Alerta especialista contra “productos milagro” (balazo)

Con sobrepeso u obesidad 50 por ciento de mexicanas entre 12 y 49 años: IMSS

    Violencia intrafamiliar, depresión y malos hábitos alimenticios entre las causas
    Físicamente las mujeres tienen más zonas naturales para acumular grasa

Aleyda Aguirre

Según las revistas de moda, los anuncios televisivos y las telenovelas, el cuerpo de la mujer debe ser muy delgado, cercano a la anorexia, pero ¿qué pasa con todas las que hoy padecen obesidad, un problema de salud pública que está poniendo en jaque a las autoridades del país?
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), siete de cada 10 personas en México son obesas; cinco de cada 10 mujeres de entre 12 y 49 años tienen sobrepeso u obesidad. 
Enfrentar la imagen de “belleza ideal” que promueve el mundo de la moda, la publicidad y la realidad que cada día les devuelve su espejo, crea ansiedad a las mexicanas obesas, lo que orilla a muchas a realizar todo tipo de dietas sin ningún control médico e incluso llegar a la liposucción, arriesgando su salud y su vida.
El ritmo de vida, los malos hábitos alimenticios, la depresión, la ansiedad, la violencia intrafamiliar y la falta de ejercicio, son factores que llevan a muchas mexicanas a consumir sin control los alimentos y a excederse de peso. Otras padecen trastornos hormonales, explica en entrevista Griselda Brito, nutrióloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMyN), Salvador Zubirán.

La violencia y la obesidad 

La violencia intrafamiliar tiene que ver con la obesidad porque las que viven solas en su casa, abandonadas por sus esposos e hijos buscan en la comida un escape, "les da una sensación de placer, es algo que les agrada, a nadie le molesta comer, si alguien carece de otras cosas, los alimentos pueden ser un aliciente". Son mujeres que se tragaron también un patrón de conducta que les enseñó que sin un hombre no valen. Hay quienes buscan estar delgadas sólo para gustarle a ellos; cuando la principal causa del desear tener un cuerpo delgado debería ser su salud, asevera la nutrióloga.
            La obesidad es también un obstáculo en lo laboral puesto que ahora la apariencia es muy importante y no es tan fácil que una persona obesa sea contratada, "imaginan que son improductivas".
 
El cuerpo de la mujer, más fácil de engordar

Físicamente, las mujeres tienen más zonas naturales que están diseñadas para acumular grasa, tales como los senos y las caderas. Asimismo, sus ciclos de secreción hormonal son disparejos y su estado de ánimo es cambiante, lo que puede generarles modificaciones en su forma de comer. Durante su periodo menstrual a muchas se les antoja comer más dulces y carbohidratos y sus horarios de comida se desordenan. En el embarazo, acumulan grasa al prepararse para el parto y la lactancia.
 En el climaterio, el cuerpo femenino empieza a cambiar, su metabolismo se vuelve más lento y la grasa se acumula con más facilidad, además de que es una época en la que ellas son menos activas, por lo que deberían estar más alertas y tratar de prevenir engordar.
La grasa del abdomen, dice, es la que representa más riesgo para la salud, debido a que está cerca del corazón, esa gordura habría que reducirla con ejercicio, porque si mide más de 80 centímetros en mujeres y más de 90 en hombres, se está en peligro.   

