Acuerdan no hacer públicas quejas de irregularidades
Aplican ley mordaza a precandidatos del PAN
La dirigencia panista también canceló el segundo debate
La dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) aplicó la ley mordaza a los aspirantes presidenciales Santiago Creel, Alberto Cárdenas y Felipe Calderón, quienes se quejaron del desaseo en la elección interna, y anunció que no podrán hacer públicas sus denuncias de irregularidades y tampoco celebrarán el segundo debate, acordado con antelación.
En la encerrona que sostuvieron el dirigente del PAN, Manuel Espino, los precandidatos y la Comisión de Elecciones (CE), también se acordó que la tercera votación del 23 de octubre será vigilada, por primera vez, por más de 80 líderes, entre integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), presidentes estatales y miembros de la Comisión Permanente del Consejo Político.
Después de que la semana pasada Creel y Calderón se acusaron mutuamente de mapaches, y de que Cárdenas Jiménez confesó que los priístas habían penetrado y "embarazado" a los panistas, Espino explicó que las medidas anunciadas tienen como propósito "cuidar" la contienda interna "cuando a lo lejos se ven nubarrones".
Intentó justificar el silencio impuesto a los precandidatos. "No tenemos el cochinero debajo de la alfombra, quizá usted esté pensando en otro partido político, no en el PAN; aquí no hay este cochinero", declaró.
En Baja California Sur, Felipe Calderón declaró que el debate no fue tema de la reunión y dijo que está listo para participar, aunque después señaló que acatará lo que decida la CE.
Fue evidente que Espino intervino para amainar las acusaciones que se dieron la semana pasada, cuando el equipo de Creel denunció la "operación cochinita" y la intervención del gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada", y el de Calderón denunció amenazas y reparto de regalos del alcalde de Tantoyuca, Veracruz, Joaquín Guzmán.
Ayer Espino explicó que antes de la reunión del lunes pasado habló por separado con los precandidatos para informarles del propósito del encuentro y conocer sus inquietudes respecto de la contienda.
Los acuerdos fueron reproducidos en un comunicado, donde se afirma que los asistentes expresaron su reconocimiento al proceso interno que se desarrolla bajo la conducción de la CE y la "supervisión" de la dirigencia nacional y refrendaron el acuerdo de civilidad política.
Preocupados por evitar que se repita la situación en el estado de México, donde el candidato a gobernador Rubén Mendoza fue boicoteado por los propios panistas, los precandidatos se comprometieron a aceptar el resultado de la votación y a sumarse al ganador para alcanzar el triunfo en la contienda por la Presidencia de la República.
A petición del CEN, la CE se comprometió a resolver las quejas presentadas por los precandidatos antes del 23 de octubre.
Ante las preguntas sobre si la CE había sido rebasada, Espino explicó que está haciendo su tarea de conducir la contienda en el aspecto "procedimental", pero que corresponde al CEN la conducción política, y advirtió que no se solapará a nadie.
Informó que los precandidatos han presentado ocho quejas: cinco Calderón, dos Creel y una Cárdenas Jiménez.
Sin que la CE haya emitido un dictamen, Espino desestimó las irregularidades denunciadas por Creel y Calderón, y señaló que hasta ahora ninguna de las ocho quejas ha sido debidamente acreditada.
Acerca de la decisión de suspender el segundo debate, previsto para antes del 23 de octubre, indicó que fue tomada en acuerdo con la CE y los precandidatos. Al preguntarle las razones, respondió que "no era conveniente en este momento ir a un segundo debate con los incidentes que se han presentado en el camino, pues parece que sería de riesgo. Lo digo con toda apertura".
Ante los llamados de Calderón a concluir el proceso en la tercera ronda si confirma su ventaja, y así evitar a la segunda vuelta del 6 de noviembre, Espino explicó que es inevitable la segunda vuelta si no hay candidato, es decir si nadie obtiene 50 por ciento más uno de la votación.
Negó que se haya aplicado una ley mordaza, sobre todo cuando los aspirantes presidenciales firmaron un compromiso para cuidar el proceso y llevar en primera instancia sus quejas a la CE. Asimismo, descartó que con sus acusaciones Creel pretenda restar legitimidad al proceso para perjudicar a Calderón.
Negó que la contienda del PAN se esté descarrilando: "No es que yo vea un riesgo y que el barco vaya en medio de la tempestad: simplemente, cuando a lo lejos se ven nubarrones, hay que tomar medidas precautorias y eso es lo que estamos haciendo".
(Con información de Raymundo León, corresponsal)