Aseguran que sólo se podrán reasignar $45 mil millones para áreas prioritarias
Diputados del PRD: el presupuesto para 2006, "absolutamente restrictivo"
Fox busca recursos para apoyar a su candidato a la Presidencia, sostiene Ramírez Cuéllar
La fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD) advirtió que el presupuesto para 2006 será "absolutamente restrictivo", porque sólo se podrán reasignar alrededor de 45 mil millones de pesos para requerimientos de áreas prioritarias, como salud, educación, energía y programas sociales. De los 92 mil millones contemplados en ese sentido en la Ley de Ingresos, 23 mil serían restituidos a Petróleos Mexicanos (Pemex), 15 mil al Fondo de Desastres Naturales y el resto al Programa de Apoyo a Entidades Federativas.
Alfonso Ramírez Cuéllar, coordinador económico de la fracción perredista en San Lázaro, denunció que el gobierno de Vicente Fox pretende con ello hacerse de una bolsa contingente para respaldar a su candidato presidencial el año próximo.
Francisco Carrillo Soberón, legislador del partido del sol azteca, coincidió con Ramírez Cuéllar: "no sólo el gobierno federal está tratando de controlar los excedentes petroleros, porque esos recursos le dan margen de discrecionalidad y movilidad con miras al proceso electoral. Pretende invertir el dinero público en campañas de los candidatos del PAN; también participan en ese interés los gobernadores de los estados".
Así, la Ley de Ingresos aprobada por la mayoría en la Cámara de Diputados "es un acuerdo demasiado precario, que puede presentar consecuencias muy negativas para el desarrollo del país", insistieron los perredistas.
Tanto Ramírez Cuéllar como Carrillo Soberón alertaron sobre el escaso margen de maniobra que deja la Ley de Ingresos, e insistieron en el carácter nugatorio del nuevo régimen fiscal de Pemex, empresa afectada por la Secretaría de Hacienda y las bancadas del PRI y del PAN en la Cámara, al definir que la paraestatal deberá aportar 23 mil millones de pesos extra al erario. Aproximadamente, esa cifra es equivalente a la que se autorizó a la petrolera para reinvertir en modernización y desarrollo.
"Hacienda impuso a trasmano la violación de un acuerdo partidista mediante la Ley de Ingresos para 2006. Ello significa burlar la voluntad del Congreso, intentar engañarlo y atentar contra la salud financiera de Pemex, sobre todo porque estamos en un momento crítico, de declive de los principales yacimientos de hidrocarburos y gas natural", adujo Carrillo Soberón.
La mayoría de los legisladores federales no sólo arrebataron a la paraestatal 25 mil millones de pesos, sino aprobaron un nuevo impuesto aplicable a Pemex, que es el de aprovechamiento por excedentes petroleros, por un monto de 6.5 por ciento.
Para Ramírez Cuéllar, el punto nodal se encuentra en la notable reducción de la bolsa a repartir: "nosotros queremos alertar sobre la precariedad de este acuerdo, porque estamos obligados a hacer reasignaciones para restituir 23 mil millones a Pemex. El Congreso no puede estar jugando y engañando a la población, aparentando que le preocupa mucho el futuro de la empresa". A la devolución de recursos a la paraestatal se suma, explicó Ramírez Cuéllar, una cantidad importante destinada al fondo de reconstrucción. "De continuar esto estaremos en un escenario realmente catastrófico", insistió el perredista.
Al tratar en lo particular el tema de Pemex, Carrillo Soberón alertó sobre los costos financieros para la empresa si fructifica la sustracción de recursos por 23 mil millones de pesos. "Nuevamente se orilla a la paraestatal a tener que endeudarse para pagar impuestos; esa es una concesión indebida a los gobernadores estatales".
En defensa de lo aprobado en San Lázaro, el panista Federico Döring aseveró: "no es cierto, porque lo que se contrata como deuda fundamentalmente es mediante los Proyectos de inversión de impacto diferido en el registro del gasto (Pidiregas), y es para proyectos de Pemex aunque sea contratando por conducto del gobierno federal. Eso se aclaró perfectamente ayer y rehusaron aceptarlo. Me parece que simplemente es un asunto de algunos perredistas que están contra todo, que no reconocen las bondades de los acuerdos. Tan es así, que la mayoría del PRD votó en favor. Son dos diputados (Carrillo y Ramírez) de 500 que tienen una opinión discordante".