Las autoridades enfrentan la tragedia con despensas, asegura el organismo
El Estado mexicano carece de política alimentaria para enfrentar a Stan: FIAN
La destrucción que dejó a su paso el ciclón Stan puso en evidencia la falta de una política alimentaria del Estado mexicano, así como el hambre, la desnutrición y la ausencia de recursos de millones de personas para hacer frente a una contingencia, advirtió Alicia Carriquiriborde, presidenta de la sección mexicana de la organización Foodfirst Information and Action Network (FIAN).
"Los estragos de Stan revelan que no existen instrumentos ni estrategias para hacer frente a la devastación, más allá de repartir despensas sobre la marcha. Es un hecho que miles de damnificados, aun cuando no hayan perdido su vivienda, no tenían en sus hogares reservas de alimentos", señaló.
Una vez más, una veintena de grupos -entre ellos FIAN y el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria- pidieron al gobierno federal y al Congreso de la Unión aprobar una reforma para que sea integrado a la Constitución el derecho a la alimentación.
"Aun cuando la opinión pública y los medios de comunicación centren su atención en otros temas, como el enriquecimiento de hijos de políticos", es necesario alertar sobre el gravísimo problema de alimentación en México, dijo Carriquiriborde, quien añadió que una reforma constitucional podría garantizar ese derecho.
Este domingo se celebra el Día Mundial de la Alimentación y, en esta ocasión, los organismos internacionales pondrán énfasis en la situación de India, país con el mayor número de personas con hambre. De hecho, casi un cuarto del total mundial de desnutridos vive en esa nación.
Sin embargo, al igual que India, cualquier país de América Latina carece de políticas públicas para frenar el hambre y la desnutrición, es decir, que la atención de estos problemas son secundarios para los objetivos gubernamentales.
En un documento difundido ayer, el secretario de FIAN, Michael Windfuhr, pidió a los 189 países firmantes de la Declaración del Milenio (2000) "dejar de hablar y empezar a actuar: si los estados no toman medidas para reducir el número de personas con hambre no lograrán al objetivo de reducirla a la mitad en 2015".
Según datos del Centro Fray Francisco de Vitoria, la política gubernamental en la materia continúa siendo asistencialista, es decir, que se limita a la entrega de despensas y ayuda monetaria a ciertos grupos vulnerables, "pero se carece de una visión de largo plazo que prevenga situaciones de emergencia o desastre, y están ausentes los programas de abastecimiento de alimentos y apoyo al agro".
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 20 millones de mexicanos se encuentran en pobreza alimentaria y cerca de 13 millones dejan de comer por días al carecer de alimentos.
Sin embargo, el gobierno mexicano admite que sólo 17 millones viven en pobreza alimentaria, lo que genera que la población presente deficiencias nutricionales, como anemia, falta de hierro, déficit de nutrimentos, retraso en el crecimiento, sobrepeso y obesidad.
Al respecto, la FAO precisa que en el país las causas de la desnutrición interactúan con factores económicos, principalmente porque la pobreza limita el acceso de familias a los alimentos y suele acompañarse de falta de infraestructura sanitaria.
Ana Luisa Nerio, del Fray Francisco de Vitoria, dijo que el gasto para el campo se redujo en ocho años, al pasar 67 mil millones a 34 mil millones de pesos, lo que afectó a productores de maíz de autoconsumo.