Usted está aquí: jueves 10 de noviembre de 2005 Economía Con excepción de la interconexión eléctrica con Centroamérica, lo demás es proyecto

Construir una refinería, parte de los cuatro planes en la zona: Héctor Moreira

Con excepción de la interconexión eléctrica con Centroamérica, lo demás es proyecto

Se desarrollarían con recursos de empresas, de los gobiernos de la región y del BID

MIRIAM POSADA GARCIA

Con excepción de la interconexión eléctrica con Centroamérica, todo lo demás es apenas un proyecto, aclaró Héctor Moreira, subsecretario de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía.

La refinería que se construirá en esa región, como anunció el presidente Vicente Fox, es sólo uno de los cuatro proyectos que conforman el programa de integración energética México-Centroamérica, propuesto por la Secretaría de Energía con el objetivo de reducir riesgos económicos y de seguridad en la región, aseguró en coincidencia con la directora de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional de la cancillería, Irma Gómez.

La ubicación de la refinería podría ser en Guatemala, Costa Rica o Panamá y su construcción requeriría una inversión de 3 mil millones de dólares, de los cuales Petróleos Mexicanos (Pemex) podría aportar hasta 600 millones de dólares del fondo del Pacto de San José, que están bajo custodia del Banco de México, añadió.

Las otras tres propuestas consisten en el tendido de un gasoducto que partiría de México y llegue hasta Panamá para transportar gas natural; la interconexión eléctrica de México y Guatemala, que ya está en marcha, y el intercambio de información sobre eficiencia energética y energías renovables, refirió.

La creación de toda esta infraestructura, dijo Moreira, no representará para México el desembolso de recursos presupuestales o por parte de Pemex, ya que deberá desarrollarse con la participación de empresas interesadas en proyectos energéticos en la región -Shell ya tiene negocios en ella-, los gobiernos centroamericanos y apalancamiento de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La refinería operaría bajo un contrato de maquila como el que tiene Pemex con Shell en Deer Park, a donde manda crudo pesado que regresa al país convertido en gasolina. Bajo el mismo esquema de operación en Centroamérica, México reduciría importaciones de gasolina de Estados Unidos.

Con el gasoducto, explicó el funcionario, México pretende "ayudar" a los centroamericanos a comprar gas natural más barato y en mercados distintos al estadunidense. El sistema sería sumar los requerimientos de gas de esos países al volumen de compra de México, lo que ayudaría a todos los involucrados a reducir costos de licuofacción, transporte y regasificación.

Mientras que el intercambio de información en cuanto a energías alternativas y ahorro será para impulsar ese segmento.

De acuerdo con el lenguaje de esta administración se trata de un proyecto de "ganar-ganar", en el que también sale beneficiado Estados Unidos, ya que si México deja de compararle gas "se reduce la presión en ese mercado y puede cubrir mejor sus propias necesidades energéticas, ya que para el año 2013 necesitará 16 billones de pies cúbicos de gas natural, que Canadá, su principal proveedor no estará en condiciones de surtirle".

Toda esta preocupación por parte del gobierno mexicano se detonó ante los elevados precios del crudo que representan un verdadero problema para los países centroamericanos, conflicto que se traslada a México porque le piden que les venda petróleo más barato, explicó Irma Gómez.

Aunado a esto, dijo, existe una gran presión en la frontera sur por la inseguridad, la migración ilegal y la presencia de grupos como los Maras. Ambos funcionarios señalaron que la integración energética de México y Centroamérica busca eliminar esos riesgos económicos y de seguridad.

Moreira precisó que este proyecto no es del todo nuevo, ya que algunas propuestas forman parte del Plan Puebla Panamá, y destacó que lo único que está en marcha es la interconexión eléctrica entre México y Guatemala, porque ese país obtuvo un crédito de 37.5 millones de dólares del BID. Puntualizó que Centroamérica ya está interconectada y que sólo falta el tramo México-Guatemala.

Asimismo resaltó que todo este proceso de integración es apenas un proyecto que el presidente Fox presentó a los gobiernos centroamericanos en su reciente gira, allí mismo los jefes de Estado aceptaron la propuesta y apenas el martes pasado un equipo de Pemex, encabezado por Marcos Ramírez, se reunió para ahora sí desarrollar todo el trabajo técnico que va desde elegir el sitio en el que se construirá la refinería.

A pesar de que el anuncio del presidente Fox se centró en la construcción de una refinería, la Secretaría de Energía tiene como primer proyecto en cartera la gasificación de Centroamérica, que consistirá en integrar un consorcio entre Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, el sector privado mexicano y Centroamérica para comprar de 3.5 a 4.6 billones de pies cúbicos diarios de gas natural según estimaciones al año 2013, monto con el que podrían negociar precios más competitivos; sin embargo, aún no está definido qué país sería el vendedor.

La distribución de este combustible se haría luego de regasificarlo en Salina Cruz o Dos Bocas, a través de un gasoducto que se desarrollaría en cuatro etapas, la primera con el tendido a Ciudad Pemex, luego a Salina Cruz-Guatemala-San Salvador, en seguida a Guatemala-San Pedro Sula, El Salvador-Managua y el último tramo de Managua-San José-Panamá, con una inversión de mil 710 millones de dólares y terminado en 2009.

El segundo proyecto sería la refinería que operaría con crudo mexicano pesado tipo Maya o más pesado aún. Incluiría una coquizadora para una planta de energía eléctrica, y también podría detonar el desarrollo de una red de gasolinerías bajo la franquicia Pemex.

Su capacidad de refinación sería de 250 mil barriles diarios de crudo y podría ubicarse en Puerto Barrios, Guatemala; Puerto Simón en Costa Rica; o Colón, Panamá.

Y en tercer lugar, pero en realidad como proyecto más avanzado, está la interconexión eléctrica que consistirá en la construcción de una línea de transmisión de cien kilómetros a 400 kilovoltios (Kv), de los cuales 30 kilómetros estarían del lado mexicano y los 70 restantes en Guatemala. La intención es que la CFE extienda su cartera de clientes, y comercializar energía más barata dependiendo de las horas pico de cada país.

El cuarto proyecto "aunque más pequeño", señaló Moreira, es el intercambio de información en materia de eficiencia energética y energía renovables

 
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