Usted está aquí: jueves 3 de noviembre de 2005 Cultura CNCA: la iniciativa de Fox no busca privatizar el patrimonio cultural

LEY DE CULTURA A DEBATE

CNCA: la iniciativa de Fox no busca privatizar el patrimonio cultural

No es anticonstitucional y pretende fomentar y difundir la cultura, advierten

Tampoco se afectarían derechos laborales en ese subsector de la Secretaría de Educación Pública

ARTURO JIMENEZ

Ampliar la imagen J� infantil durante una visita de escolares al Museo Nacional de Antropolog� una de las instituciones culturales de M�co, que se ubica en el Bosque de Chapultepec FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros

La iniciativa de ley de cultura enviada en septiembre pasado por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Unión no es anticonstitucional, ni tiene intenciones de privatizar el patrimonio cultural, ni beneficia a las grandes industrias culturales, ni invade funciones de los institutos nacionales de Bellas Artes (INBA) y de Antropología e Historia (INAH), y no afecta derechos de los trabajadores de ese subsector de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Más bien, sostienen tres juristas y funcionarios del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), entre ellos Enrique Vargas, enlace de esa instancia ante el Poder Legislativo, ese proyecto, de Ley de Fomento y Difusión de la Cultura, representa ''un avance" porque, por ejemplo, busca regularizar el marco jurídico de ese órgano desconcentrado de la SEP, creado en 1988 por decreto presidencial de Carlos Salinas.

Pero sobre todo, señalan, ''lo más importante" es que esa iniciativa del gobierno de Vicente Fox pretende reglamentar una reforma hecha en 1993 al artículo tercero de la Constitución, que en la fracción V establece la obligación del Estado de alentar ''el fortalecimiento y difusión de nuestra cultura".

Plantean que de aprobarse dicho proyecto como ley de cultura, el CNCA, hoy dirigido por Sari Bermúdez, ganaría autonomía administrativa ante la SEP.

Proteger instituciones

Además, argumentan que la aprobación de dicha iniciativa, también conocida como ley Bermúdez, protegería a instancias como el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el Sistema Nacional de Creadores o el propio CNCA, pues hasta ahora, sin un marco jurídico correcto elaborado por el Poder Legislativo, podrían ser desaparecidos por la ''decisión administrativa" de algún político.

Ya como ley, continúan, sería más fácil que en el futuro se pudiera avanzar de la regularización del CNCA hacia la creación de una secretaría de cultura, independiente de la SEP, aunque reconocen que en este tema también hay polémica, pues otras voces consideran que cultura y educación no deben separarse.

Por todo lo anterior, los promotores de la polémica ley Bermúdez calculan que, ya sea en el periodo de sesiones que resta este año al Congreso de la Unión o en el último, de febrero a abril próximos, sí podría lograrse un dictamen favorable y la aprobación en el pleno de la Cámara de Diputados. Luego, en julio de 2006, vendrían las elecciones federales y, después, la llegada de la siguiente Legislatura.

En ese contexto, afirman, el cabildeo avanza entre los legisladores de los diferentes partidos, quienes deberán decidir el futuro de la iniciativa.

Pero aclaran que ese cabildeo es encabezado por la Secretaría de Gobernación, aunque el CNCA colabora para ''aportar información y despejar dudas".

Cabe recordar que, en general, el Partido Acción Nacional apoyaría la iniciativa del Ejecutivo Federal, mientras el de la Revolución Democrática ha manifestado que votaría en contra.

Así, el cabildeo mayor estaría centrado en los legisladores del Partido Revolucionario Institucional, que no han definido sus posiciones, como es el caso del mismo presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Filemón Arcos.

Reglamentar el 3º constitucional

Durante una larga entrevista, Enrique Vargas, enlace del CNCA ante el Poder Legislativo; Roberto Ortega, asesor jurídico del consejo y coordinador del grupo de trabajo de la iniciativa de ley, y Antonio Hernández Brito, coordinador de relaciones laborales del mismo consejo defienden la iniciativa foxista de ley de cultura.

Comenta Roberto Ortega: ''Hay dos cuestiones fundamentales de la (iniciativa de) ley y de sus beneficios: regula la forma en que el gobierno federal va a fomentar y difundir la cultura, pues establece los criterios e instrumentos respectivos.

''Y segundo, institucionaliza tanto al organismo especializado de la cultura (CNCA) como a los instrumentos de apoyo a la cultura. Pero eso no abarca toda la cultura, la cual es mucho más diversa y tiene otras materias."

