Usted está aquí: miércoles 12 de octubre de 2005 Espectáculos "Trabajar en Hollywood, como caer en manos de pinochetistas"

El cineasta chileno Raoul Ruiz fue homenajeado en el Festival Internacional de Cine de Morelia

"Trabajar en Hollywood, como caer en manos de pinochetistas"

Asegura que la industria fílmica estaunidense quita a los cinerrealizadores las ganas y el genio

"Algunos cineastas de Latinoamérica no hacen cine porque deseen, sino por ser famosos", sentencia

JORGE CABALLERO ENVIADO

Ampliar la imagen Raoul Ruiz (a la izquierda) recibi� medalla Filmoteca de Plata de parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematogr�cas, de la Filmoteca de la UNAM y del Festival Internacional de Cine de Morelia FOTO Ivan Sanchez Foto: Ivan Sanchez

Morelia, Mich., 11 de octubre. El lunes por la noche el cineasta más conocido de los desconocidos, Raoul Ruiz, recibió la medalla Filmoteca de Plata, condecoración que le otorgaron la Filmoteca de la UNAM, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y el Festival Internacional de Cine de Morelia.

Poco antes de que llegara Ruiz, acompañado de su esposa y editora Valeria Sarmiento, lo esperaban a la mitad de la alfombra roja Iván Trujillo, director de la Filmoteca, y el actor Pedro Armendáriz, representante de la academia, ambos encargados de conferirle la condecoración.

A los 15 minutos Raoul Ruiz llegó con su esposa a la sala de Cinépolis, donde se exhibía su cinta Genealogía de un crimen, una de las cinco con las cuales se le rinde homenaje en el festival. En la ya atestada sala de cine el chileno exiliado tomó el micrófono y soltó: "Tengo que decir que esta película cambió mi manera de hacer cine. Tuve mucha desconfianza porque participaban actores famosos (Catherine Deneuve, Michel Piccoli y Melvio Poupaud), gente que no es fácil dirigir, pero que sí fue generosa. La cinta narra la teoría freudiana de que el destino se define a los seis años de edad. Entonces, una señora adopta a un sobrino, que estaba segura de que sería un asesino, y el sobrino la mata, lo cual no estaba contemplado en el programa de estudios de la tía"; el comentario provocó risas y aplausos.

Visión latinoamericana

Los asistentes permanecían embrujados ante la explicación de Ruiz. El continuó: "Este tema tratado en Francia es diferente en los países de Latinoamérica, donde el libre albedrío está determinado porque a Dios se le ocurre, tema tratado con amplitud en La vida es sueño y otras obras clásicas del teatro español.

"Otros opinan que el destino no está determinado a los seis años sino desde mucho antes, en el vientre materno. Esta no es una película estúpida de tres actos, donde siempre se gana o se pierde; eso es bueno para el futbol o el tenis, pero no para el arte... Bueno, este sobrino asesino demandó a su tía por haberlo empujado al crimen, o sea, que era un suicidio y ganó", más risas y aplausos.

Raoul Ruiz agregó: "Esta película es mi segunda o tercera (su filmografía es de 93 cintas), la cual podría enmarcarse en el mainstream, con un estreno donde van 40 personas, se van 30 y de las 10 que quedan uno será el próximo productor de mi cinta". Más risas.

Después, Iván Trujillo le dio la presea conferida a las personalidades más relevantes de la cinematografía.

El también poeta y escultor dijo que uno de los problemas de la globalización es que "a todos los cineastas se les están quitando las ganas de hacer películas; Latinoamérica es el continente de la gana, es decir, todo se hace con ganas; en la actualidad hay muchos cineastas que no hacen el cine porque tienen ganas de hacerlo, sino porque desean ser famosos. El arte requiere cierta forma de libertad, arbitrariedad y compañerismo.

De winners y losers

"Trabajar en Hollywood me imagino que es similar a si yo hubiera caído en manos de la policía pinochetista, porque a todos aquellos cineastas que se salen del marco del mainstream los invitan a trabajar para quitarles las ganas y el genio, una vez que lo hacen les dan trabajo. Además de que el cártel norteamericano lo domina todo imponiendo sus estructuras; en este mismo festival, de la misma manera que en muchos otros, hay gente compitiendo por algo, por tanto, habrá un solo winner y muchos losers, lo cual quiere decir que muy pronto habrá masas de losers; debemos romper con este sistema y crear otro donde no importe quién gane o quién pierda".

Después se tornó más ácido al momento de compartir con la audiencia sus concepciones del mundo actual, al cual definió como un mundo de juego dividido en cuatro vertientes, los juegos de azar, de representación, de competencia y de vértigo, donde se pone en juego la vida; para cerrar la idea concluyó: "Todos estos juegos son como espejos ligados al juego de la muerte, y es ahí donde no estoy de acuerdo, porque nunca he tenido ganas de morir".

Aseguró sin vacilación: "El cine es el único arte que trata la vida en movimiento; mi práctica cinematográfica la he realizado con base en tres principios. El primero establece que en toda película la imagen determina la narración y no a la inversa; cuando ves una película de 500 tomas ves 500 películas, y una película vale en la medida que logra que, cuando la veas, ella también te mire. En fin, el cine es todas las artes ligadas por la poesía, pero la poesía de los locos proféticos que introducen la locura en las cosas normales, donde no importa perder o ganar".

 
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