NUMEROS | 7 de noviembre de 2005 |
DESASTRES
Es muy notorio el aumento del costo económico provocado por los llamados desastres naturales en el mundo. Esto se asocia con la disposición territorial de los asentamientos humanos que a su mayor tamaño añaden, en muchos casos, la fragilidad social derivada de la pobreza. Entre 1950 y 2004 se aprecia esa creciente elevación de los costos, y sobresalen los sismos de Avelino y de Kobe, así como el tsunami en el Océano Índico. Esa tendencia se reforzó en el curso de 2005, con los fuertes huracanes como Katrina, Stan y Wilma o el violento terremoto de Pakistán. En México, en las décadas de 1980 y 1990, los desastres meteorológicos provocaron más de 2 mil 700 muertes y daños directos estimados en 4 mil 400 millones de dólares. En total, los desastres de ese tipo más los de origen geológico, causaron 8 mil 800 muertes y costaron más de 8 mil 400 millones de dólares. Entre 2000 y 2004 los costos se estiman en 2 mil 378 millones de dólares y aun deben calcularse de modo más preciso los daños de 2005. Las cifras agregadas pueden verse en el cuadro de la página 5. Mientras se debaten las condiciones naturales que generan los huracanes, las lluvias torrenciales y las inundaciones, y se vinculan con el fenómeno del calentamiento global y sus derivaciones políticas, se pone en evidencia la suerte de las poblaciones más pobres y desprotegidas. Los desastres naturales tienen un alto componente social y hay un fuerte elemento de debilidad en la capacidad de prevención § |