Acerca de por qué plantear la regularización del marco jurídico del CNCA y no avanzar en la propuesta de algunos sectores de crear una secretaría de cultura, reconocen que la ''tendencia internacional" es crear ministerios, pero argumentan la ''restricción de recursos" y cierto temor oficial al "crecimiento burocrático".

Ortega recuerda además que la presente es ''una administración pública que no estuvo sujeta a una reorganización mayor", pese a que ''al principio se hablaba de algunas fusiones y desapariciones de secretarías, lo cual no sucedió".

Pero también, reconoce, existe un debate dentro de la comunidad. ''Hay quienes no están de acuerdo en que se desvinculen educación y cultura. En algunos países -dicen- pudiera ser que estén separados, pero debe tomarse en cuenta que tienen un nivel educativo mucho mayor al de México. Además, otros criterios consideran que una secretaría pudiera ser un instrumento político de conducción y regulación de la cultura".

Sin embargo, manifiestan que la iniciativa de ley deja una ''plataforma importante" para después pasar, ''de manera más sencilla", a una posible secretaría de cultura.

Gestiones de Gobernación

Respecto del trabajo de cabildeo en el Congreso de la Unión, Enrique Vargas explica:

''La Secretaría de Gobernación es la directamente responsable de esa área, de cabildear, de platicar, de despejar. Más que cabildear está en un proceso de despejar dudas, informar, ver los contenidos, todo lo que implica el documento.

''Desde el CNCA lo que le hemos dicho a los señores legisladores de la Comisión de Cultura es que estamos en disposición de seguir despejando dudas y contribuir a una discusión ordenada, como la han venido dando, y darles todos los contenidos que ellos requieran."

Los legisladores, dice, ''han mostrado sensibilidad y bastante apertura. Hay que hacer un reconocimiento, porque las actuales comisiones de Cultura en ambas cámaras han sido muy dinámicas: trabajando mucho, llamando a foros, haciendo jornadas como la del Parlamento de Cultura. Traen el tema en su agenda".

Vargas destaca además que la iniciativa de ley del CNCA, entre todas las que han presentado a las cámaras de Diputados y Senadores, ''es la única que se va por el lado del fomento y difusión de la cultura. O sea, es la única propuesta que pretende reglamentar la fracción V del artículo tercero constitucional. Porque hay otras de reforma constitucional y demás materias, que tiene el Congreso de la Unión para legislar en esta materia en específico".

Y Hernández Brito dice: ''Tengo la impresión de que hay un muy reducido porcentaje, quizá 1 o 2 por ciento de la gente en general, que cree que no debe existir el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Entonces, la mayoría de la gente quiere que exista el CNCA. Y también quiere que haya fomento y difusión de la cultura. Es una (iniciativa de) ley noble, que no está generando un conflicto con las instituciones ni con los creadores, sino que viene a dar un marco jurídico para el fomento".

Ante la pregunta de por qué se presentó ese proyecto de ley en el quinto año de gobierno de Vicente Fox y no en el primero, para dar más tiempo a la discusión, Vargas responde que ''hubo muchos estudios que se tuvieron que hacer", así como foros de consulta.

Aclara que eso no quiere decir que fueron cinco años de preparación. ''La discusión viene de mucho atrás y va a seguir en otras tantas ramas del quehacer cultural.

''El gobierno federal, por los tiempos que tiene, estableció que en este momento debía de entregarse."

Proyecto revisado

Roberto Ortega agrega: ''Hubo una revisión al interior de la administración pública del Ejecutivo Federal que llevó tiempo. Además, se analizaron las alternativas institucionales.

''De ahí vinieron las opciones de la secretaría de cultura, de qué tipo de órgano desconcentrado, para que no quedara como hasta ahorita, sino un organismo todavía más fortalecido, con mayor autonomía, o un organismo descentralizado."

Enrique Vargas ofrece: ''Estamos en absoluta disposición de despejar todas las dudas que vayan surgiendo. Y absolutamente conscientes de que el debate es muy rico y hay que participar en él. Habría que generar las mejores condiciones para el mismo".

Espacios como los de la prensa, concluye, permiten dar elementos para una ''discusión ordenada, responsable, que oriente a la opinión pública, porque no todo es las otras versiones, como las que consideran que es una ley privatizadora. De ninguna manera pasa por ahí el tema".

El debate alrededor de la propuesta de ley del gobierno federal con miras a regular la cultura en el país, continúa abierto. En él concurren defensores de esa iniciativa y las voces discrepantes.

 
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