Usted está aquí: sábado 22 de octubre de 2005 Mundo Lagos confirma haberse enterado de que iba a ser asesinado en 1986

Estuvo en lista de opositores chilenos que serían ultimados

Lagos confirma haberse enterado de que iba a ser asesinado en 1986

ENRIQUE GUTIERREZ CORRESPONSAL

Santiago, 21 de octubre. El presidente chileno, Ricardo Lagos Escobar, confirmó hoy haber estado enterado de que formó parte de una lista de líderes opositores que debían ser asesinados en 1986, tras el fallido atentado contra el entonces dictador Augusto Pinochet, y que salvó su vida gracias a que fue detenido por la policía.

La información al respecto se conoció luego del testimonio presentado ante el juez Hugo Dolmetsch por tres ex agentes de la antigua policía represiva Central Nacional de Informaciones (CNI), en el contexto del proceso que les sigue a esas personas por la ejecución en aquella época del periodista José Carrasco Tapia.

Se trata de los ex agentes Iván Quiroz, Jorge Vargas y Osvaldo Pincheti, quienes aceptaron haber participado en el asesinato de Carrasco tras recibir órdenes superiores en ese sentido del director de la CNI, general Humberto Gordon.

La orden impartida por Gordon, ya fallecido, incluía en la lista de ejecuciones a Lagos, uno de los organizadores de la oposición, en represalia por el ataque perpetrado el 7 de septiembre de 1986 contra el dictador, quien resultó ileso, pero en cuya acción perdieron la vida varios escoltas.

Lagos salvó su vida porque poco antes de que los asesinos llegaran a buscarlo fue detenido por detectives de la Policía de Investigaciones. Pero aquella noche cuatro opositores fueron acribillados a tiros en venganza por el atentado contra el tirano, perpetrado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, en el Cajón del Maipú, zona cordillerana al sureste de Santiago.

Quiroz y Vargas, ex miembros de uno de los escuadrones de la muerte del organismo represor, se confesaron como los autores materiales del homicidio del periodista y dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Carrasco Tapia, una de las cuatro personas asesinadas en aquella venganza, ordenada quizá por el propio Pinochet.

Ambos homicidas, oficiales del ejército en retiro, explicaron que tras su detención Carrasco fue llevado hasta un solitario paraje semirrural de la entonces escasamente transitada avenida Américo Vespucio, obligado a arrodillarse junto a un muro y Quiroz le disparó una ráfaga de metralleta. Vargas le dio el tiro de gracia.

Esa misma noche fueron asesinados el técnico electrónico Felipe Rivera, el profesor Gastón Vidaurrázaga y el gerente de ventas de editorial Cono Sur, Abraham Muskatblit. Carrasco era entonces editor internacional de la revista Análisis.

Al ser interrogado por el hecho, Lagos reconoció que "teníamos alguna información de aquello", y agregó que la Policía de Investigaciones llegó tarde a detener a Carrasco, cuando éste ya había sido secuestrado de su casa frente a su familia por los matones de la CNI. Dijo que Carrasco pudo salvar su vida si hubiera llegado antes la policía a arrestarlo.

En tanto, este viernes se sometió al fichaje judicial el hijo menor de Pinochet, Marco Antonio, como ordenó el juez Sergio Muñoz tras inculparlo de complicidad del fraude tributario de su padre. También debe cumplir con esa orden la esposa del ex dictador, Lucía Hiriart, encausada por el mismo delito y que tiene de plazo hasta el lunes.

 
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