Usted está aquí: martes 15 de noviembre de 2005 Política Queda cerrada la puerta al activismo político de cualquier Iglesia: Abascal

Bertello: no nos resignaremos a ver la fe arrinconada en la esfera privada

Queda cerrada la puerta al activismo político de cualquier Iglesia: Abascal

Rechaza el secretario que el ajuste al presupuesto del IFE ponga en tela de juicio los comicios

ALMA E. MUÑOZ

Tras rechazar que las elecciones federales de 2006 estén "en tela de juicio" por la reducción presupuestal que sufrirá el Instituto Federal Electoral, el secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, aseguró que "queda cerrada la puerta al activismo político de cualquier Iglesia".

En tanto, el nuncio apostólico en México, Giuseppe Bertello, pidió a nombre de la institución católica respeto al derecho a la libertad religiosa, como ocurre con otras expresiones. No se piden, apuntó, "privilegios o favores", pero tampoco la Iglesia "se resigna a ver su fe arrinconada en la esfera privada sin ninguna manifestación social y pública, como si la experiencia cristiana fuese un gueto y no pudiera contribuir a reforzar e iluminar los principios básicos" para el desarrollo integral y la convivencia armoniosa de la sociedad, "guardando la autonomía y la discusión entre lo civil, lo político y lo religioso".

No se trata, insistió -durante la inauguración del primer Congreso Internacional sobre Iglesias, Estado Laico y Sociedad-, "de caer en un entreguismo que puede transformarse en clericalismo o en confesionalismo, ni en un laicismo que fácilmente se vuelve anticlericalismo y ácido además", sino de tener sintonía con la madurez de un sistema que quiere ser democrático.

Las palabras del representante papal fueron secundadas por el obispo José Guadalupe Martín Rábago, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano -organizadora de este foro durante la presente semana, en el cual participarán representantes de diversos credos e instituciones políticos, entre otros-, quien envió un mensaje en torno al tema, el cual fue leído por el obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes. En él reafirmó el "irrenunciable ejercicio del derecho humano a la libertad religiosa", que consideró como un elemento "esencial para la pacífica convivencia humana".

Invitó a reconocer que "la laicidad del Estado es auténtica cuando facilita la creación de un ambiente político que garantice la práctica religiosa de todos los ciudadanos, y su libre decisión de creer o no creer. Hemos dicho, sentenció, "que cuando la Iglesia exige este derecho "no solicita una dádiva, un privilegio o una licencia que depende de situaciones contingentes, de estrategias políticas o de una voluntad de las autoridades, sino del reconocimiento efectivo de un derecho irrenunciable".

Al respecto, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, apuntó que su función es facilitar el diálogo social y el intercambio plural de ideas en torno al tema, porque existe la necesidad incuestionable de proteger las creencias y garantizar la dimensión espiritual de todo ser humano.

En su oportunidad, el secretario de Gobernación ratificó el compromiso del gobierno con la declaración universal de los derechos humanos y que México garantiza la libertad de creencia religiosa y su práctica siempre y cuando se ajusten a la ley. Se mostró convencido de que la jerarquía católica no hará activismo en favor de algún partido o candidato en 2006. "Esa puerta queda cerrada. Las Iglesias pueden invitar a la ciudadanía a ejercer su derecho de voto sin manipulación alguna; es una responsabilidad que a todos nos compete." Habrá una vigilancia "más que suficiente" al respecto, garantizó.

 
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