Usted está aquí: sábado 22 de octubre de 2005 Opinión DESFILADERO

DESFILADERO

Jaime Avilés

¿Una disculpa a Federico Döring?

Se piensa que dio informes del IPAB a los Bribiesca

Radiografía de la mafia del PAN en el Distrito Federal

Gelista, su líder, relacionado con la estafa al Fonden

Ampliar la imagen Federico Ds�g, parte de la mafia que domina y explota en su beneficio la estructura del PAN FOTO: Luis Humberto Gonz�z Foto: : Luis Humberto Gonz�z

Federico Döring no sabe leer el periódico, no lo consulta con la atención debida o no comprende el significado directo de sus lecturas. Una o más de estas posibilidades sugiere la carta que El Correo Ilustrado publicó íntegra el miércoles 19 de los corrientes. Para documentar tan fundadas sospechas, la transcribo.

"Señora directora: Por este medio aprovecho la oportunidad para enviarle un cordial saludo y para manifestar mi inconformidad por el manejo realizado por el reportero Jaime Avilés, quien en la nota publicada el domingo 16 de octubre, que se titula 'San Luis Potosí: alerta roja', afirma que José Luis Luege Tamargo, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), es 'miembro de la mafia a la que también pertenece el diputado Federico Döring'.

"El reportero hace una afirmación sin sustento y asegura que el funcionario federal y su servidor forman parte de la 'misma mafia', por lo que me veo obligado a precisar lo siguiente:

"1. No soy miembro de la comisión de Medio Ambiente, ante la cual compareció el secretario José Luis Luege Tamargo. Mi trabajo legislativo lo desempeño en las comisiones de Comunicaciones, de la cual soy secretario, así como del Distrito Federal, Presupuesto y Cuenta Pública y la especial del IPAB.

"2. No estuve presente en la comparecencia del funcionario mencionado.

"3. No tengo vinculación alguna con Minera San Xavier, ni con ninguna otra.

"4. Desconozco a qué mafia se refiere el reportero, por lo que le exijo una explicación y una disculpa. Quedo a sus órdenes para cualquier aclaración.

"Federico Döring, diputado federal."

Que Federico Döring no sabe leer el periódico, o tiene déficit de atención cuando lo consulta, lo demuestra un hecho muy sencillo: el texto al que se refiere apareció el sábado 15 y no el domingo 16, como afirma. Que no sabe identificar los géneros periodísticos lo prueba cuando confunde una columna como este Desfiladero con la "nota" en la que, según él, realicé un "manejo" (?). Su ignorancia de las nociones más elementales del periodismo lo desacredita como secretario de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara de Diputados.

Que no comprende el significado directo de lo que lee queda de manifiesto en los puntos uno y tres de su carta, en los cuales afirma que no puede pertenecer a la "misma mafia" que Luege Tamargo porque no trabaja en ninguna de las instancias o esferas de interés relacionadas con el desempeño del titular de la Semarnat. Pero lo más interesante es que, de acuerdo con su franco y asombroso razonamiento, las comisiones camarales que menciona, y la trasnacional canadiense Minera San Xavier, serían organizaciones delictivas de naturaleza equivalente a la de la mafia. Así, el Desfiladero se habría equivocado porque según la extraña confesión de Döring, él y Luege actúan en mafias distintas.

En suma, al revelarnos que desconoce "a qué mafia se refiere el reportero", el legislador escribió con genuina y conmovedora sinceridad las siguientes palabras que desde las tinieblas de su oscuridad mental adquieren un dramático tono de súplica: "exijo una explicación". Esta columna, en cuyos cuadratines ha reinado siempre la nobleza de los mejores sentimientos, no puede prestarle oídos sordos y acude presurosamente en su auxilio.

Organigrama

La mafia a la que aludió esta página sabatina en su entrega del 15 de octubre es, como salta a la vista, la que domina y explota en su beneficio la estructura del Partido Acción Nacional (PAN) en la ciudad de México. Es una banda consagrada al tráfico de influencias y a los negocios cerrados bajo la sombra del poder. Tiene cuatro jefes de grupo, un coordinador, un consigliore, una madrina y por supuesto un padrino que es el capo di tutti i capi.

Los cuatro jefes de grupo son: José Luis Luege Tamargo, Carlos Gelista González, José Espina Von Roehrich y Federico Döring. Luege fue presidente del PAN capitalino; Gelista, el secretario general, y Espina, delegado en Benito Juárez. Todos progresaron. Luege ascendió al puesto que dejó vacante Alberto Cárdenas Jiménez en Semarnat; Gelista fue elevado a la presidencia del comité directivo del Distrito Federal, y Espina saltó a una diputación federal y de allí a la secretaría general del comité nacional del PAN. Döring comenzó el sexenio foxista como diputado local, y por su activa participación en la guerra contra el Peje obtuvo la curul en San Lázaro y el fuero que ahora detenta como líder de pandilleros, al frente de los cuales el pasado miércoles 19 destituyó a golpes al administrador democráticamente electo de la Unidad Independencia, en San Jerónimo Lídice.

