Pinar del Río, La Habana y la Isla de la Juventud enfrentan el mayor riesgo
Máximo nivel de alerta ante el avance de Wilma sobre territorio cubano
La Habana, 19 de octubre. El avance del huracán Wilma puso hoy en tensión a toda Cuba. Los aguaceros arreciaron en el oriente, lluvias intensas empezaron a sentirse en el centro y crece la amenaza de tempestad en el occidente, mientras que miles de personas emprenden el repliegue organizado para ponerse a salvo del peor momento, que se espera el fin de semana.
La Defensa Civil declaró el estado de alarma ciclónica, el nivel máximo de movilización precautoria, para las provincias de Pinar del Río, La Habana, la ciudad de La Habana y la Isla de la Juventud, que son por ahora las de mayor riesgo potencial.
Con fuerza de categoría cinco, la máxima de la escala Saffir-Simpson, el meteoro llegó a ser al mediodía el más vigoroso que se haya registrado en la región, al superar al nivel alcanzado por Gilbert en 1988, informó el jefe de pronósticos del Instituto de Meteorología, José Rubiera.
"Es un huracán peligrosísimo", dijo Rubiera, quien explicó que un fenómeno así gana fuerza mientras menos presión atmosférica tiene en sus paredes internas y su unidad de medida es el hectopascal.
La presión de Wilma llegó al mediodía a 882 hectopascal, contra 888 que alcanzó el Gilbert en su momento de más vigor.
Por la tarde y la noche los indicadores mostraron que la intensidad del huracán había cedido ligeramente, en una fluctuación normal, indicó Rubiera.
El experto mostró imágenes captadas en satélite, en las que el ojo del meteoro brincaba sobre el Caribe como una pelota de goma en el piso, sin rumbo estable pero con dirección general hacia el noroeste.
El centro estaba esta noche 435 kilómetros al sureste de Cozumel y 410 kilómetros al sur-suroeste de la Isla de la Juventud, arrastrando vientos de 260 kilómetros por hora y una presión de 892 hectopascal.
El experto subrayó la rapidez "impronosticable" con que Wilma pasó de la categoría uno a la cinco, en apenas siete horas, entre la noche del martes y la madrugada del miércoles.
El salto se debió a "las altas temperaturas del mar y a condiciones extremadamente favorables en la atmósfera superior".
Algunas proyecciones del rumbo indican que el huracán avanzará hasta el canal de Yucatán, entre el extremo oriental mexicano y la punta más occidental de Cuba, para desviarse ahí en un ángulo de 45 grados hacia el noreste, con dirección a Florida y el Atlántico norte.
Sin embargo, Wilma sorprendió a los meteorólogos al caer la noche, cuando los modelos de pronósticos revelaron otro posible rumbo, que mantendría al huracán estacionario sobre la punta noreste de Yucatán para luego dar una media vuelta y enfilar sobre Cuba.
En las provincias del oriente de la isla los aguaceros mantenían en alto el nivel de ríos y arroyos. En la ciudad de Santiago de Cuba se reportaron más de 500 derrumbes parciales o totales de viviendas.
Entre las provincias de Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba había unos ocho mil desplazados y más de mil en la Isla de la Juventud.
La mayor movilización de personas ocurrió el miércoles en la provincia de Pinar del Río, principal productora de tabaco, donde fueron habilitados 150 albergues para alojar a más de 260 mil personas que viven en lugares de riesgo.
Los centros vacacionales de Cayo Largo (enclave insular al sureste de Cuba) y María la Gorda (suroeste de Pinar del Río) fueron evacuados y los turistas quedaron reinstalados en lugares seguros.