Los Astros buscarán acortar distancia ante Medias Blancas
Primera Serie Mundial en Houston
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Roy Oswalt, el mejor lanzador de los Astros, estar�oy en la lomita FOTO Reuters
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Houston, 24 de octubre. La ciudad de Houston se llena de júbilo al recibir a partir del martes la Serie Mundial de beisbol por primera vez, aunque sus Astros no las tienen todas consigo tras un nefasto periplo por Chicago, donde los Medias Blancas le endosaron dos derrotas consecutivas.
El conjunto texano, que dio sus primeros pasos en Grandes Ligas como los Colt 45 y vistiendo uniformes con los colores del arcoiris, había estado cerca de un Clásico de Otoño por última vez en 1986, cuando fue eliminado en el campeonato ligero del Viejo Circuito por los Mets de Nueva York.
Anteriormente, en 1980, también habían visto estropeado su ascenso por los Filis de Filadelfia.
El ex piloto Larry Diker había guiado la franquicia por muy buen camino, al ganar los títulos divisionales en 1997, 1998, 1999 y 2001, pero un magro desempeño con marca de 2-12 en los playoffs no lo dejó avanzar.
Los texanos sufrieron dos descalabros seguidos, duante el sábado y el domingo, pasados ante los campeones de la Liga Americana, los Medias Blancas, con marcadores de 5-3 y 7-6, respectivamente.
Empero la ciudad estará de plácemes al recibir tres encuentros -el último de ser necesario-, pero para que la fiesta sea completa el conjunto local debe salir por la puerta ancha en dos de esos desafíos, lo que le permitiría regresar a Chicago.
Houston, que está dirigido ahora por Phil Garner, pondrá en la lomita el martes a su mejor lanzador durante la temporada regular, el derecho Roy Oswalt, quien logró 20 victorias en ese tramo, además de presentar un magnífico 3-0 en las dos primeras etapas de los playoffs.
En tanto, la novena patiblanca, que dirige Ozzie Guillén, primer venezolano en comandar un conjunto en las Mayores, dependerá de los servicios de Jon Garland, ganador de 18 partidos en la campaña de 2005.
Los partidos que se disputarán en Houston a partir del martes se jugarán bajo las reglas de la Liga Nacional, donde no existe el bateador designado, ya que el lanzador también hace esa función, por lo que el equipo local sale con cierta ventaja.