El coordinador de la mafia del PAN capitalino se llama Santiago Creel Miranda, el consigliore (consejero en siciliano) es Diego Fernández de Cevallos, la madrina naturalmente es Marta Sahagún de Fox y el padrino, il capo (jefe) di tutti i capi (de todos los jefes), Carlos Salinas de Gortari. De todo el organigrama, paradojas de la vida, Döring es el menos importante: quizá debido a su nulo talento para los negocios anda en la calle pastoreando golpeadores, si bien como miembro de la comisión especial del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) resulta altamente sospechoso en virtud de su amistad -de la que nunca se ha avergonzado- con los tenebrosos hermanos Bribiesca.

¿Fue Döring quien valiéndose de su cargo legislativo transmitió información privilegiada a los hijos de Marta Sahagún? ¿Tuvo algo que ver con la venta de una cartera de 13 mil millones de pesos en menos de 300 millo- nes para beneficiar al primer hijo de la primera dama, asunto del que la televisión no ha dicho media palabra?

Gelista, cómplice de Creel

Al margen de Döring, clasificados por el monto de las operaciones fraudulentas en que han participado al amparo de su cargo de servicio, de arriba hacia abajo, según los registros de esta columna, están: Espina Von Roehrich, Luege Tamargo, Gelista González, Creel Miranda, Fernández de Cevallos, Sahagún de Fox y Salinas de Gortari. Por motivos de espacio, omitiré los datos de dominio público.

Al frente de la delegación Benito Juárez, Espina Von Roehrich se coludió con el empresario taurino Rafael Herrerías para estafar a los tenedores de derecho de apartado de la Plaza México por un monto cercano a 34 millones de pesos. La procuraduría capitalina jamás lo persiguió por eso, no obstante la denuncia presentada en su contra por la Comisión Taurina del Distrito Federal.

De Luege Tamargo se sabe que como titular de la Semarnat permitió que empleados de esa dependencia participaran el 12 de octubre pasado en la detonación de 100 kilos de dinamita, en el predio La Zapatilla del municipio Cerro San Pedro, en valle de San Luis Potosí, donde Minera San Xavier (MSX) ha solicitado permiso federal para destruir un monte de 80 mil toneladas de roca y tierra que contienen aleaciones de oro y plata (véase el artículo de Carlos Montemayor en La Jornada del pasado miércoles 19).

Pese a que un juez federal ordenó la suspensión de los infaustos trabajos de esa empresa canadiense, la secretaría de Luege Tamargo desacató el mandato judicial, para favorecer un negocio irracional, contra natura, ciento por ciento ecocida, en el que tiene acciones el gobernador potosino Marcelo de los Santos y cuenta con la simpatía del ex presidente en funciones, Vicente Fox, por no mencionar que Alberto Cárdenas Jiménez modificó las leyes de protección al ambiente para que MSX pudiera desarrollar sus planes a 9 kilómetros de la ciudad de San Luis Potosí.

Por lo que respecta al joven Gelista, actual presidente del PAN capitalino y autor de encendidos discursos en pro de la honestidad administrativa, fuentes vinculadas con la Cámara de Diputados afirman que está hundido hasta las narices en el fraude orquestado por Santiago Creel Miranda para robarle aproximadamente mil 500 millones de pesos al Fondo de Desastres Naturales de la Secretaría de Gobernación.

A consecuencia de lo anterior, si la justicia federal los llamara a cuentas por sus fechorías, el que debería encarar las más graves acusaciones y recibir las penas corporales más severas como coordinador de los cuatro jefes de grupo de la mafia panista en el Distrito Federal sería sin duda Creel Miranda. Pero hablar al respecto, en este momento, sería como hacer campaña en favor de Felipe Calderón, quien después de mañana, de todos modos, se convertirá en el candidato presidencial de esa banda delictiva, que fue capaz de traicionar las aspiraciones democráticas de millones de mexicanos y desprecia valores fundamentales entre los mafiosos como el honor, la lealtad y el respeto a los territorios de los socios.

Gracias a la carta de Federico Döring esta página ha tenido la oportunidad de reflexionar profundamente y llegar a la ponderada conclusión de que cometió una injusticia al comparar al PAN capitalino con la mafia. Es por ello que atendiendo a la exigencia que el diputado panista expresa en el punto cuatro de su carta, Desfiladero pide una disculpa a la mítica organización, ya bicentenaria, que los campesinos de Sicilia fundaron bajo las famosas siglas que significan: Morte alla Francia Italia avanti.

[email protected] // www.plandelos3puntos.org // [email protected]

 
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