funcionaria instó a la Semarnat a que se ponga a trabajar en este sentido. "Le sugerimos que utilice nuestra norma como proyecto."