El engaño de “productos milagro”

Orilladas por la presión de la moda, las mujeres no recurren a especialistas para combatir la obesidad sino que toman medidas desesperadas, como comprar "productos milagro" que prometen adelgazarlas en semanas, “sin dietas ni ejercicio”, lo que puede afectar su salud.
A la Clínica de la Obesidad, comentó Brito, llegan mujeres que pesan hasta 200 kilos "ya han visitado a muchos seudomédicos, gente no ética que les ofrece tratamientos que no son la solución real y les pueden ocasionar algún daño". La obesidad es el exceso de grasa, pero si a alguien le dan diuréticos, que son medicamentos para orinar y eliminar agua, eso se va a reflejar en la báscula y disminuirá su peso, pero habrá reducido el agua en su cuerpo, no la grasa, cuando el agua es necesaria para el organismo, incluso por eso pueden ocurrir descompensaciones pues con ello también se pierden algunos electrolitos como el potasio, que es un elemento que está involucrado en la contracción del músculo del corazón".
Muchos de los “productos milagro", aseguró, contienen una gran cantidad de fibra de origen vegetal, que es un componente que el cuerpo no puede digerir, llega al estómago y al intestino, absorbe el agua "y se infla como esponja", esa fibra hace sentirse satisfecha más rápidamente, ayuda al mejor tránsito intestinal y por tanto a evacuar con mayor facilidad, sin embargo la fibra por sí sola no es un tratamiento contra la obesidad, si la persona se siente llena deja de comer otras cosas y por ello empieza a bajar de peso, no porque el producto tenga algo mágico; si no cambia sus hábitos alimenticios, con el tiempo vuelve a recuperar peso "por eso son productos que no curan la obesidad, sino que engañan a la gente".
El tener un cuerpo con un peso aceptable es algo que se construye a través de educarlo por varios años, no se vale que una mujer, porque tiene una fiesta, quiera adelgazar y después sufra un rebote y engorde nuevamente, señaló Brito.

La obesidad provoca otras enfermedades 

Hay que hacer diferencias entre el sobrepeso y la obesidad, alertó la nutrióloga. El primero se refiere a tener unos kilos de más que se pueden bajar con facilidad y la segunda nos habla de una enfermedad que afecta la calidad de vida de quien la padece y pone en riesgo de contraer enfermedades como la diabetes (ver Triple Jornada, 1º/nov/04), la hipertensión, problemas en las articulaciones, varices e incluso infartos: las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte a nivel nacional y está asociada con la obesidad. "El cáncer de mamá está relacionado con la obesidad, algunas teorías hablan de que el exceso de grasa corporal es como un cuerpo extraño para el organismo, entonces eso origina  patologías como el cáncer de mama, de útero y de colon".
Cuando una mujer padece de obesidad lo ideal sería que fuera atendida por un equipo interdisciplinario conformado por un/a nutriólogo/a que la enseñe a comer sanamente y a balancear su alimentación, un/a sicólogo/a que atienda sus problemas emocionales y un/a endocrinólogo/a para que se cerciore de que lo que le ocurre no es un problema hormonal.
            En el INCMyN, informa, sí se proporciona ese cuidado interdisciplinario, pero acepta que en el sistema de salud de nuestro país se carece de este concepto.
            A últimas fechas el IMSS difunde a través de los medios de comunicación anuncios con los que se busca concientizar a la población para que prevenga la obesidad. No obstante, María, una derechohabiente de ese organismo de salud, testimonió a este suplemento que acudió a la Clínica 60, ubicada en Tlalnepantla, a solicitar ayuda porque en los últimos meses había subido de peso. Al principio, dice, se negaron a decirle qué hacer, pero ante su insistencia, solamente le entregaron una lista de los productos "que podía o no consumir". Finalmente ella optó por seguir una dieta "casera" y cambiar sus hábitos alimenticios de acuerdo con su criterio para evitar la gordura.
Afuera del INCMyN, la gente se arremolina frente a los puestos de tortas, tacos y quesadillas; entre ellas encontramos a Zayra Medina, de Medicina Interna del instituto, comentó que el dilema no es comer, sino que no se sabe cómo hacerlo, sugirió regular el consumo de "fritangas" con el de otros alimentos más nutritivos como frutas y verduras; evitar el consumo excesivo de refrescos, comida chatarra, bebidas alcohólicas, dejar de fumar y hacer ejercicio
.


-- imprimir artículo

-- regresar a índice de reportajes