Semillas, la gran obra de Marta Lamas
Semillas, Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC, surge en 1990 y lleva ya 15 años. Mujeres privilegiadas ayudan a otras que no tienen las mismas oportunidades, es decir, mujeres marginadas y marginales que viven la pobreza o que en cierta forma son rechazadas por la sociedad. Entre sus proyectos Semillas tiene cooperativas y microempresas, centros de apoyo y grupos de trabajo. Ha echado a andar proyectos que incluyen: derechos humanos, el impulso a folletos y videos que tratan diversos problemas de mujeres y la ayuda a artesanas como las de Teotitlán, Oaxaca, que ha dado frutos óptimos. Las artesanas compraron sus propios telares y se independizaron y ahora exportan a Estados Unidos y Europa sus tapetes y bordados. Sus hijos están en la universidad y, por lo tanto, ha cambiado por completo su horizonte de vida.
En un país acostumbrado a dar caridad, Semillas se distingue por hacer inversión social. De 1990 a 2005 ha financiado 237 proyectos por un monto de 22.7 millones de pesos en 24 estados de la república. Ha beneficiado a 250 mil mujeres y a otras 400 mil mujeres y niñas de forma indirecta y ha otorgado 24 becas de liderazgo para jóvenes y mujeres indígenas.
Actualmente la red Mujeres Invirtiendo en Mujeres (MIM) está constituida por 22 mujeres y hombres. Cada una aporta entre 100 y 6 mil pesos mensualmente. El dinero es semilla para que germine y fructifique en proyectos y logros. Semillas da el dinero una sola vez y, a partir de esa semilla, las mujeres crecen y despegan con gran sentido de responsabilidad. En lugar de un modelo "asistencialista" Semillas promueve un "inversionista".
La clase media alta en México no está acostumbrada a dar y Semillas ha logrado que más mujeres afortunadas tengan conciencia de las necesidades de otras e invierten en mujeres de escasos recursos, es decir, aparten cada año de su presupuesto una suma -que puede ser pequeña- para dársela a otras mujeres que no tienen las mismas posibilidades. La red MIM implica un cambio: que las mujeres adquieran una conciencia y una responsabilidad social. Que mujeres con buena posición económica trabajen juntas y den dinero a grupos de mujeres organizadas es un acto de compromiso con otras y consigo mismas. Así se teje la solidaridad y la responsabilidad social en un entramado de pequeños apoyos y grandes esperanzas.
La cadena de mujeres que invierten en mujeres la constituyen parteras empíricas, escritoras, líderes, filántropas, abogadas, sicólogas, diseñadoras, investigadoras, médicas y consultoras.
Semillas es la única financiadora de proyectos de mujeres en México. La idea de donar pequeñas cantidades para que un grupo de mujeres organizadas eche a andar su proyecto la tomó Semillas de The Global Fund for Women, un fondo que apoya mundialmente a grupos de mujeres.
El objetivo de apoyar a grupos y no a personas en lo individual Semillas lo explica como el interés de promover proyectos de organización y formación de equipos. Junto con el dinero, Semillas otorga capacitación y acompañamiento a las mujeres que integran el proyecto.
Semillas es una causa distinta del feminismo mexicano, que ha logrado integrar en su accionar a cientos de mujeres preocupadas por la situación de sus congéneres y comprometidas con el futuro de un país mejor.
El miércoles 9 de noviembre en el auditorio Torres Bodet del Museo de Antropología Semillas celebrará sus 15 años de productiva y solidaria existencia. Asistirán a este acto donantes, simpatizantes y grupos de mujeres beneficiadas. Vale la pena asomarse a ver a un sector de mujeres que como hormiguitas silenciosas están cambiando las condiciones de vida de muchas de nuestras compatriotas.
A Semillas la apoyan no sólo mujeres, sino también hombres interesados en el avance social de las mujeres. A través de donativos se puede "adoptar" un proyecto y establecer una relación directa con el grupo de mujeres seleccionadas. Así da a los donantes la certeza de que los fondos llegan verdaderamente a su destino.
La transparencia en el manejo de los recursos y el proceso de acompañamiento es la garantía que ha impulsado a muchas personas a apoyar a Semillas.
De que hay mujeres dispuestas a ayudar a otras mujeres lo demostró Semillas a lo largo de quince años. "Una mujer que conoce y se apropia de sus derechos es una mujer que ya no requiere de 'ayuda'. Ella se apoya a sí misma, a su familia y a su comunidad" -confirma la feminista Marta Lamas con una enorme sonrisa.