Realizan en la UNAM congreso internacional sobre el filósofo francés
El pensamiento de Jacques Derrida vive un boom en el ámbito académico
''Quizá ahora es cuando se le va a leer de verdad'', sugiere el docente Daniel Bensaid
En México pocos conocen a fondo su obra, expresa la investigadora Esther Cohen
A un año de su muerte, las ideas del filósofo francés Jacques Derrida (1930-2004) protagonizan una especie de boom en el ámbito académico, ''quizá porque ahora ya no está él para confrontar a quien se acerca a sus postulados, quizá porque ahora es cuando se le va a leer de verdad'', señala el profesor Daniel Bensaid, quien participa en el congreso internacional Derrida: pasiones institucionales.
El encuentro, organizado por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinado por Mercedes de la Garza y Esther Cohen, se inició ayer con la participación de especialistas en la obra del llamado padre de la deconstrucción, metodología analítica que ha sido aplicada a la literatura, la lingüística, el derecho, la arquitectura y a la propia filosofía.
Durante la primera sesión, Geoffrey Bennington, reconocido escritor, colaborador y traductor al inglés de Jacques Derrida, habló acerca de su experiencia al trabajar de manera cercana con un pensador ''preciso y claro''.
Autor más político que Foucault
En entrevista con La Jornada, Daniel Bensaid añadió que si bien Derrida fue un mito para muchos estudiantes de filosofía, ''era muy abierto, tomaba la iniciativa de ir hacia los alumnos o buscar a quienes escribían artículos sobre su obra''.
Entre los múltiples aspectos de la obra de Derrida, Bensaid encontró afinidad con el autor de La escritura y la diferencia (1978), en torno de temas como el mesianismo o su posición política con respecto a la globalización.
No obstante, leer a Derrida en la actualidad implica conocer profundas reflexiones acerca de nociones como identidad, democracia, justicia y derecho.
Se trata de un filósofo ''que analizó todos los temas cruciales que están cambiando al mundo, así como la incidencia de éstos en la ética o en la política. La obra de Derrida dará para pensar durante muchos tiempo'', puntualiza Bensaid.
Si bien el trabajo del pensador francés se conoció, comentó y asimiló en varios países, fue en Estados Unidos donde sus ideas tuvieron acogida más generosa y atenta, detalló por su parte Geoffrey.
Después de la muerte de Derrida, ''todo mundo se convirtió en derridiano'', apunta la investigadora Esther Cohen, y señala que ''en México son pocos los que conocen su obra a fondo; quienes lo critican creen que su escritura tan difícil es una especie de verborrea que cubre la falta de ideas. Eso cambiará con el tiempo''.
Jacques Derrida es, inclusive, ''un autor más político que Michel Foucault, con un pensamiento menos metafísico de la política'', concluyó Bensaid.
El congreso internacional Derrida: pasiones institucionales continúa este martes a las 10:15 horas en el Aula Magna de la Facultad de Facultad de Filosofía de la UNAM. Participarán Mariflor Aguilar, Ana María Martínez de la Escalera, Raúl Quesada, Elissa Marder, Benjamín Mayer, Pilar Calveiro, Francisco Barrón, Elsa Rodríguez y Erika Linding.
El miércoles y el jueves las sesiones se realizarán en esa sede, con temas como Espectros y mesías en Derrida; Excluido de la lengua: ciudadano del mundo, Fuego y cenizas: heteronomía de la lectura en Derrida, La deconstrucción como filosofía del duelo, y Deconstrucción-hospitalidad, entre otros.