Leer al Quijote fue un bálsamo en los campos de concentración, narró el cervantista
Eulalio Ferrer recibió la máxima condecoración del estado de Guanajuato
Ampliar la imagen Ferrer reiter� gratitud a M�co FOTO Luis Humberto Gonz�z Foto: Luis Humberto Gonz�z
Eulalio Ferrer Rodríguez, presidente de la Fundación Cervantina de México, recibió ayer la condecoración Miguel Hidalgo y Costilla, máximo reconocimiento que otorga el estado de Guanajuato, por conducto del Congreso local, en reconocimiento a su trayectoria en el periodismo y la publicidad, así como sus aportaciones al desarrollo cultural del país.
En ceremonia realizada en el teatro Juárez, de Guanajuato, Ferrer puso de relieve el significado que México tiene en su vida como tierra adoptiva luego de la Guerra Civil en España, e hizo una analogía entre el espíritu digno y libre del Quijote y el de los exiliados de su país, que huyeron de la dictadura de Francisco Franco.
La candidatura de Ferrer al galardón se vio respaldada por la donación que el humanista hizo de su acervo de obras artísticas y su biblioteca, las cuales hicieron posible el nacimiento, en 1987, del Museo Iconográfico del Quijote y del Coloquio Cervantino Internacional, y en 2004 del Centro de Estudios Cervantinos.
De acuerdo con la legislación guanajuatense, la condecoración Miguel Hidalgo y Costilla -patrocinada a partir de este año por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- sirve para premiar ''relevantes servicios prestados a la humanidad, a la patria, al Estado o a la comunidad".
Segunda patria
Ferrer narró la forma en que la lectura del Quijote se convirtió en una especie de bálsamo para atenuar el dolor y la incertidumbre de los campos de concentración en Francia, donde fueron enviados unos 80 mil exiliados españoles, y su encuentro posterior con México, país que mitigó los resentimientos de la Guerra Civil, ''y derramó sobre nosotros el bien que más apreciábamos, la libertad".
Una vez alcanzado cierto equilibrio, el publicista decidió agradecer a su segunda patria con la creación de un museo dedicado a la máxima obra de Miguel de Cervantes, único en el mundo.
Para esa tarea, dijo, no dudó en elegir como sede a Guanajuato, ''la tierra más cervantina de América", donde desde hace muchos años se rinde homenaje al caballero andante ''en un culto ininterrumpido".
A la entrega del reconocimiento asistieron familiares de Eulalio Ferrer e integrantes del Ateneo Español de México, organización fundada hace 56 años y que agrupa a los personajes más destacados del exilio español.