El subsecretario de Sedeso niega que se estén desviando recursos de apoyo a damnificados

Tapachula ''volvió a la normalidad''; Cancún sigue en emergencia: Tuirán

Debe reactivarse la infraestructura hotelera e impulsar la ganadería y producción de café

ALMA E. MUÑOZ

Tras rechazar la posibilidad de que se desvíen recursos de apoyo a damnificados de los estados de Chiapas y Quintana Roo, el subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación de Territorio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Rodolfo Tuirán, consideró que en Tapachula la situación ''volvió a la normalidad'', mientras que Cancún continúa en etapa de emergencia, alimentada por actos delictivos como el saqueo.

Al hacer un balance sobre ambos casos, el funcionario subrayó que la intención oficial es mejorar, al menos, las condiciones de vivienda de los núcleos pobres que resultaron afectados por los huracanes Stan y Wilma, aunque aceptó que el reto es grande y los contextos diferentes, porque en Chiapas 54 por ciento de las 19 mil 200 comunidades con que cuenta la entidad están aisladas, en tanto que Cancún sólo registra 100.

Aseguró que se proyecta resolver el problema de las más de 50 mil viviendas dañadas en el primer caso, por lo menos en 6 u 8 meses, mientras que en el puerto turístico quintanarroense se tiene que reactivar rápido la infraestructura hotelera, porque ''de eso depende la población'', pero también impulsar la economía ganadera y del café en un plazo de dos meses a más tardar.

''Damnificados de toda la vida''

Los chiapanecos, apuntó, son ''damnificados de toda la vida'', a los cuales pretendemos alejar de las zonas de alto riesgo, aunque en el caso de Tapachula, acotó, es la zona de menor pobreza en Chiapas, porque sólo 58 por ciento de los hogares está en esa condición, mientras municipios como Bejucal Ocampo, Motozintla o la zona serrana tienen entre 80 y 99 por ciento de su población en dichas circunstancias.

Vía telefónica, el subsecretario de la Sedeso resaltó que Cancún, al igual que otros puntos turísticos, genera riqueza que convive con ''enormes desigualdades y contrastes''. Por ejemplo, citó, en el municipio de Benito Juárez -donde se ubica este punto de playa-, uno de cada cuatro habitantes está en situación de pobreza, y en Playa del Carmen la misma situación afecta a 53 por ciento de su población. Por lo tanto, defendió, ''comparar Chiapas con Cancún en términos convencionales, no es justo, ni para los estados ni para los pobres''.

Subrayó que ciudades mexicanas en trayectoria de ciclones y huracanes presentan un significativo número de viviendas construidas con materiales precarios, como ocurre en una de cada cuatro ubicadas en el municipio de Solidaridad, Quintana Roo, a diferencia de Isla Mujeres y Cancún, donde lo están una de cada 10.

Hay que llamar la atención, insistió Tuirán, en las desigualdades económicas que privan en México, así como en las diferentes condiciones geomorfológicas, sociodemográficas y otras.

En el estado de Chiapas, insistió el subsecretario, 54 por ciento de su población vive en condiciones de aislamiento; en Cancún, sólo mil personas. Pero además, expuso, en el destino turístico de playa se habla de viviendas inundadas, con daños parciales o menores; en cambio, en Tapachula, donde se requerirá una inversión de mil 500 millones de pesos, se trata de 53 mil 653 casas, 24 mil 176 con daños totales, 26 mil 943 con afectaciones menores o parciales, y requieren ser reubicadas 2 mil 526 más, por encontrarse en zonas de riesgo.

Pidió no hacer comparaciones entre la atención e impulso que se dará en las devastaciones provocadas por los huracanes. Chiapas se reconoce por su pobreza y por tener población permanentemente sometida a sufrir los embates de la naturaleza, dijo, no así los municipios de Quintana Roo mayormente afectados -Benito Juárez, Solidaridad, Isla Mujeres y Cozumel-, que tienen grados de desarrollo institucional alto o medio en materia de protección civil, concluyó.