La cancillería venezolana ordena el retiro de su embajador
Acusa Caracas a Fox de ''agresión sin sentido''
El término espinao no ofende ni a las damas, comentan funcionarios
Ampliar la imagen El embajador de Venezuela, Vladimir Villegas, prepara la documentaci�e su salida FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz
Caracas, 14 de noviembre. Al borde de la ruptura de relaciones diplomáticas quedaron hoy los gobiernos de México y Venezuela, luego de que el canciller local, Alí Rodríguez, ordenó la retirada de su embajador en México, Vladimir Villegas: ''El ultimátum del presidente (Vicente) Fox es una agresión sin sentido'', declaró a media mañana el alto funcionario venezolano. ''Esta situación es de entera responsabilidad del presidente Fox; no tiene justificación'', remachó.
De inmediato, las respectivas embajadas quedan bajo la dirección de encargados de negocios que, según explicó el canciller venezolano, ''permitirán que sigamos trabajando para tratar de solucionar el problema''. Pero hoy las relaciones ''bajaron de nivel''.
La víspera, el gobierno mexicano, a través de la cancillería, conminó a Caracas a presentar disculpas por lo que consideró falta de respeto del presidente Hugo Chávez hacia su par mexicano. ''No se meta conmigo, caballero, porque sale espinao'', le dijo Chávez a Fox durante su programa dominical de televisión, Aló Presidente.
El estupor planeó desde las primeras horas de la mañana sobre las oficinas gubernamentales, especialmente la Presidencia de la República y la cancillería. La entrevista que el presidente Fox concedió a la cadena estadunidense CNN fue puntualmente seguida por funcionarios del primer círculo del chavismo. Al término de las declaraciones del gobernante mexicano, los teléfonos de las dependencias oficiales echaban humo.
Ciertamente el término espinao no es falta de respeto en Venezuela, de ahí que en el primer nivel del gobierno de Chávez hubiera caído como bomba la reacción dominical de la cancillería mexicana exigiendo disculpas por el empleo de esa palabra. Se considera aquí que, en realidad, la postura de México tiene más que ver con el calificativo ''cachorro del imperio'', empleado por Chávez la semana pasada refiriéndose a su homólogo Fox, y lo sucedido en la cuarta Cumbre de las Américas (en Mar del Plata), que con el término espinao, que, dicen aquí, ni a las damas ofende.
A media mañana, el canciller Rodríguez -que en entrevista con La Jornada el pasado domingo dijo que ''el problema no es México, el problema es Estados Unidos''- difundió un comunicado de cinco puntos dando a conocer la decisión de retirar al embajador destacado en México. ''Nosotros damos por superado este problema, este desencuentro, no queremos la ruta de la confrontación. Pedimos que se nos respete, nada más'', dijo en la entrevista con este medio el canciller venezolano.
Casi al mismo tiempo, Gustavo Márquez, ministro de Comercio Exterior, declaró a una radio caraqueña que quien está en México detrás de ''toda esta campaña antivenezolana es Jorge G. Castañeda'', el ex canciller mexicano, quien la semana pasada declaró que el gobierno de Fox debía romper relaciones con Caracas.
Rodríguez realizó un somero recuento de lo sucedido en la cumbre de Mar del Plata: ''Desde el inicio de la reunión, Fox emitió comentarios negativos sobre el presidente Chávez (dijo, por ejemplo, que dudaba mucho que su par venezolano representara a todo el pueblo venezolano), y al término del encuentro arremetió en términos irrespetuosos contra Argentina y Venezuela. Fox falsificó la verdad al sostener que el gobierno de Venezuela se opone a la integración comercial de la región. Nosotros estamos por otro tipo de acuerdos. Deben respetarse las diferencias. Esto no es una cuestión personal del presidente Chávez. Estamos ante un debate, en una confrontación de ideas, por eso no tiene justificación la posición asumida por el presidente Fox''.
Al ALCA, propugnado por Estados Unidos y defendido por el gobierno de México, se oponen Venezuela (que lanzó una iniciativa llamada Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.
El canciller de Venezuela precisó que, ante la actitud del presidente Fox, el gobierno venezolano ''guardó un prudente silencio, convencido de que lo importante era abrir un debate que podía ser positivo para aclarar posiciones ante nuestros pueblos''. Lo cierto es que las palabras de Chávez, el domingo pasado, dinamitaron cuatro días de negociaciones entre los cancilleres Derbez y Rodríguez.
''No se meta conmigo, caballero, porque sale espinao (...) lo que pasó es que Fox salió de la cumbre sangrando por la herida. Lo que pasó allá, eso se hincha, compadre, eso no se queda así (...) al final se impuso la propuesta del Mercosur, que eran dos opciones; que eso no apareciera para nada en el documento, o que se incluyeran las dos posiciones. Al final se incluyeron las dos posiciones. Eso es algo inédito en las cumbres'', dijo el domingo Chávez en el programa número 239 de Aló Presidente, que esta vez tuvo lugar en el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia. La audición comenzó a las 11:30 de la mañana y finalizó al filo de las 6 de la tarde. Las menciones al presidente Fox no alcanzaron ni cinco minutos.
Pero eso no será obstáculo para que los embajadores respectivos, Enrique Loaeza Tovar, en Caracas, y Vladimir Villegas, en México, coincidan esta noche en una sola actividad. Hacer maletas. Cada cual en su residencia.