La ciudadanía respalda la actitud de su presidente en la cumbre
El diferendo con México repercute en todos los ámbitos de Argentina
Buenos Aires, 9 de noviembre. La decisión de los gobiernos de Argentina y México de bajar los decibeles al fuerte entredicho entre los presidentes Néstor Kirchner y Vicente Fox no oculta, sin embargo, la fuerte repercusión popular de ese hecho, que continúa en diversos medios. Adelantos de algunas encuestas locales determinan que un alto porcentaje de los argentinos consultados, que se calcula en 80 puntos, respalda al presidente Kirchner por su actitud en la cuarta Cumbre de las Américas.
La prensa local, al dar a conocer aquí el comunicado diplomático de los cancilleres Rafael Bielsa, de Argentina, y Luis Ernesto Derbez, de México, destaca la posición asumida por el Senado mexicano en horas recientes, que -con el voto de la oposición- lamentó la "desafortunada actuación" del mandatario. Asimismo, se han publicado numerosas cartas de personas y
agrupaciones de ese país "lamentando" que la actitud del presidente Fox en la cuarta Cumbre de las Américas haya "terminado de destruir una política exterior de México, que en muchas circunstancias fue ejemplar para América Latina".
Los cancilleres de ambos países hablaron sobre las diversas declaraciones cruzadas de esos días, después de que el mandatario mexicano apareciera en la cumbre liderando en América Latina las posiciones en favor del proyecto estadunidense, que intentaba resucitar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que enfrenta a la región.
El conflicto
Los presidentes Kirchner y Fox se enfrentaron verbalmente con dureza en horas recientes, después del impacto que produjo la declaración del jefe de Estado mexicano, quien cuestionó, sin sutileza alguna, tanto el discurso como la posición asumida por su par argentino, que defendió en todo momento los ejes precisos con que se convocó la cuarta cumbre, relativos a producir un cambio de fondo en la región en temas como empleo, pobreza, crecimiento y desarrollo propio y sostenido, donde además se reflejaban las consecuencias graves para el continente de la imposición de los llamados "mandamientos" del Consenso de Washington en los años 90.
En estos momentos se trabaja para desactivar el cortocircuito que provocó fricciones diplomáticas, dando a conocer el comunicado conjunto donde se destaca que "las diferencias comerciales no afectan el buen trato bilateral", y se resalta el objetivo de "continuar dialogando sobre temas de interés mutuo".
También coincidieron en la importancia que para México y Argentina tiene la relación bilateral, expresando la disposición de sus gobiernos "por continuar dialogando sobre temas de interés mutuo, tanto a nivel bilateral como regional, con una actitud constructiva".
Bielsa y Derbez "reconocieron que en la discusión de temas complejos, las democracias maduras tienen lugar para las diferencias, sin que esto altere el excelente nivel de una relación como la que caracteriza a la de ambas naciones".
Además, expresaron su "convicción y confianza" en que la relación bilateral "continuará fortaleciéndose en todos sus ámbitos".
Esto tranquilizó a los sectores empresariales, en momentos en que la relación comercial entre ambos países es considerada como la mejor en muchos años y con posibilidades de incremento. El intercambio alcanza 2 mil millones de dólares, con una balanza favorable a Argentina (poco más de 300 millones de dólares).
Asimismo, se destacan las inversiones de empresas mexicanas por más de 3 mil millones de dólares. Los gobiernos de ambos países actúan dentro de la ALADI para varios proyectos de intercambio y la posible complementación de empresas de servicios y en otras áreas como software e informática.
Fuentes económicas destacan la presencia de pequeñas y medianas empresas mexicanas en el mercado argentino. Diversos proyectos similares se discuten en estos momentos y por eso el enfrentamiento de estas horas causó preocupación.
Pero en sectores populares o en áreas de la cultura, esto tuvo un gran impacto, en el primer caso, porque se vivió la posición mexicana como una "traición o abandono" de América Latina, y en el segundo, porque hay proyectos que hace tiempo están esperando, y muchos estiman que hubo fuertes descuidos de la administración Fox, después de cierto tiempo de "esplendor cultural entre ambos países".
También hay disgusto en algunos sectores de la prensa, debido a que el presidente Fox mencionó que algunos de sus conceptos pudieron haber sido utilizados en forma negativa por el periodismo. "La confrontación la hacen los medios, no yo", dijo el mandatario mexicano, quien había intentado dar por cerrada la polémica.
"Lo que se dijo se dijo, y nosotros simplemente lo hemos reproducido", dijeron algunos periodistas locales. Mientras, algunos analistas entienden que una buena discusión "hace mejores a las democracias", pero también que hay posicionamientos profundos sobre temas claves para el futuro regional "que lesionan profundamente las relaciones entre los países, y que la diplomacia puede resolver el momento, pero no lo que subyace en una acción determinada". También se registraron aquí las declaraciones de diversos políticos mexicanos de oposición.