ASTILLERO
Numerito internacional
Vicente Bush ataca en Mar del Plata
Provocaciones, berrinches, bigamias
De "ambos cuatro" a la "seriedad"
MISTER FOX BATIO su récord personal de dislates internacionales este fin de semana en Mar del Plata, donde se exhibió como muñeco de ventriloquia bushista, debilitó la unidad continental, creó graves riesgos para la Cumbre de las Américas, se puso a las patadas con Diego Armando Maradona, se distanció del presidente argentino Néstor Kirchner (a quien se negó a aplaudir en su discurso central y quien a su vez despreció una solicitud foxista de entrevista bilateral), hizo puchero porque el citado Kirchner le negó la palabra en el pleno para hablar del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), se negó a ir a la cena oficial de la reunión (¡"yo vengo a trabajar, no a pasear"!), dejó a los periodistas mexicanos durante horas trepados en un avión porque desorganizadamente decidió retrasar su salida de tierra argentina para pelear sin éxito por el proyecto ido al-ca-rajo, declaró una tragicómica bigamia institucional al decirse dispuesto a seguir haciendo el amor tanto al proyecto del ALCA como al Mercosur, defendió la corrección de decir "ambos cuatro" (nueva creación del gramático Vicente Borgues pues, hasta ahora, "ambos" sólo podía significar "el uno y el otro; los dos", pero Míster Fox advirtió: "Ambos cuatro: me han dicho que se puede decir ambos cuando son cuatro, para que no vaya a haber confusiones después")... y, para cerrar el cuadro, la señora Marta desairó un desayuno de esposas de presidentes en el que fue posible admirar los vestidos que fueron de la Evita verdadera (¿el desaire sería porque las prendas no estaban en subasta desesperada?). Ah, pero eso sí: míster Fox destacó una y otra vez su condición de presidente y político serio, para contraponer su presunta imagen de solvencia y mesura (¡!) la de agitadores verbosos como un tal Chávez.
PAPI BUSH ESTUVO más que contento con el peque Vicente, aunque tuvo que retirarse de Mar de la Plata antes de que casi naufragara la reunión internacional, por lo cual el aplicado nene mexicano hubo de reforzar su enjundia ALCA-lina (recuérdese que los metales alcalinos son monovalentes, y el Niño Héroe del Castillo de Washintepec sólo tiene una valencia, llamada Casa Blanca). El sadomasoquista esfuerzo vicentino le hizo ganar espacios notables en los medios de comunicación del continente, pero casi siempre refiriéndolo como una especie de mandadero de George W. Bush. Además, el mexicano consiguió como pago el "colar" el tema de los migrantes y el respeto a sus derechos laborales y humanos en la aguada declaración final de la cumbre continental, ello, según eso, contra la voluntad de papi George. ¡Hurra!
PAPELAZO DEL PRESIDENTE mexicano. Martín Rodríguez Yebra, enviado del diario bonaerense La Nación a Mar del Plata, escribió que cuando los mandatarios americanos hablaban del tema de la reunión, el empleo, míster Fox pidió interrumpir ese curso institucional de debate: "propongo que empecemos a hablar sobre la integración comercial", habría dicho el parasicólogo mexicano (le lee la mente a George W. Bush). "Convertido en moderador obligado, el presidente argentino Néstor Kirchner le impidió seguir: 'Ese no es el tema para el que fue convocada esta reunión', y cedió el turno a otro de los 30 jefes de Estado y de gobierno que se acomodaban en un salón del hotel Hermitage. Por el circuito cerrado se veían caras incómodas en la escena, sin sonido. El estadunidense George W. Bush se paró de la silla y se acercó a Fox. Le dio la mano". Saludo que debió saber a gloria al relegado Fox, quien desde la votación por el caso Irak en Naciones Unidas había sufrido menosprecio del texano, pero ahora, decidido Chente a cumplir el rol deseado por Washington -esforzándose, sacrificándose-, recibía esa virtual estrellita en la frente aunque, para decirlo con palabras de Guido Braslavsky, periodista de Clarín, luego de 10 horas de tensas negociaciones "el continente quedó al borde de la ruptura".
INES CAPDEVILA, de La Nación, escribió: "el arribo de Bush (a Mar del Plata) precedió el disparo que haría estallar la tensión diplomática por el ALCA. Pero no llegó desde la comitiva de Estados Unidos, sino de México. El viernes, el presidente Vicente Fox amaneció enojado con el Mercosur y con Kirchner. Y lo hizo saber. Advirtió que el ALCA podría fácilmente existir sin Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Así, (Fox) no sólo desafiaba al presidente anfitrión, sino que subía la apuesta del bloque pro ALCA en las negociaciones por el documento final, todavía estancadas. Lo que seguiría serían casi 40 horas de enfrentamientos del presidente Kirchner poco esperados".
Y, AUN CUANDO LAS TECLAS se desviven por escribir sobre el activismo puma de Labastida contra Madrazo, y el llamado de éste a aquél para solidaridades partidistas improbables, o las acusaciones felipillas de amargura contra López Obrador, o los señalamientos de Marcelo Ebrard sobre la mezquindad política de Cuauhtémoc Cárdenas (y otros signos de enojo camachil contra el ingeniero ahora orteguista), o del insistente uso de México como estación de paso de personajes turbios (Posada Carriles antes y ahora Fujimori), o de la reivindicación de Agustín de Iturbide a cargo del cardenal neocristero Sandoval Iñiguez, o de los sermones electorales de Beto el de los domingos; a pesar de todo ello es necesario gastar espacio para asentar la respuesta dada por Fox a Coris Rusell, del diario Folha de Sao Paulo, en torno a la incongruencia presidencial de hacer declaraciones de amor al ALCA y, horas después, al Mercosur y a la unidad sudamericana: "Mi amor, compañero, es amplio y total por las dos o por los dos acuerdos de libre comercio (...) Y, si no existe ese amor, o no existe ese sí a mi propuesta de matrimonio, seguiré insistiendo, y seguiré haciéndole más el amor al Mercosur y más el amor al ALCA. Es clara mi posición, no hay ninguna duda, y no es contradictoria"... ¡Uf: Fox, siempre Fox, Fox calidad de exportación! ¡Hasta mañana!
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