La demanda ha crecido 23 por ciento; en 2005 ya van 51 mil intervenciones
México, uno de los países con mayor número de cirugías plásticas
En el Hospital General, el porcentaje de éxito en la reimplantación de brazos y dedos es de 90 por ciento, afirma el doctor Raymundo Priego
La reconstrucción mamaria, uno de los servicios más solicitados
A pesar de que las técnicas reconstructivas y estéticas tuvieron gran desarrollo durante el siglo antepasado, fue la Primera Guerra Mundial la que dio un gran auge a la cirugía plástica, y en especial a una de sus ramas: la cirugía reconstructiva, al grado que se le empezó a considerar como una especialidad. Lo anterior se explica debido a que gran cantidad de soldados sufrieron importantes heridas en combate, entre ellas mutilaciones, quemaduras y deformaciones en el rostro por impactos de proyectiles, las cuales dejaron de atenderse con prótesis y máscaras.
En los albores del siglo XXI, México se ha convertido en uno de los países en los que se realiza mayor cantidad de cirugías plásticas, tanto estéticas como reconstructivas, sólo superado por Estados Unidos. Durante los años recientes, la demanda de procedimientos de cirugía plástica en el país se ha incrementado en más de 23 por ciento, y en lo que va del año se han practicado más de 51 mil intervenciones.
Dentro de la cirugía reconstructiva, la microcirugía es la que mayor avance ha tenido, la cual es el área de la cirugía plástica que se encarga de reconstruir estructuras a pacientes mediante la transferencia de tejidos de un sitio a otro, explicó el doctor Raymundo Priego Blancas, cirujano adscrito al servicio de cirugía plástica y reconstructiva del Hospital General de México (HGM) y encargado de la Clínica de Mano y Microcirugía.
En entrevista con La Jornada, Priego Blancas detalló que entre los principales ejemplos de microcirugía están la reconstrucción mamaria tras la extracción de un tumor; las reconstrucciones de pierna, cara, cuello y mandíbula, así como la reimplantación de brazos y dedos.
Los dedos de la mano y el pie
Sobre este último ejemplo, el especialista dio a conocer que actualmente el porcentaje de éxito en este tipo de intervenciones es tan alto, que en el HGM se tiene ya "90 por ciento de éxito", pese a que este tipo de percances se atiende en "agudo", es decir, son urgencias y no cirugías programadas, como lo puede ser la reconstrucción mamaria. En estas circunstancias "todas las decisiones se deben tomar de manera muy rápida". De acuerdo con el experto, los reimplantes de miembros son los "más impresionantes" dentro de la microcirugía, pues "después de llegar con los miembros amputados, salen con ellos funcionando".
El cirujano detalló que no en todas las amputaciones de dedos es posible efectuar una reimplantación, pues depende de la forma en que ocurrió el traumatismo la posibilidad de colocar nuevamente el dedo en su sitio. Cuando son "machacamientos o arrancamientos" es casi imposible, pero si el corte es "tipo guillotina, es decir, un corte nítido, tenemos mejores posibilidades".
Abundó que el reimplantamiento de los dedos es viable entre las 10 y 12 primeras horas de haber sido amputados, pues pasado ese tiempo el daño por la falta de irrigación es irreversible.
"Si el dedo viene mal conservado, por ejemplo inmerso en hielo o alcohol, ya no es reimplantable. Lo ideal es que la parte amputada se enjuague, de ser posible se envuelva en un trapo húmedo, se coloque en una bolsa de plástico y a ésta se le saque el aire, y sólo después de esto se le puede colocar en hielo, evitando así que la porción amputada se congele", explicó.
También precisó que mediante la microcirugía se pueden trasplantar dedos del pie a la mano, y acotó que es común que cuando se pierden pulgares éstos sean reemplazados con el dedo gordo del pie. Este se extirpa junto con sus venas y arterias y se fija al hueso del muñón del pulgar mediante tornillos y placas de titanio. Posteriormente se hacen las uniones de los tendones y, principalmente, de las arterias y venas, a fin de reconstituir la irrigación sanguínea.
De acuerdo con el especialista, los dedos del pie son "perfectamente funcionales" en la mano, y añadió que para que tengan un mejor aspecto se le puede hacer algunas correcciones estéticas, como quitarle grosor y tensar los tendones para que no tenga un aspecto tan flexionado.
Abdomen por seno y peroné por mandíbula
Priego Blancas aseguró que la reconstrucción mamaria luego de haber sufrido una mastectomía (extirpación de la glándula mamaria y de los ganglios de la axila) es la intervención "más frecuente" que se realiza en el servicio de cirugía plástica del HGM, y añadió que se puede hacer mediante un implante, utilizando éste y tejido, o únicamente tejido. Esto se determina tras una valoración de la paciente.
Cuando la reconstrucción se realiza sólo con tejido de la paciente éste se transfiere de la espalda o del abdomen, siendo esta última opción la más utilizada.
"Quitamos la piel, grasa y el músculo recto (todo lo que está por debajo del ombligo) y lo trasladamos a la región mamaria, ahí le damos forma y volumen, y la acomodamos de tal forma que quede muy similar a la otra mama. En un segundo tiempo hacemos el pezón, con los mismos tejidos, y luego lo tatuamos, para darle coloración", explicó el cirujano.
Una ventaja extra de esta intervención, agregó, es que al quitar piel y grasa del abdomen éste queda plano.
Respecto a las reconstrucciones de mandíbula (luego de haber sido extirpada por cáncer), el hueso se obtiene de la pierna. "Extraemos el peroné, con su arteria y vena, y lo colocamos en la región de la mandíbula; posteriormente le generamos dobleces para que tome la forma y lo fijamos también con placas de titanio y tornillos.
''Con esto, el paciente recupera su oclusión (mordida), e inclusive se le pueden poner dientes posteriormente. La cara queda totalmente restituida", aseguró Priego Blancas, quien aclaró que la extirpación del peroné no genera ninguna secuela, porque el hueso que da el soporte a la pierna es la tibia.
Muchas otras son las intervenciones de microcirugía que devuelven la apariencia normal a quienes han sufrido accidentes, como la aplicación de injertos de piel para contrarrestar las quemaduras o las reimplantaciones de brazos, en las cuales las posibilidades de éxito son mayores mientras menos cercana al hombro sea la amputación, debido a que se atrofian nervios y músculos.