Segunda sesión del ciclo auspiciado por la Caniem
Enorme asimetría en el intercambio de volúmenes entre México y España
En 2004 España exportó a México libros por un valor de más de 70 millones de euros, mientras las exportaciones libreras de América Latina al país ibérico apenas llegaron a 572 mil euros, de los cuales nuestro país captó 204 mil euros.
Con estas cifras, Ricardo Nudelman, gerente general del Fondo de Cultura Económica (FCE), ilustró la inmensa desigualdad que hay en el intercambio comercial editorial entre ambos países.
En total, España hizo durante 2004 exportaciones de libros a Latinoamérica por 145 millones de euros (49 por ciento a México), mientras desde todo el subcontinente las importaciones libreras suman 572 mil euros.
Frente a esa asimetría, llamó la atención un dato mencionado por el catalán Jesús Badenes, director general del Grupo Planeta en México: este año el Estado mexicano, por medio del presente gobierno, adquirirá de editoriales españolas 30 millones de ejemplares: ''Valoro mucho que las compras del Estado hagan llevar libros a familias humildes en México".
Este desequilibrio entre ambos países fue el tema central en la sesión plenaria matutina del segundo día de actividades del Foro de Reflexión sobre la Industria Editorial, organizado por la cámara mexicana del ramo.
Algo no funciona bien
Los datos y el debate corrieron por cuenta de Nudelman y Badenes. Ambos coincidieron en señalar que la desigualdad favorece a España, pero difirieron abierta y amablemente sobre los orígenes y las interpretaciones del hecho.
Según un informe de la Federación Española de Cámaras del Libro (FECL) citado por Nudelman, en 2004 España publicó 77 mil títulos, cuyos tirajes sumaron aproximadamente 300 millones de ejemplares. El valor neto facturado, sin IVA, sumó mil 820 millones de euros, de los cuales los ya mencionados 145 millones se exportaron a América Latina, cuya producción en el periodo citado fue de 30 mil títulos, entre novedades y reimpresiones, que incluyen textos de ficción, técnicos, religiosos, etcétera.
''Conclusión -dijo Nudelman-: algo no funciona bien en este intercambio."
El gerente del FCE centró su explicación del fenómeno en los importantes subsidios -en distintas modalidades- que recibe la industria editorial española del Estado: ''Algo extraño", porque se dice que el éxito económico de ese país ''está basado en la economía de libre mercado".
Aseguró que ''no es queja y menos crítica", sino el señalamiento de la realidad que hace que los libros españoles sean más competitivos que los latinoamericanos.
Hizo en seguida una serie de propuestas que incluyeron ''aprobar las leyes del libro en aquellos países donde todavía se carece de este instrumento jurídico".
Uno de esos países es México, donde el Senado aún tiene en estudio una iniciativa de ley de fomento al libro y la lectura apoyada por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).
Jesús Badenes no se anduvo por las ramas y sostuvo que ''la solución" al problema de la industria editorial mexicana en particular, ''no está fuera, sino dentro" del país: ''Establecer un buen diagnóstico es necesario para llegar a una buena solución".
Entre su argumentación, Badenes recordó un dato irrefutable: con 500 librerías, México posee ''el peor tejido librero" entre los países latinoamericanos más importantes de habla española.
Pese a tener mayores dificultades económicas y una población menor -contrastó el directivo de Planeta-, Argentina tiene más de mil librerías.