Arranca el domingo la temporada menos chica 2005-2006; subieron los precios
Con El Zotoluco y Ponce de padrino y testigo, Fermín Rivera tomará la alternativa
Para los conocedores, lo mejor del año será la presentación de Sebastián Castella
Ampliar la imagen Sebasti�Castella ha generado gran expectativa entre los aficionados mexicanos FOTO Rafael S�hez de Icaza Foto: Rafael S�hez de Icaza
Faltan sólo seis días para la inauguración de la llamada temporada grande 2005-2006, que en justicia es apenas un poco menos chica, y como es lógico hay mayor expectación que otros años entre los aficionados asiduos a la Monumental Plaza Muerta (antes México), que el próximo 5 de febrero cumplirá 60 años de existencia. Las expectativas obedecen no tanto a los resultados del serial veraniego de 20 novilladas que insólitamente se dio este año sino a la continuidad de festejos dominicales, que renovó la casi olvidada costumbre de asistir cada siete días a los toros.
Mientras el Gobierno del Distrito Federal (GDF), para variar, permitió que el "empresario" Rafael Herrerías elevara injustificadamente los precios de las tarjetas de derecho de apartado y de los boletos para las corridas, Carlos Mendoza, ex presidente de la Comisión Taurina del Distrito Federal se pregunta por qué no procede ante la denuncia que hace dos semanas formuló el tlaxcalteca Rafeel Ortega.
Herrerías intentaba ponerlo con dos españoles de a pie y un mexicano de a caballo, pero Ortega se negó, y la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos lo brindó su respaldo, alegando que esa composición era violatoria, como en efecto lo es, del convenio taurino entre México y España, el cual exige que en los ruedos de nuestro país los diestros ibéricos jamás superen en número a los locales.
En abierto desacato a esa regla, Herrerías argumentó que un mexicano de a pie y otro de caballo igualaban los números ante los dos españoles de a pie, pero Ortega, y el sindicato de los coletudos, le recordaron que los rejoneadores para esto no cuentan, y que el tlaxcalteca sólo daría su mano a torcer si frente a los dos europeos previstos -en teoría Enrique Ponce y Julián López El Juli- sustituía al caballista por otro peatón.
"Indio rajado", reviró Herrerías colérico, vomitando sapos y culebras contra Ortega, en una demostración de su altivez clasista y xenófoba, tan propia del conservadurismo taurino. Pero lo que no esperaba el señor feudal fue la respuesta del torero, quien en conferencia de prensa relató cómo a lo largo de los años se ha ajustado siempre a los caprichos y abusos del cacique, alternando con quien él mandaba y estoqueando el ganado que se le pegara la gana y que a pesar de eso, de haber sido tratado invariablemente como un paria, no hubo tarde en que no cortara orejas.
También recordó que en la temporada anterior, después de cortar un rabo en un mano a mano con Eulalio López El Zotoluco -aliado incondicional de Herrerías- no volvió a hacer el paseíllo en la México pues la "empresa" lo castigó por haber bañado a su protegido.
Barrido por la respuesta de Ortega, quien además trajo a colación que en la México todos los diestros actúan a partir de contratos en blanco, lo que habla del estado de ilegalidad absoluta que priva en el embudo de Insurgentes, Herrerías rectificó y cambió su absurda acusación contra el tlaxcalteca pero, como sicópata paranoide que es, la enderezó contra la Asociación de matadores, lo que no ha resuelto las cosas.
Sin embargo es ya un hecho anunciado que el domingo se vestirán de luces Enrique Ponce y El Zotoluco para darle la alternativa al imberbe potosino Fermín Rivera, pero la incertidumbre aumenta respecto a las fechas consecutivas dado que Herrerías aguarda la resolución que adopte el Congreso del estado de Veracruz, instancia ante la cual lo denunció el gobernador Fidel Herrera Beltrán, pidiendo que establezca el destino de más de 200 millones de pesos originalmente destinados al equipo futbolístico Tiburones Rojos, durante la administración de Miguel Alemán, y que ahora nadie sabe en qué cuenta de las Islas Caimán se encuentran.
Pero entre que son peras o manzanas, los aficionados que este verano tuvieron la fortuna de asistir a las principales plazas y ferias de España y de Francia aseguran que de todos los matadores contratados para actuar desde ahora y hasta marzo en el enorme pozo de cemento, el que volverá loca a la gente será el francés Sebastián Castella, al que los peninsulares llaman, vaya usted a saber por qué, "Castelá".
Nacido en Beziers, Francia, 22 años atrás, Castella en realidad regresará a México, país a donde vino para el concurso mundial de novilleros organizado por Carlos Peralta, lo que le permitió presentarse una sola tarde en la México donde cuajó un faenón. Con la solera que proporciona la madurez y el hecho de haberse placeado como matador no sólo por el reino de Juan Carlos I sino también por Sudamérica, el muchacho, dicen, vendrá a comerse el mundo crudo.