Rechazan 100 mil personas las políticas de Alvaro Uribe
Sicarios asesinan en Colombia a líder de la comunidad guambiana
Ampliar la imagen Manifestantes colombianos que imitan a Sim�ol�r, Fidel Castro y Hugo Ch�z marchan por calles del centro de Bogot�OTO Reuters Foto: Reuters
Santafe de Bogotá, 12 de octubre. Un líder indígena de la comunidad guambiana, quien iba a encabezar una de las protestas que este miércoles tuvieron lugar en Colombia en contra de la relección y las políticas económicas y de seguridad del presidente Alvaro Uribe, fue asesinado a tiros por sicarios.
Se trata del segundo indígena colombiano que es asesinado en los últimas días en el contexto de las jornadas de protesta efectuadas en las principales ciudades del país, convocadas por sindicatos, partidos políticos de izquierda y el movimiento indígena, que este día culminaron con la participación de unos 500 mil marchistas.
Francisco Cuchillo, líder de un resguardo indígena en Ginebra, en el departamento de Valle de Cauca, murió baleado al recibir tres tiros de fusil, uno en la cabeza y dos en el pecho, cuando se aprestaba a participar como organizador de una de las marchas de su comunidad.
"Este asesinato representa un ataque contra nuestras comunidades. Nos quitaron a nuestro líder", expresó Lili Cuchillo, hija de la víctima al condenar el crimen. Sin embargo, dijo desconocer si su padre había sido amenazado antes y señaló no saber de momento qué grupo pudo haber cometido "este atroz crimen".
No obstante, indicó que las políticas de Uribe son responsables de la muerte de varios indígenas. "Su estrategia de desconocer nuestras organizaciones y autoridades indígenas para generar divisiones internas y su política de seguridad democrática, que ya arroja numerosos asesinatos indígenas, es una muestra más de que su discurso no es coherente con su práctica", apuntó.
La muerte de Cuchillo es la segunda que tiene lugar en el ámbito de las mingas (actos comunitarios), que según la Organización de Indígenas de Colombia llegaron hoy a las ciudades de Sincelejo, al norte, Pereira y Manizales, al centro-oeste.
Recién el lunes pasado el indígena Marcos Soto, de 60 años, falleció cuando participaba en otra marcha de miles de miembros de la etnia Embera, cerca del puerto fluvial La Virginia, tras ser reprimida con gases lacrimógenos y golpes por la policía.
Los líderes indígenas colombianos han venido criticando a Uribe, al que acusan de actuar sin consultar ni concertar con sus autoridades y organizaciones nacionales, regionales y locales, bajo una política que pretende el despojo de sus territorios y cultura en favor de las trasnacionales, el Tratado de Libre Comercio, la ley forestal, el manejo de los hidrocarburos y la exploración y explotación de su biodiversidad.
Las protestas sindicales, de los partidos de izquierda y el movimiento de las etnias se producen en un contexto de tensión con la muerte de los dos indígenas, un fallido atentado con bomba contra un senador, la denuncia de un plan de ataque contra la sede del gobierno central y el asesinato hoy por el ejército, en un confuso episodio, del hermano de la congresista Eleonora Pineda, una de las principales defensoras de las negociaciones de paz con los paramilitares de extrema derecha.
Los organizadores de las protestas, que en Bogotá reunieron a unas 100 mil personas y paralizaron la ciudad, entre los que destacan la Central Unitaria de Trabajadores, rechazaron como "temeraria" la denuncia del presidente Alvaro Uribe de que los líderes obreros de las marchas contra su gobierno actúan por "presiones y amenazas" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El gobierno afirmó, además, haber descubierto un plan de las FARC para atacar la sede presidencial, el Palacio de Nariño, y una guarnición militar contigua.