Usted está aquí: lunes 31 de octubre de 2005 Mundo Se lanza Castro contra "nuevos ricos" cubanos

Se lanza Castro contra "nuevos ricos" cubanos

Impone rígidos controles en gasolineras para frenar el mercado negro de combustible

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 30 de octubre. El presidente Fidel Castro anunció una campaña contra "los nuevos ricos" cubanos y "sus cómplices", con punto de partida en un rígido control de la venta de combustible en las gasolineras de esta capital y en la vecina provincia de Pinar del Río.

La semana pasada Castro apareció en dos programas de televisión y luego habló en una graduación de bachilleres de arte. En las tres intervenciones el mandatario hizo breves comentarios a la campaña, que irrumpió sin anuncio el sábado 16 de este mes.

Ese día los despachadores habituales de las gasolineras, llamados pisteros, fueron enviados a su casa sin explicación oficial. Su lugar junto a las bombas fue tomado por jóvenes trabajadores sociales.

Castro sólo ha tocado en forma indirecta el origen de esa decisión: la sospecha gubernamental de que los empleados de Cuba Petróleo (Cupet) sustraen ilícitamente combustible y lo revenden a bajo precio.

En este caso, según el lenguaje empleado por el presidente cubano, "los nuevos ricos" son los clientes de ese segmento del mercado negro, que "corrompen" a sus "cómplices", los pisteros.

El comercio ilegal es una práctica ampliamente extendida, que en una economía como la cubana, de fuertes regulaciones y centralización estatal, termina realizándose a costa de las arcas públicas.

La campaña de los trabajadores sociales permitirá "crear las condiciones necesarias para que los nuevos ricos paguen el combustible que realmente consumen", dijo Castro en una intervención.

Esa frase parece aludir a un posible aumento en el precio al consumidor de la gasolina y el diesel. El líder cubano señaló que su gabinete económico tiene adoptadas "13 medidas" vinculadas a la campaña, pero omitió precisiones.

Los combustibles han subido de precio en dos rondas recientes, en mayo de 2004 y en enero pasado. En el caso del diesel el precio se elevó 66 por ciento en ese lapso.

Los actuales jóvenes despachadores levantan un registro de la matrícula de cada automóvil que carga combustible, que el usuario debe pagar previamente en la caja registradora, en una operación que provoca congestiones en las gasolineras.

Los trabajadores sociales "hacen grandes ahorros de combustible, con sumas importantes para el país", señaló Castro. Esos recursos se están "salvando de las manos desgraciadas de los nuevos ricos y sus cómplices", y hasta "se ha descubierto depósitos privados de combustible".

Tras la crisis económica que siguió en Cuba al colapso de la Unión Soviética y una limitada apertura a mecanismos de mercado, en la década pasada, las desigualdades sociales en la isla se acentuaron en ambos extremos.

En los años noventa hubo campañas contra los entonces llamados macetas (por los mazos de dinero que acumulaban). En la misma línea, Castro criticó este año a los paladares (restaurantes familiares) y los taxis privados, dos de los giros autorizados por la ley para el trabajo por cuenta propia. Sin embargo, el gobierno no había empleado la expresión "nuevos ricos" para aludir a un sector de la sociedad.

 
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